El terror del narco y la pregunta de una ni?a: ¡°?Por qu¨¦?¡±
Convivir a diario con el horror no implica acostumbrarse a ¨¦l
Al principio apenas se percibe un ¡°?por qu¨¦?¡±. ¡°Ag¨¢chate, ag¨¢chate¡±, se ve que le responde un hombre. ¡°?Por qu¨¦, mam¨¢?¡±, se vuelve a escuchar, ya un llanto entrecortado de una ni?a y se ve a decenas de personas tratar de resguardarse en el suelo de un avi¨®n, entre los asientos. Es el vuelo 165 de Aerom¨¦xico que el pasado jueves por la ma?ana deb¨ªa hacer el trayecto entre Culiac¨¢n y la Ciudad de M¨¦xico. La aeronave, que se encontraba en la pista pero no hab¨ªa iniciado maniobras de despegue, estaba siendo tiroteada. Como lo hab¨ªa sido casi al mismo tiempo una unidad de las Fuerzas Armadas que se encontraba en Culiac¨¢n como parte del operativo que captur¨® a Ovidio Guzm¨¢n, El Rat¨®n, el hijo de El Chapo, el narcotraficante del que, junto a Pablo Escobar, usted habr¨¢ le¨ªdo, visto y escuchado m¨¢s en toda su vida. Y, por mucho que eso haya sucedido, las im¨¢genes que dej¨® la batalla por su detenci¨®n nunca las hubiera imaginado.
Como ocurri¨® hace tres a?os, las huestes de Guzm¨¢n hicieron todo lo posible para evitar que su l¨ªder fuese sacado de Sinaloa. Durante pr¨¢cticamente un d¨ªa, el poder del narco siti¨® Culiac¨¢n, una ciudad de un mill¨®n de habitantes, y otros lugares del Estado. Se amaneci¨® con los enfrentamientos entre los criminales y los militares, con im¨¢genes de narcobloqueos y se fueron digiriendo las horas con im¨¢genes de terror que parec¨ªan no tener fin. Muchas llegaban a trav¨¦s de las redes sociales por periodistas que, como Marcos Vizarra, se juegan, literal, a diario el pescuezo en uno de los lugares m¨¢s complicados para hacer periodismo. ¡°Estoy dentro de un hotel al norte de la ciudad de Culiac¨¢n. Hace unas tres horas me quitaron mi carro y me puse resguardar aqu¨ª. Los armados entraron al Hotel de nombre Two y est¨¢n amenazando a clientes para que les den sus llaves de carros. Hay gritos y llantos¡±, tuite¨®, seguido despu¨¦s de unos mensajes en los que tranquilizaba y, aseguraba tambi¨¦n, que se desconectar¨ªa. ¡°Para dimensionar el tama?o de la respuesta del crimen organizado hoy en Sinaloa: 250 veh¨ªculos robados en un lapso de 12 a 14 horas. De 17 a 20 por cada hora, uno cada tres minutos, aproximadamente. ?Cu¨¢nta gente se necesita para hacer algo as¨ª?¡±, escrib¨ªa, por su parte, Adri¨¢n L¨®pez, tambi¨¦n periodista sinaloense, director de Noroeste.
Estoy dentro de un hotel al norte de la ciudad de Culiac¨¢n
— Marcos (@marcosvizcarra) January 5, 2023
Hace unas tres horas me quitaron mi carro y me puse resguardar aqu¨ª.
Los armados entraron al Hotel de nombre Two y est¨¢n amenazando a clientes para que les den sus llaves de carros.
Hay gritos y llantos
El poder del narco resulta omn¨ªmodo en algunos lugares de M¨¦xico. Convivir a diario con el horror no implica acostumbrarse a ¨¦l. El propio L¨®pez escrib¨ªa en este diario un art¨ªculo sobre las lecciones que dejaba la captura de Guzm¨¢n y cerraba: ¡°No sabemos si la violencia seguir¨¢, nada nos garantiza que no ser¨¢ as¨ª. Pero tarde o temprano los sinaloenses volveremos al trabajo, a la escuela, a la calle¡ porque no hay de otra y tenemos que vivir. La pregunta es ?cu¨¢nto tiempo nos tomar¨¢ volver a hacerlo sin miedo?¡±. Horas m¨¢s tarde, y por tanto, miles de lecciones tuiteras de sabelotodo despu¨¦s, clamaba en la red social: ¡°Aquellos que est¨¢n opinando que los sinaloenses ¡°ya estamos acostumbrados¡± a situaciones como las de ayer y que hasta ¡°nos lo merecemos¡±, van dos respuestas simples: 1. Nadie merece ni se acostumbra a ese miedo; y 2. No conocen Sinaloa¡±.
Usar los hechos de ayer en Sinaloa para ponerse pro-AMLO o anti-AMLO est¨¢ muy pinche.
— Adri¨¢n L¨®pez (@AdrianLopezMX) January 6, 2023
Nom¨¢s piensen que ayer TODO el d¨ªa los sinaloenses no pudimos salir a la calle, estudiar, trabajar, tomar un cami¨®n o un vuelo.
Se llama ¡°p¨¦rdida de libertad¡± y ah¨ª andan polarizando.
La detenci¨®n de El Rat¨®n, como la de cualquier capo del narco, deja en el camino numerosos interrogantes: c¨®mo fue la detenci¨®n, qui¨¦n colabor¨®, el balance que deja, c¨®mo queda el Cartel de Sinaloa, si Guzm¨¢n ser¨¢ extraditado¡ un largo etc¨¦tera de preguntas que se agolpan. Sin embargo, la m¨¢s contundente, la de esa ni?a que le pregunta entre llantos a su madre ¡°por qu¨¦¡± mientras suenan las balas en el avi¨®n en el que iban a viajar, se topa, a¨²n en 2023, con un rotundo silencio en M¨¦xico.
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