La integraci¨®n militar europea despega con el Futuro Sistema A¨¦reo de Combate
El desbloqueo del proyecto impulsado por Alemania, Francia y Espa?a representa un gran paso hacia adelante
Europa ha dado esta semana un paso de enorme relevancia hacia su integraci¨®n militar con el despegue del Futuro Sistema A¨¦reo de Combate, un megaproyecto en el ¨¢mbito de la Defensa impulsado por Alemania, Francia y Espa?a. Las compa?¨ªas Airbus y Dassault, que manten¨ªan una prolongada disputa acerca de los respectivos papeles en aspectos cruciales del desarrollo del programa, anunciaron formalmente este jueves el hallazgo de un consenso que desbloquea la crisis, un par de semanas despu¨¦s de que los Gobiernos de Berl¨ªn y Par¨ªs dieran un decisivo empuj¨®n pol¨ªtico en ese sentido. La pista de despegue del FCAS, por sus siglas en ingl¨¦s, est¨¢ finalmente despejada.
El proyecto es la mayor iniciativa de cooperaci¨®n industrial de defensa en la historia europea y supone un aut¨¦ntico cambio de paradigma. Por el contenido, al suponer el desarrollo no solo de un avi¨®n de combate de nueva generaci¨®n, sino tambi¨¦n de una ¡°nube de combate¡± (un sistema de sistemas que permite la coordinaci¨®n entre distintos aparatos y dominios), de drones, de tecnolog¨ªas de baja observabilidad y de sensores (este es un pilar liderado por Indra, socio de referencia del proyecto por parte espa?ola). Por el valor pol¨ªtico, al afirmar la vinculaci¨®n de los dos grandes pa¨ªses del continente ¡ªAlemania y Francia¡ª en su mayor proyecto militar conjunto. Y por el momento geopol¨ªtico en el que se desbloquea, con la UE en plena reorientaci¨®n estrat¨¦gica ante el brutal desaf¨ªo ruso, del que Ucrania sufre las consecuencias m¨¢s directas, pero que interpela a todo el continente de cara al futuro.
El FCAS, lanzado en 2017 por Macron y Merkel, tiene vocaci¨®n de complementar, primero, y sustituir, despu¨¦s, los aparatos Raphale (Dassault) y Eurofighter (Airbus y otros) que constituyen ahora parte esencial de la aviaci¨®n de, respectivamente, Francia por un lado y Alemania y Espa?a por otro. El horizonte de entrada en servicio es alrededor de 2040. El proyecto ha sufrido hasta ahora serios problemas por las disputas y los recelos sobre el control de aspectos centrales del mismo. Par¨ªs y Berl¨ªn dieron a mediados de noviembre un impulso pol¨ªtico para relanzarlo, pero faltaba la fumata bianca a nivel de las empresas. Dada la envergadura del proyecto, no puede descartarse que en el futuro surjan nuevas fricciones, pero el paso actual encarrila el proyecto hacia adelante, hacia la irreversibilidad.
Esto tiene un valor trascendental a escala europea. El proyecto entierra d¨¦cadas de reticencias francesas a cooperar estrechamente con los alemanes en aspecto militares estrat¨¦gicos. Ambos pa¨ªses desarrollan adem¨¢s en paralelo un proyecto bilateral para un nuevo modelo de carro de combate. Para Espa?a, el FCAS representa el gran activo de participar como protagonista en el desarrollo de sistemas centrales para el futuro de la Defensa. Para los tres socios, constituir¨¢ un enorme col¨¢geno, militar, abocando a sus fuerzas armadas a coordinar requerimientos, y habilitando una mayor interoperabilidad de otros sistemas a trav¨¦s del conector de la ¡®nube de combate¡¯.
M¨¢s all¨¢ de los tres socios, el valor es generalizado. Si bien la conformaci¨®n de brigadas comunes suele atraer la atenci¨®n en los titulares, el camino hacia la integraci¨®n de Defensa europea pasa en primer lugar por la convergencia industrial, la constituci¨®n de sistemas comunes o al menos interoperables, la afirmaci¨®n de una autonom¨ªa estrat¨¦gica en la producci¨®n de armas. La UE adolece de una extrema fragmentaci¨®n en el armamento del que disponen las fuerzas armadas de sus pa¨ªses miembros, lo que supone graves problemas de interoperabilidad. A la vez, sufre a nivel industrial por el reducido tama?o de sus empresas del sector. Ninguna de ellas figura entre las 10 mayores del mundo por volumen de ventas, seg¨²n datos del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo relacionados a 2020 (seis estadounidenses, tres chinas y una brit¨¢nica; los datos de 2021 se publicar¨¢n el lunes).
El FCAS es un salto adelante enorme en estos sentidos, con la constituci¨®n de un n¨²cleo armament¨ªstico com¨²n fundamental y una convergencia en desarrollos de m¨¢ximo nivel entre empresas como Dassault, Airbus, Indra (los tres principales referentes industriales) y otras como Thales que estar¨¢n involucradas con distintos grados de intensidad.
El desbloqueo tambi¨¦n representa una buena noticia en un momento de relaciones muy turbulentas entre Alemania y Francia, con irritaci¨®n por el lado franc¨¦s por varias iniciativas alemanas como el ingente fondo de ayuda anticrisis energ¨¦tica que amenaza con distorsionar el mercado com¨²n, el proyecto para un sistema de defensa antimisiles con una docena de socios europeos o la visita de Scholz a China.
La construcci¨®n europea suele ser lenta, con procesos repletos de problemas que generan muchas frustraciones por el camino. Pero, cuando finalmente despegan, producen cambios profund¨ªsimos. Imaginar Alemania y Francia, los dos grandes enemigos hist¨®ricos, teniendo en com¨²n la producci¨®n y uso de un mismo sistema de combate a¨¦reo es sin duda uno de esos cambios.
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