El derecho al aborto en Europa debe continuar avanzando
Tras los retrocesos experimentados en algunos pa¨ªses, es hora de que los dirigentes de la Uni¨®n redoblen sus esfuerzos para proteger la igualdad de g¨¦nero y la salud reproductiva
En muchas partes de Estados Unidos, el acceso al aborto est¨¢ en peligro tras la sentencia dictada en junio de este a?o por el Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra Jackson Women¡¯s Health Organization. El fallo ha impulsado a varios responsables pol¨ªticos europeos a cuestionarse la capacidad de resistencia de las leyes de la regi¨®n en materia de salud y autonom¨ªa reproductiva.
Aunque el aborto es legal en casi todos los pa¨ªses europeos, la ...
En muchas partes de Estados Unidos, el acceso al aborto est¨¢ en peligro tras la sentencia dictada en junio de este a?o por el Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra Jackson Women¡¯s Health Organization. El fallo ha impulsado a varios responsables pol¨ªticos europeos a cuestionarse la capacidad de resistencia de las leyes de la regi¨®n en materia de salud y autonom¨ªa reproductiva.
Aunque el aborto es legal en casi todos los pa¨ªses europeos, la tarea de los dirigentes regionales, hoy, debe ser garantizar que los avances que se han conseguido con tanto esfuerzo en los ¨²ltimos 80 a?os no corran la misma suerte. Hay motivos para la esperanza y el optimismo, porque la tendencia predominante en toda la regi¨®n es, desde hace d¨¦cadas, ir eliminando las restricciones legales y pol¨ªticas al aborto y erradicando las barreras.
Ha habido retrocesos; sin duda, el m¨¢s conocido, por desgracia, en Polonia, cuando el pa¨ªs endureci¨® su legislaci¨®n sobre el aborto, ya muy restrictiva, en 2020. Hay unos cuantos pa¨ªses m¨¢s ¡ªAndorra, Liechtenstein, Malta y M¨®naco¡ª que mantienen leyes muy duras sobre el aborto. Pero todos los dem¨¢s pa¨ªses europeos han legalizado el aborto y muchos avanzan con firmeza hacia la eliminaci¨®n total de las barreras normativas restantes.
Por ejemplo, en la actualidad, al menos cinco pa¨ªses han iniciado una reforma legislativa progresista. El Bundestag alem¨¢n acaba de derogar una prohibici¨®n instaurada hace 80 a?os que imped¨ªa a los m¨¦dicos facilitar informaci¨®n objetiva sobre el aborto, una medida que confiamos en que siente las bases para reformas m¨¢s amplias y muy necesarias en ese pa¨ªs. En Pa¨ªses Bajos se acaba de aprobar una ley que suprime el periodo de espera obligatorio antes de abortar. En Francia, las ¨²ltimas reformas han suprimido por completo los periodos de espera obligatorios y han facilitado el acceso al aborto con medicamentos. Por su parte, el Parlamento espa?ol tiene previsto aprobar un proyecto de ley que eliminar¨¢ el periodo de espera obligatorio antes de abortar, autorizar¨¢ a las j¨®venes de 16 y 17 a?os abortar sin el consentimiento de sus padres y permitir¨¢ a las mujeres con discapacidad tomar decisiones aut¨®nomas sobre el aborto. El pasado mes de septiembre, un refer¨¦ndum en el peque?o Estado de San Marino despej¨® el camino para derogar sus duras leyes sobre el aborto y legalizar el aborto inducido. Estos ejemplos recientes llegan tras cinco a?os de reformas progresistas: desde 2018, Islandia, Irlanda, Chipre, B¨¦lgica, Macedonia del Norte e Irlanda del Norte, entre otros muchos pa¨ªses europeos, han revocado la prohibici¨®n del aborto o han derogado las restricciones normativas.
Este es el momento para que los responsables de la toma de decisiones de todo el continente impulsen nuevos cambios legales y pol¨ªticos destinados a garantizar que todas las mujeres tengan acceso a una sanidad reproductiva esencial cuando la necesiten. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) proporciona unas directrices claras en la versi¨®n reci¨¦n actualizada de su Gu¨ªa de asistencia al aborto, dirigida a los gobiernos y los sistemas de salud. Como indica la OMS, el aborto es una forma esencial de asistencia sanitaria y los marcos legales y pol¨ªticos deben tratarlo como tal. Hay que eliminar los periodos de espera forzosos y el asesoramiento obligatorio, derogar las leyes penales que a¨²n quedan en relaci¨®n con el aborto, reformar los requisitos sobre la autorizaci¨®n de terceros y revisar los plazos restrictivos y otras barreras.
En las semanas transcurridas desde la decisi¨®n del Tribunal Supremo de EE UU, los legisladores de toda Europa han iniciado la tarea de avanzar en la protecci¨®n legal de la asistencia en casos de aborto. En B¨¦lgica, Dinamarca, Finlandia, Francia y Suecia se est¨¢ debatiendo c¨®mo garantizar el acceso al aborto mediante instrumentos constitucionales y legislativos. A principios de este mes, el Parlamento Europeo adopt¨® una resoluci¨®n en la que se pide que el derecho al aborto se consagre en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
Ahora bien, adem¨¢s de seguir progresando, debemos mantenernos firmes para evitar retrocesos. En Europa sabemos de primera mano que las leyes de aborto muy restrictivas son una amenaza para la salud y la vida de las mujeres. Un suceso reciente en Malta lo demuestra de la manera m¨¢s aterradora: una mujer a la que se le neg¨® la asistencia durante un aborto espont¨¢neo y cuya vida corr¨ªa peligro tuvo que ser trasladada en avi¨®n a Espa?a. En Polonia han fallecido al menos tres mujeres tras la sentencia del Tribunal Constitucional de octubre de 2020 que prohibi¨® el aborto en casos de malformaci¨®n fetal grave. Una de las aterradoras consecuencias de esa prohibici¨®n casi total fue que a esas mujeres se les negara durante el embarazo cualquier intervenci¨®n cl¨ªnica que habr¨ªa podido salvarles la vida. Este verano se est¨¢ juzgando en Varsovia a una defensora de los derechos humanos acusada de ayudar a otra persona a abortar con medicamentos en 2020. Si la condenaran, podr¨ªa tener que cumplir hasta tres a?os de prisi¨®n. Mientras tanto, la guerra en Ucrania est¨¢ poniendo de manifiesto el grave da?o que causan las restricciones legales y las barreras al aborto, cuando las refugiadas de Ucrania y las supervivientes de la violencia sexual relacionada con el conflicto que buscan asistencia al aborto en los pa¨ªses vecinos se encuentran con una serie de dr¨¢sticos obst¨¢culos legales y pol¨ªticos que impiden el acceso a una atenci¨®n urgente.
Ya es hora de que los dirigentes europeos den ejemplo y redoblen sus esfuerzos para proteger la igualdad de g¨¦nero y la salud reproductiva. No debemos permitir que proliferen las oportunidades de retroceso. No debemos dejar de proteger a las generaciones futuras. No debemos permitir que el progreso se estanque.