Fuga de m¨¦dicos
El sistema sanitario espa?ol sufre una hemorragia de profesionales que obliga a revisar sus problemas estructurales
Una tormenta perfecta se est¨¢ formando sobre el sistema sanitario espa?ol. La demanda de atenci¨®n sigue creciendo a?o tras a?o por el envejecimiento de la poblaci¨®n, mientras las plantillas sanitarias encogen por factores estructurales dif¨ªciles de revertir. Particularmente devastadora es la creciente fuga de facultativos y enfermeras hacia otros pa¨ªses europeos donde encuentran mejores condiciones laborales. En los ¨²ltimos 10 a?os, al menos 18.000 facultativos han emigrado para ejercer en otros pa¨ªses. A esto que hay que a?adir el d¨¦ficit creciente de m¨¦dicos por la jubilaci¨®n masiva de profesionales prevista para los pr¨®ximos a?os.
El Foro de Atenci¨®n Primaria estima que en estos momentos faltan ya 4.700 m¨¦dicos de familia y 1.300 pediatras, adem¨¢s de otros especialistas. Las plazas sin cubrir repercuten con un mayor estr¨¦s y sobrecarga sobre el resto de la plantilla. La situaci¨®n es cada vez m¨¢s grave y va a ser dif¨ªcil encontrar una salida a la crisis sin abordar los problemas estructurales de fondo, como indica el escaso impacto de las medidas que se han tomado hasta ahora. En los ¨²ltimos 15 a?os se han aumentado en un 75% las plazas para estudiar Medicina, sobre todo gracias a la creaci¨®n de nuevas facultades, que han pasado de 28 a 46, y el pr¨®ximo a?o est¨¢ previsto que se creen 1.000 plazas de grado m¨¢s. Y la oferta de plazas MIR para la formaci¨®n de especialistas ha aumentado un 38% desde 2018. Pero esta estrategia choca con otro obst¨¢culo: al d¨¦ficit de facultativos hay que a?adir la falta de docentes en las facultades de Medicina, que la conferencia de decanos estima ya ahora en unos 3.800 profesores.
Teniendo en cuenta que la formaci¨®n de un m¨¦dico, ya sea de Medicina Familiar y Comunitaria o de cualquier otra especialidad, requiere 12 a?os de estudio, aumentar la oferta no ofrece resultados a corto plazo y tampoco es suficiente para detener la corriente de fondo que desangra al sistema sanitario. De poco sirve que se aumenten las plazas si, cuando terminan la carrera, cada vez m¨¢s m¨¦dicos emigran a otros pa¨ªses huyendo de la precariedad laboral ¡ªun tercio de los facultativos encadena contratos temporales¡ª y de unas condiciones de trabajo cada vez m¨¢s estresantes. Seg¨²n la Encuesta sobre la Situaci¨®n de la Profesi¨®n M¨¦dica en Espa?a, realizada a 20.000 profesionales, uno de cada tres m¨¦dicos est¨¢ insatisfecho, y los principales motivos de descontento son la carga asistencial (65,2%), el nivel de exigencia (32,9%) y el cansancio emocional (55,7%). En otros pa¨ªses no solo encuentran mejores condiciones profesionales, sino un salario que en el Reino Unido o Alemania m¨¢s que duplica, y en algunos pa¨ªses n¨®rdicos incluso triplica, el que pueden llegar a cobrar en Espa?a.
De todos estos datos se infiere que si no se interviene sobre las condiciones salariales y de trabajo de los facultativos, dif¨ªcilmente se cortar¨¢ la hemorragia. Pa¨ªses como Reino Unido, Alemania o Francia, que tambi¨¦n tienen d¨¦ficit de facultativos y sufrir¨¢n la jubilaci¨®n masiva de sus profesionales en los pr¨®ximos a?os, absorber¨¢n una parte importante de los que se formen en las facultades y hospitales espa?oles. Y Espa?a tendr¨¢ que importar, como ya ocurre ahora, m¨¦dicos extranjeros que en muchos casos habr¨¢n recibido una formaci¨®n m¨¢s precaria y que tambi¨¦n son necesarios en sus pa¨ªses. El sistema sanitario p¨²blico es uno de los grandes pilares del Estado de bienestar en Espa?a. Dejar que se descapitalice de su principal activo, que es disponer de un contingente suficiente de profesionales bien formados, es algo que ning¨²n Gobierno, nacional o auton¨®mico, deber¨ªa permitir.
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