Complejo de colonizado
El funeral de Isabel II ha sido mucho m¨¢s comentado que los cr¨ªmenes cometidos contra los pueblos originarios durante la campa?a electoral brasile?a
El brasile?o Jair Bolsonaro aprovech¨® el funeral de Isabel II para hacer campa?a electoral. Desde el balc¨®n de la residencia oficial del embajador de Brasil, el pasado domingo, el ultraderechista profiri¨® un discurso contra el aborto, la descriminalizaci¨®n de las drogas y la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Tambi¨¦n minti¨® al decir que ganar¨ªa las elecciones en la primera vuelta, el pr¨®ximo 2 de octubre, algo bastante improbable, ya que ...
El brasile?o Jair Bolsonaro aprovech¨® el funeral de Isabel II para hacer campa?a electoral. Desde el balc¨®n de la residencia oficial del embajador de Brasil, el pasado domingo, el ultraderechista profiri¨® un discurso contra el aborto, la descriminalizaci¨®n de las drogas y la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Tambi¨¦n minti¨® al decir que ganar¨ªa las elecciones en la primera vuelta, el pr¨®ximo 2 de octubre, algo bastante improbable, ya que en los sondeos aparece hasta 16 puntos por detr¨¢s del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Utilizar el cargo y los actos oficiales para hacer campa?a ha sido recurrente en Bolsonaro, que tiene poco aprecio a las leyes. Su abuso de poder se expuso en la prensa brasile?a e internacional, y el episodio se coment¨® ampliamente en la cronolog¨ªa de Twitter de la izquierda, del centro y hasta de la derecha no bolsonarista. El tono era la vergonzosa falta de respeto de Bolsonaro hacia el funeral de la reina.
Aunque es cierto que hacer campa?a pol¨ªtica en cualquier funeral es una indignidad, a quien m¨¢s falt¨® al respeto el presidente fue a la poblaci¨®n brasile?a, ya que viol¨® la legislaci¨®n electoral del pa¨ªs. Y aunque sea el momento de exponer cu¨¢nto averg¨¹enza Bolsonaro a Brasil en el escenario internacional, llama la atenci¨®n que la izquierda urbana, mayoritariamente del centrosur de Brasil, est¨¦ m¨¢s conectada con los acontecimientos de Londres que con lo que sucede en la selva amaz¨®nica y otros enclaves de la naturaleza.
La reina y su funeral han sido mucho m¨¢s comentados que los cr¨ªmenes cometidos contra los pueblos originarios durante la campa?a. Seis ind¨ªgenas fueron asesinados en diferentes puntos de Brasil en solo 10 d¨ªas del mes de septiembre, lo que hace sospechar que la ola de ejecuciones sea un mensaje de la base de Bolsonaro. En esta misma direcci¨®n, han aumentado el n¨²mero de incendios criminales en la Amazonia. Tambi¨¦n han salido a la luz relatos de mujeres yanomamis sobre violaciones de mineros ilegales a menores de 13 y 14 a?os, algunas violadas por varios hombres a la vez. La tierra ind¨ªgena yanomami ha sido invadida por unos 20.000 mineros ilegales, que han expulsado a los equipos sanitarios. Como consecuencia, nueve ni?os han muerto de enfermedades tratables en menos de tres meses. Dos de ellos fallecieron por exceso de lombrices, ya que no tienen acceso a medicamentos b¨¢sicos.
La masacre contra los pueblos originarios, que ha avanzado durante todo el Gobierno de Bolsonaro y se ha recrudecido en la campa?a, se expuso y se coment¨® menos en la prensa y en las redes sociales que los abusos del actual presidente en Londres o que la muerte de Isabel II. Es una triste marca de la colonizaci¨®n, que permanece hasta en quienes se dicen de izquierdas, pero se sienten m¨¢s cercanos a los s¨²bditos brit¨¢nicos que a los ind¨ªgenas.
No hay nada m¨¢s vinculado al exterminio ind¨ªgena que las monarqu¨ªas europeas, que marcaron la invasi¨®n a lo que denominaron Am¨¦rica y, en el caso de Brasil, fueron responsables de masacrar a m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n originaria entre los siglos XVI y XVII. Esta es la herencia con la que tenemos que lidiar en pa¨ªses como Brasil y que est¨¢ en el ADN de criaturas como Bolsonaro, ¨¦l mismo resultado de la pol¨ªtica de blanqueamiento del pa¨ªs implementada por Pedro II (1825-1891), el ¨²ltimo monarca de Brasil. Con todo el respeto a la muerte de cualquier persona y al luto de quienes la amaron, poco importa el funeral de Isabel II en un Brasil donde la Amazonia arde, sus protectores son ejecutados, las mujeres ind¨ªgenas sufren violaciones grupales y los ni?os mueren vomitando lombrices. Mientras el complejo de colonizado est¨¦ infiltrado incluso en la mente de aquellos que se dicen progresistas, Brasil se ir¨¢ a muchos sitios, pero ninguno decente.