Cobertura period¨ªstica excesiva
Los lectores opinan sobre el seguimiento informativo del fallecimiento de la reina de Inglaterra y rinden homenaje a Javier Mar¨ªas
En la edici¨®n digital del pasado viernes encontr¨¦ en la portada que las primeras 17 noticias eran todas referentes al fallecimiento de la reina Isabel II de Inglaterra. No puedo sentir sino verg¨¹enza de mi pa¨ªs. Pues, al igual que en el peri¨®dico que dirige, todas las televisiones de ¨¢mbito estatal han dedicado sus noticieros, y la mayor parte de su programaci¨®n, ...
En la edici¨®n digital del pasado viernes encontr¨¦ en la portada que las primeras 17 noticias eran todas referentes al fallecimiento de la reina Isabel II de Inglaterra. No puedo sentir sino verg¨¹enza de mi pa¨ªs. Pues, al igual que en el peri¨®dico que dirige, todas las televisiones de ¨¢mbito estatal han dedicado sus noticieros, y la mayor parte de su programaci¨®n, al mismo tema. Aparte de los programas del coraz¨®n, cuya excesiva atenci¨®n a este asunto entender¨ªa, no comprendo ese repentino inter¨¦s y period¨ªstico y admiraci¨®n por la persona fallecida, por el suceso y por todo lo que lo rodea (nuevo rey, funerales, etc¨¦tera). M¨¢xime teniendo en cuenta el contencioso que mantenemos con el Reino Unido por el tema de Gibraltar. Lo dicho, verg¨¹enza: propia, ajena y nacional.
Ricardo Grela Valc¨¢rcel. C¨¢diz
Imposible
Siempre pens¨¦ que conseguir¨ªa un libro firmado por Javier Mar¨ªas. ¡°Cuando salga su siguiente novela ir¨¦ a la Feria del Libro, ¨¦l siempre va cuando publica algo nuevo¡±, pens¨¦, pero no pudo ser. Pens¨¦ tambi¨¦n en ¡°acecharle¡± en la Plaza de la Villa. Llevar¨ªa mi edici¨®n a?eja de Coraz¨®n tan blanco, imaginaba intercambiar unas palabras, tal vez decirle lo importante de su literatura y esa novela en mi vida, pero no quer¨ªa disgustarle, parecer pesado o cursi. Le¨ª esa novela mientras mi vida tocaba fondo. No creo que la literatura pueda sanar, pero es cierto que las cosas van mejor desde entonces. Qui¨¦n pudiera escribir el tapiz del pensamiento como ¨¦l, ¡°por el lado de los nudos¡± le escuch¨¦ decir a Savater. Su muerte a¨²n me parece imposible.
Jos¨¦ Ocampo Peleteiro. Madrid
Los domingos ya no ser¨¢n igual
Consternado por la muerte de Javier Mar¨ªas, mis ma?anas de domingo sin su art¨ªculo, que aguardaba toda la semana para disfrutarlo, ya no ser¨¢n igual. Lo que m¨¢s admiraba de ¨¦l era que expresaba su pensamiento y opiniones sin pelos en la lengua y con la inteligencia que le caracterizaba. En una sociedad con actitudes cada vez m¨¢s inquisitoriales y de una censura brutal, leer a Mar¨ªas era una actividad reconfortante. Sab¨ªa reflejar en palabras las ideas que muchos de sus lectores ten¨ªamos sobre muchos asuntos y que compart¨ªamos con ¨¦l. Daba voz a nuestros pensamientos. Los domingos tendr¨¦ un vac¨ªo, pero siempre nos quedar¨¢ su obra.
Pedro Catal¨¢n Garc¨ªa. Madrid
Gracias, maestro
En muchas ocasiones me convenc¨ªa de algo que no ten¨ªa claro o sencillamente daba la vuelta completamente a una creencia m¨ªa. Le ten¨ªa un gran respeto y admiraci¨®n a pesar de que muchas veces est¨¢bamos en las ant¨ªpodas. Me hizo evolucionar y pensar. Muchas gracias, maestro.
Elena Mart¨ªnez. D¨¦nia (Valencia)
Llamear¨¢ la cerilla
El contar como el centro de nuestra experiencia humana: esa es la obsesi¨®n que habita sus novelas, siempre esclarecedoras se?alando nuestros ejes, obvios pero a veces invisibles. Recuerdo un art¨ªculo suyo de 1997, Una pobre cerilla, donde dijo: ¡°Hay una enorme zona de sombra en la que s¨®lo la literatura y las artes penetran¡±. A¨²n llamear¨¢ la cerilla.
Diego Seligrat Aparicio. Cuenca