Amordazados

Excelente iniciativa, sin duda, la protesta organizada por Amnist¨ªa Internacional (AI) el pasado martes contra la ley mordaza: indispensable. En un pa¨ªs en que una chica bien algo viciosilla patea a una polic¨ªa, en que los c¨®mplices ideol¨®gicos de los terroristas exigen en su territorio comanche la retirada de la Guardia Civil que nos defendi¨® contra ellos, en que los pol¨ªticos felones que predican un golpe separatista contra el Estado cuentan con el apoyo de medios de comunicaci¨®n subvencionados, donde cualquier cretino, cretina o cretine irremediable puede blasfemar contra los dioses (menos Al¨¢), la Monarqu¨ªa, las leyes (incluida la de gravedad, la m¨¢s grave), la biolog¨ªa o la igualdad de los ciudadanos y su derecho a educarse en la lengua com¨²n¡­ es evidente que vivimos insoportablemente amordazados. Menos mal que AI nunca duerme. Ahora que est¨¢n en racha, les sugiero otra actividad: manifestarse en Mosc¨², sin mordazas que valgan, contra Vlad¨ªmir Putin y la invasi¨®n de Ucrania. ?Bravo, ol¨¦ tus¡­!

Lo que no entiendo es por qu¨¦ la protesta fue ante el Parlamento. ?12 horas nada menos de plant¨®n! Pero los distribuidores de mordazas no habitan esa augusta sede. Los que cancelan a quien cuestione la cuestionable ley trans, los que amenazan con poner una bomba bajo el coche de los profesores que razonan contra ella e impiden la promoci¨®n de sus libros, los que pretenden excluir del debate p¨²blico al que no acepta sin rechistar el dogma chiflado del apocalipsis clim¨¢tico, los que declaran fascista infrecuentable al que sostiene que la ley debe ser igual para hombres y mujeres, los que fulminan al que sugiere que ni los animales tienen derechos ni los tri¨¢ngulos llevan pantalones¡­ sabemos en qu¨¦ radios, en que diarios, en que facultades o iglesias laicas ejercen su misi¨®n de inquisidores. ?Tendremos que se?alarles?