Debate inconmensurable
Hay razones de peso tanto para criticar la eliminaci¨®n de la sedici¨®n como para aplaudirla
Advertencia: esto es la ant¨ªtesis de un art¨ªculo de opini¨®n. Lo normal es que un analista clarifique un debate complejo, aportando luz, aunque sea la fugaz cerilla de una columna, a la oscuridad. Pero hoy voy a hacer lo contrario: complejizar una cuesti¨®n en la que casi todo el mundo parece tener opini¨®n clara, ya sea a favor o en contra, como es la derogaci¨®n del delito de sedici¨®n. Quisiera a?adir un poco de tinieblas a su visi¨®n tan di¨¢fana.
...
Advertencia: esto es la ant¨ªtesis de un art¨ªculo de opini¨®n. Lo normal es que un analista clarifique un debate complejo, aportando luz, aunque sea la fugaz cerilla de una columna, a la oscuridad. Pero hoy voy a hacer lo contrario: complejizar una cuesti¨®n en la que casi todo el mundo parece tener opini¨®n clara, ya sea a favor o en contra, como es la derogaci¨®n del delito de sedici¨®n. Quisiera a?adir un poco de tinieblas a su visi¨®n tan di¨¢fana.
Porque hay razones de peso tanto para criticar la eliminaci¨®n de la sedici¨®n como para aplaudirla. La derecha, y una parte de la izquierda, consideran acertadamente que la reforma del C¨®digo Penal responde al inter¨¦s y a la situaci¨®n de personas concretas, los independentistas procesados. Y esta singularidad de la ley viola la regla m¨¢xima de un Estado de derecho: la imparcialidad. Se ha cambiado un delito a deseo de los condenados por el mismo, y quiz¨¢s ha sido por un fin nobil¨ªsimo, pero hay que admitir que pagamos un coste. Discutamos si mucho o poco, pero no neguemos, como hace el Gobierno, ese precio.
Tambi¨¦n hay argumentos a favor. Primero, la taxatividad. De la misma manera que, si entro en un corral y me llevo unas gallinas, s¨¦ que se me juzgar¨¢ por robo y no por des¨®rdenes, debo conocer el alcance de unas acciones de desobediencia p¨²blica. Esto no ocurri¨® en 2017, cuando, con el C¨®digo Penal en la mano, corr¨ªan unos r¨ªos de tinta pronosticando la absoluci¨®n y otros profetizando condenas interminables. Ahora est¨¢ m¨¢s claro.
Segundo, la europeizaci¨®n, pero no del delito, sino de las condenas por unos hechos, graves, pero no equiparables a cr¨ªmenes atroces. Una cosa es que Oriol Junqueras no pagara y otra que pasara m¨¢s tiempo en la c¨¢rcel que un asesino. La europeizaci¨®n a la que aspiro es que las condenas a quienes alteran el orden legal de forma no sangrienta sean vistas en Europa como proporcionadas y no como en el caso del 1-O, donde todav¨ªa no me he encontrado a ning¨²n extranjero que afirme que no son severas.
Tercero, la paz social. Esta deber¨ªa ser la justificaci¨®n del Gobierno: tenemos un choque de dos bienes incontables, la imparcialidad legal y la concordia social, y optamos por lo segundo, no sin dudas y sin respeto a quienes critican la reforma, pero pensando que, a la larga, es lo mejor para Espa?a. Esto es la democracia, amigos: resolver conflictos inconmensurables. @VictorLapuente