La insensatez de Ucrania
Escuchamos que la opci¨®n de sentido com¨²n para Kiev es negociar, y se intuye que cualquier otra decisi¨®n prueba un ego¨ªsmo empecinado
El sentido com¨²n est¨¢ de moda. Pero ?qu¨¦ significan exactamente las apelaciones al sentido com¨²n? Nada: son una maniobra ret¨®rica para fingir que la m¨ªa es la ¨²nica opci¨®n razonable, porque el ¨²nico inter¨¦s general es el m¨ªo y lo sensato para todos es lo que me conviene en este momento. Escuchamos que la opci¨®n de sentido com¨²n para Ucrania es negociar, y se intuye que cualquier otra decisi¨®n prueba un ego¨ªsmo empecinado. La invasi¨®n es criminal, la resistencia es heroica, pero ?no ha llegado la hora de ser realista? ?Por qu¨¦ Volod¨ªmir Zelenski no deja, digamos, un 20% de su pa¨ªs en manos del tirano que mata, tortura, viola y deporta a sus ciudadanos? Ucrania pod¨ªa haber adoptado la opci¨®n sensata cuando la invadieron, y probablemente habr¨ªa dejado de existir: el sentido com¨²n depende mucho del lugar en el que est¨¢s, as¨ª que uno se preocupa del aumento de los precios de la energ¨ªa y otro de que maten a su madre o a su hijo. Uno tambi¨¦n puede tener dudas de que Rusia respetara un hipot¨¦tico compromiso: hay gente desconfiada. Ya conoc¨ªamos a los admiradores de Putin en la extrema derecha y a los supuestos pacifistas de la extrema izquierda, que solo lloran a los muertos que pueden cargar a la cuenta de Occidente. Hemos le¨ªdo y escuchado a reservistas del Ej¨¦rcito espa?ol mostrando complicidad con la agresi¨®n de Putin, y voces que dicen que Ucrania deb¨ªa ser un pa¨ªs neutral y desmilitarizado, que el hecho de que tome sus decisiones como Espa?a o Francia es una ofensa para Rusia: se sobreentiende que hay que ser emp¨¢ticos con los agraviados. Pero la impaciencia crece en sectores m¨¢s moderados, que se inquietan por la contraofensiva de Ucrania y por la firmeza de Zelenski. Muestran cierto fastidio ante la postura de Estados Unidos (les pilla muy lejos, as¨ª cualquiera) y de pa¨ªses de Europa del Este (les pilla muy cerca, les falta perspectiva). Es verdad que admiran a La Nueve y la liberaci¨®n de Par¨ªs, y piensan que ojal¨¢ las democracias hubieran ayudado a la Segunda Rep¨²blica en la guerra civil espa?ola, pero todo tiene su momento y su peligro. La inflaci¨®n, sostienen, genera sufrimiento y puede reforzar en Europa a los extremistas, que a menudo tienen simpat¨ªa o incluso lazos con Putin. Para que no mejore aqu¨ª sus expectativas algo que podr¨ªa parecerse a Putin conviene dejar que Putin gane all¨ª, dice su argumento fantasioso, y entonces el sentido com¨²n solo es una m¨¢scara.
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