Angor pectoris
Espero que la angina de pecho combinada con hipotiroidismo, las canas y el cansancio de alguien a quien prefiero no conocer en persona sirvan de acicate y alcayata, murmullo de conciencia y llamada de atenci¨®n
Me llegan al hipot¨¢lamo n¨ªtidos recuerdos del Proped¨¦utico Medicinal de la tres veces H. Cl¨ªnica Hermenegildo Galeno de Silao, Guanajuato, y claro est¨¢ que a¨²n se conserva la bata antes blanca (con calcoman¨ªa de drag¨®n oriental ¨¤ la Bruce Lee en el dorsal) con la que casi-casi me gradu¨¦ en 1987. En la C¨¢tedra Calist¨¦nica de la Enfermera Josefina Palenque (mejor conocida como la Nana Ch¨¦) se nos inculc¨® reconocer a leguas y de cerca la sintomatolog¨ªa del Angor pectoris (mejor conocida como Angina de pecho) que en ocasional combinaci¨®n con Hipo e Hipotiroidismo agudiza la llamada Demencia Senil, con claras muestras sil¨¢bicas (cercanas al tartamudeo) donde el paciente no s¨®lo delira con la mirada en lontananza, sino que pausa exageradamente sus frases con interrupciones de no pocos segundos de lamentable silencio. En algunos casos intercala estrofas de cumbias tropicales y risitas diab¨®licas que provienen directamente del estern¨®n ¡°estrangulado por una falla en las arterias coronarias ¨Cseg¨²n dictaba la Nana Ch¨¦¡ªen un embrollo que tambi¨¦n se conoce como el fracaso de Dos Bocas en la refinaci¨®n sangu¨ªnea¡±.
El Angor pectoris mezclado con hipo e hipotiroidismo puede provocar un repentino giro en la personalidad del doliente oblig¨¢ndolo a revelar verdades donde antes acostumbraba encubrirse con mentiras, falsedades y pretextos. Particularmente en los parlamentos matinales ¨C¡±parrafadas matinales¡±, seg¨²n la explicaci¨®n ontol¨®gica de Nana Ch¨¦¡ªel paciente de pronto no puede mentir como acostumbraba y empieza a revelar en voz alta declaraciones autoincriminatorias de antiguas tranzas, explicaciones ya muy dilatadas en torno al verdadero origen de sus ingresos, culpas filiales de viejos cr¨ªmenes accidentales e incluso ¨Ccomo explicaba con gr¨¢ficas en pizarr¨®n la gran Nana Ch¨¦: ¡°una especie de culpa juarista y revolucionaria donde el enfermo puede incluso lamentar con l¨¢grimas las corruptelas de sus propios hijos, la nacionalidad norteamericana de su nieto en Houston o vayan ustedes a saber¡±. Agreguemos los posibles espasmos donde el delirante s¨®lo puede concentrarse en maquetas circulares de trenecitos o la casi improbable (mas no imposible) explicaci¨®n minuciosa de grandes cr¨ªmenes o matanzas de guerreros ayer, am¨¦n de profanas aunque prof¨¦ticas esperanzas en relicarios, estampitas o rifas aeron¨¢uticas, juegos pirot¨¦cnicos y aullidos en micr¨®fonos de plazas p¨²blicas.
El demente senil con Angor pectoris-hipo-hipotiroidismo tiene a enredarse con las corbatas, sentarse desparramado sobre sillones en situaciones protocolarias y arrepentirse cristianamente de su nocivo y anquilosado af¨¢n por dividir a los pr¨®jimos en ¡°pr¨®ximos y adversarios¡±. Con claros problemas de una suerte de esquizofrenia enrevesada por las arterias semicoaguladas, el Angorpect¨®rico alucina con legiones de enanitos verdes que llegan a salvarlo de cualquier situaci¨®n embarazos, all¨ª donde flaquean sus fuerzas (¡°recurre a armarse con fuerzas ajenas, pero fuerzas armadas al fin y al cabo¡±) y en algunos casos combina c¨¢nticos evang¨¦licos con la ya casi olvidada rola de Playa Gir¨®n de Silvio Rodr¨ªguez. Seg¨²n los catedr¨¢ticos adjuntos del Proped¨¦utico Calist¨¦nico Cl¨ªnico de mi Silao, Guanajuato, ¡°¡ de tropicalizarse la angina desde el pecho estrangulado o t¨®rax del estrangulador verbal, la espesura card¨ªaca se ve acentuada por una propensi¨®n casi incontrolable por comer a la vera de los caminos, retratarse con garnachas y en inexplicable consecuencia adjunta: abrazar como comadres a las madres de reconocidos maleantes y delincuentes, absolver a muy culpables corruptos dinosaurios del pret¨¦rito pri¨ªsta y desahogarse con intentos de bateo al vac¨ªo¡±.
