Po¨¦tica
Es importante que la firmeza de unos buenos contenidos se exprese a trav¨¦s de unas formas adecuadas
A Juan Ram¨®n Jim¨¦nez le gustaba hablar de pol¨ªtica po¨¦tica m¨¢s que de po¨¦tica pol¨ªtica. A veces conviene hacerle caso. La tarea m¨¢s importante a la hora de escribir un poema es conseguir un buen acuerdo entre la forma y el contenido. Los partidarios de las iluminaciones religiosas o de las esencias no manchadas por la historia suelen proponer sublimes teor¨ªas sobre la hermandad natural entre el contenido y la forma. Parece que brotasen en un mismo golpe de alma. Pero no es as¨ª, la m¨²sica acordada necesita su intelige...
A Juan Ram¨®n Jim¨¦nez le gustaba hablar de pol¨ªtica po¨¦tica m¨¢s que de po¨¦tica pol¨ªtica. A veces conviene hacerle caso. La tarea m¨¢s importante a la hora de escribir un poema es conseguir un buen acuerdo entre la forma y el contenido. Los partidarios de las iluminaciones religiosas o de las esencias no manchadas por la historia suelen proponer sublimes teor¨ªas sobre la hermandad natural entre el contenido y la forma. Parece que brotasen en un mismo golpe de alma. Pero no es as¨ª, la m¨²sica acordada necesita su inteligencia expresiva a la hora de equilibrar los matices de dos decisiones diferentes: lo que se quiere contar y la forma de contarlo. La mejor manera de resultar cre¨ªble es procurar salvarse al mismo tiempo de la mentira y el ruido.
En las redes hay mucho ruido, un estr¨¦pito que por desgracia se ha extendido en una estrategia comunicativa que sustituye la informaci¨®n por el alboroto. Forma y contenido se buscan con malos modos, y la misi¨®n desacreditadora m¨¢s importante no consiste en hacer pasar mentiras por verdades, sino en hacer creer que las verdades son tambi¨¦n mentira. A los corruptos les interesa que todos parezcan corruptos, a los sectarios y los indecentes les conviene que el gallinero huela a sectarismo e indecencia. La forma ruidosa busca el doble efecto de desviar y degradar. Le resta importancia en la conversaci¨®n al contenido de las pensiones, los derechos laborales, los servicios p¨²blicos, la diversidad y la justicia social, porque consigue que estos asuntos centrales parezcan tambi¨¦n un griter¨ªo sectario.
Por eso es importante que la firmeza de unos buenos contenidos se exprese a trav¨¦s de unas formas adecuadas. Es entonces cuando quedan con el culo al aire los adjetivos innecesarios, los signos de exclamaci¨®n y las ca¨ªdas en el patetismo. La buena pol¨ªtica po¨¦tica convierte en costumbre la credibilidad mientras hablamos de la vida y de la muerte.