Entre talibanes y empanadillas

A palabras necias, o¨ªdos sordos. Si se cumpliera este viejo refr¨¢n espa?ol, el ruido en las redes apenas se percibir¨ªa. Pero es muy dif¨ªcil responder con indiferencia o iron¨ªa, que suele ser otra reacci¨®n recomendable, ante determinados comentarios inopinados, absurdos o insultantes, por no cargar m¨¢s las tintas. Se podr¨ªa pensar, adem¨¢s, que quien calla, otorga, y que predicar las buenas pr¨¢cticas en el desierto del ciberespacio conduce a la melancol¨ªa. Un comentario que ha vertido esta semana el veterano periodista Jos¨¦ Antonio Abell¨¢n en su cuenta ha tra¨ªdo cola, es decir, ha sido tendencia ef¨ªmera en Twitter. Dice as¨ª: ¡°Viendo un reportaje en Afganist¨¢n hoy, un a?o despu¨¦s de la huida cobarde de las fuerzas de occidente. Las mujeres son tratadas peor que a perros, las violan, las apedrean, no les dejan leer ni escribir. @IreneMontero es muy feliz¡­ ni est¨¢ ni se la espera¡±.

¡°?Hosti¨¢!¡±, que suele exclamar un amigo, as¨ª, con acento agudo y abriendo la a hasta la estupefacci¨®n, cuando se asombra. ¡°?Pero se da usted cuenta de la solemne tonnnnnnnnnter¨ªa que ha escrito? ?Qu¨¦ puede hacer @IreneMontero? ?Le declaramos la guerra a Afganist¨¢n? ?Dejamos de comprar cava afgano?¡±, se pregunta un tuitero. ¡°No sab¨ªa yo que el Ministerio de Igualdad tuviera competencias en Afganist¨¢n¡±, comenta otro. ¡°Vaya ga?¨¢n. ?Qu¨¦ correlaci¨®n hay entre una cosa y otra?¡±, inquiere un tercero. ¡°?Y ese maltrato qui¨¦n lo ejecuta? ?No ser¨¢n, por casualidad, hombres y estar¨ªamos hablando de violencia de g¨¦nero? Digo yo¡±, razona un cuarto. ¡°Todo un talib¨¢n del Estado hisp¨¢nico¡±, afirma un quinto.

Hay muchos m¨¢s comentarios. Alguno se pone serio y recuerda intervenciones de la ministra sobre la crisis de los talibanes. La mayor¨ªa son muy cr¨ªticos y abundan en la ¡°mezquindad¡± de la relaci¨®n que establece con evidente voluntad pol¨ªtica el informador radiof¨®nico, que tiene m¨¢s de 131.000 seguidores en su cuenta. Algo quedar¨¢. Pero tambi¨¦n hay muestras de apoyo que se suben al carro del todo vale contra Irene Montero, uno de los objetivos preferidos de los odiadores m¨¢s inclinados hacia la derecha. Tanto es as¨ª que hubo una retroalimentaci¨®n cruzada, hasta el punto de que el nombre de la ministra de Igualdad lleg¨® a ser tambi¨¦n tendencia por diferentes motivos.

¡°En una de las fotos hay una aut¨¦ntica feminista luchando y jug¨¢ndose la vida por sus derechos, en la otra sale Irene Montero y sus amiguis de paseo por New York¡±, se?ala un comentario que reproduce una noticia sobre la dispersi¨®n a tiros de una manifestaci¨®n de mujeres por parte de los talibanes y otra del selfi de la ministra con su equipo que tanto juego ha dado. Otro la acusa de ser responsable del aumento de los delitos sexuales en Espa?a y hay quien le recrimina por tener tres hijos, adem¨¢s de cargar tambi¨¦n contra las pol¨ªticas de izquierdas Rita Maestre y Adriana Lastra por estar embarazadas y defender el derecho al aborto. ¡°El aborto es para las dem¨¢s¡±, concluye.

En fin... Mejor fijarse en otra tendencia de esta semana en la que destaca la dignidad y entereza de la trabajadora del restaurante de Vigo A Tapa do Barril, que no se amilan¨® ante las amenazas que profiri¨® el youtuber Borja Escalona cuando le hizo pagar una empanadilla, como a todo el mundo. YouTube y Twitch cancelaron sus canales ante la indignaci¨®n. Un tuitero entrelaz¨® con humor estas tendencias de la semana y a?adi¨® el picante de la conspiraci¨®n, que nunca falla porque siempre hay alguien dispuesto a sumarse a ella. ¡°Me pido primer para ser negacionista de Borja Escalona, un se?or hecho por ordenador con fondos reservados del Ministerio de Igualdad en una conspiraci¨®n de Irene Montero para tapar la pol¨¦mica de Estirando el Chicle #Emplanadilla #Escatrola¡±. La ministra, por su parte, ha optado por hacer o¨ªdos sordos a esta pen¨²ltima tendencia. Tampoco dar¨ªa abasto si tuviera que entrar a todos los quites. Pero al menos lo de los talibanes lo podr¨ªa arreglar.