Esto del bateo al vac¨ªo se nos explic¨® en Silao como una clara muestra del sectarismo neoliberal de ciertas ¨¦lites que siguen anteponiendo las met¨¢foras del box y del f¨²tbol al supremo soliloquio de la llamada pelota r¨¢pida. Efectivamente, es en t¨¦rminos beisboleros donde mejor se ha desmenuzado la sintomatolog¨ªa pat¨¦tica del Angor pectoris-hipo-hipotiroidismo que acent¨²a la senil demencia y subraya la el¨¦ctrica confusi¨®n mitoman¨ªaca del pelotero enfermo: ¡°estamos hablando ¨Cdec¨ªa el Dr. Macuspana¡ªdel jardinero que vive en un palacio (el r¨¢ifil que parec¨ªa jard¨ªn izquierdo), el frustrado tercer bate que si acaso llega a conectar un jit tendr¨ªa que pedir un taxi para llegar a la primera base, etc¨¦tera, etc¨¦tera¡ etc¨¦tera¡±.
Seg¨²n el Proped¨¦utico Autodidacta de la Enfermer¨ªa de Silao la rara combinaci¨®n de crust¨¢ceos crudos o semiasados con salsita Tabasco en la ingesta del que sobrelleva su angina de pecho con hipotiroidismo (aparejada con somnolencia y ecolalia con baba matinal) puede forzar al paciente a la serena resignaci¨®n de un Mea Culpa monumental donde reconoce en tinta de su propia historia cl¨ªnica que ha ido clonando minuciosamente las artima?as, pecados y corruptelas de sus llamados adversarios, que no puede negar ni ocultar el debe y el haber de varias d¨¦cadas de enriquecimiento no s¨®lo il¨ªcito sino irracional porque la acumulaci¨®n de sus llamadas riquezas no ha servido para ostentaci¨®n o descaro, sino para la nefanda continuaci¨®n ad n¨¢useam de un rollito lleno de mentiritas de buena ondita: por ejemplo, abogar por despose¨ªdos con bolillos en el cr¨¢neo y collares de flores, bastonear como cheerleader con el palote de mando de ciertas comunidades del sagrado copal y multiplicar ¡°los paces y los penes¡ perd¨®n: panes y peces¡± (c¨¦lebre gazapo de la Nana Ch¨¦ en Guanajuato), repito: multiplicar panes y peces entre parientes y amigos, cuatachos de gabinete o burocito y reci¨¦n llegados ap¨®stoles de su evidente deterioro neuronal por obra y gracia del Angor pectoris.
Lamentablemente, casi todo lo expuesto en los p¨¢rrafos anteriores es FALSO, pero llevo por lo menos dos desvelos deseando que la angina de pecho combinada con hipotiroidismo, las canas y el cansancio de alguien a quien prefiero no conocer en persona sirvieran de acicate y alcayata, murmullo de conciencia y llamada de atenci¨®n para producir un profundo acto de contrici¨®n en su enrevesada alma, oscilante liderazgo o direcci¨®n t¨¦cnica (con vistas al Mundial de Qatar). Me temo que es imposible aunque de coraz¨®n deseo buena salud al enfermo supremo y a todos los enfermos que me quedan lejos¡ de no mejorar su salud (por ejemplo, elevarla a niveles daneses) miles de afectados, desamparados, desahuciados, desaparecidos, desempleados, despechados, despedidos, deprimidos y decepcionados tendr¨ªan que tragarse la coreograf¨ªa, escenograf¨ªa, teatrito, farsa y faramalla de un martirologio de dudosa absoluci¨®n y amnesia. Folclore ya muy trillado en la trasnochada verbena vern¨¢cula de toda vecindad¡ por lo menos en M¨¦xico.
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