Gobierno de coalici¨®n
Los pol¨ªticos deben cuidar la democracia. Sus ideas y sus actos solo se legitiman si suponen un cuidado democr¨¢tico de la ciudadan¨ªa
Cada oficio es un aprendizaje que tiene que ver con los cuidados. Los escritores cuidan las palabras con una vocaci¨®n parecida a la que ejercen los m¨¦dicos al cuidar enfermos. Los pol¨ªticos deben cuidar la democracia. Sus ideas y sus actos solo se legitiman si suponen un cuidado democr¨¢tico de la ciudadan¨ªa. Y eso implica, por supuesto, que se cuiden tambi¨¦n a s¨ª mismos. No me gusta la tos de alguno de ellos. Ay, esa tos.
Me siento a escribir mi particular relato d...
Cada oficio es un aprendizaje que tiene que ver con los cuidados. Los escritores cuidan las palabras con una vocaci¨®n parecida a la que ejercen los m¨¦dicos al cuidar enfermos. Los pol¨ªticos deben cuidar la democracia. Sus ideas y sus actos solo se legitiman si suponen un cuidado democr¨¢tico de la ciudadan¨ªa. Y eso implica, por supuesto, que se cuiden tambi¨¦n a s¨ª mismos. No me gusta la tos de alguno de ellos. Ay, esa tos.
Me siento a escribir mi particular relato de la vida espa?ola. Necesito un argumento con buen final. La igualdad y la libertad ir¨¢n de la mano para evitar la deriva hacia el populismo autoritario que el imperio neoliberal ha provocado en Europa. En el argumento deben confluir diversos personajes, algo imprescindible hoy para contar con un Gobierno capaz de redistribuir la riqueza y sostener con impuestos justos los servicios p¨²blicos y la descentralizaci¨®n del Estado. Los personajes necesitan ser cre¨ªbles a solas, pero no tienen por qu¨¦ estar enfadados entre s¨ª. Un Gobierno de coalici¨®n representa bien los sentimientos de cualquier persona que tiene a la vez ilusiones ambiciosas y la necesidad de negociar con la realidad.
Las esperanzas resisten cuando las ilusiones y el sentido com¨²n se ponen de acuerdo. Cada cual puede jugar su papel, pero en coalici¨®n, sin que el protagonismo de uno se base en el ataque al otro. Los enemigos est¨¢n fuera, con el gatillo medi¨¢tico dispuesto para disparar contra la estabilidad y el reconocimiento del trabajo hecho. Mis personajes deben salir m¨¢s a la calle, pero valorando lo que tienen en casa. Adem¨¢s de una pandemia y una guerra, ahora se acercan tiempos electorales. Las palabras se pondr¨¢n muy nerviosas y no me gusta esa tos. El buen final de mi relato depende de que los protagonistas sean capaces de sentirse orgullosos de lo mucho que han conseguido gracias a un esfuerzo conjunto. ?Jes¨²s!