El derecho al aborto
La propuesta de Vox contra el libre ejercicio del derecho al aborto no deja de ser una advertencia de lo que puede representar su presencia en cualquier Gobierno
El embrollo en el que se encuentra el Gobierno de Castilla y Le¨®n a ra¨ªz de las medidas antiaborto anunciadas el jueves por el vicepresidente de la Junta y dirigente regional de Vox, Juan Garc¨ªa-Gallardo, en presencia del portavoz de Gobierno y consejero del PP, Carlos Fern¨¢ndez Carriedo, pone de manifiesto el peligro que la agenda pol¨ªtica de la ultraderecha representa para la libertad de las mujeres. Por m¨¢s que la Consejer¨ªa de Sanidad intentara el viernes rectificar en parte el anuncio del d¨ªa...
El embrollo en el que se encuentra el Gobierno de Castilla y Le¨®n a ra¨ªz de las medidas antiaborto anunciadas el jueves por el vicepresidente de la Junta y dirigente regional de Vox, Juan Garc¨ªa-Gallardo, en presencia del portavoz de Gobierno y consejero del PP, Carlos Fern¨¢ndez Carriedo, pone de manifiesto el peligro que la agenda pol¨ªtica de la ultraderecha representa para la libertad de las mujeres. Por m¨¢s que la Consejer¨ªa de Sanidad intentara el viernes rectificar en parte el anuncio del d¨ªa anterior, en las hemerotecas quedan las palabras exactas con las que el vicepresidente expuso el paquete de medidas, seg¨²n ¨¦l ¡°consensuadas¡± con el PP, para evitar abortos. Incluye la obligaci¨®n de ofrecer ayuda psicol¨®gica a las embarazadas, la posibilidad de escuchar el latido del coraz¨®n del feto y de ver una ecograf¨ªa en 4D. El vicepresidente precis¨® que ser¨ªa ¡°imperativo¡± para los facultativos, aunque las embarazadas podr¨ªan rechazarlos.
La mera oferta supone tratar a las mujeres como menores de edad y es de una crueldad pasmosa, pues culpabiliza a las embarazadas que quieren abortar y a?ade sufrimiento psicol¨®gico a una decisi¨®n siempre dolorosa y compleja. Ante el silencio del portavoz del Ejecutivo, del PP, Garc¨ªa-Gallardo anunci¨® que si estas medidas serv¨ªan para evitar que un ni?o sea abortado, ¡°las consecuencias negativas de participar en un Gobierno habr¨¢n merecido la pena¡±. Este planteamiento es un retroceso grave, pero tambi¨¦n una injerencia intolerable no solo en la capacidad de las mujeres para decidir libremente sobre su embarazo, sino tambi¨¦n una injerencia en el ejercicio de la profesi¨®n m¨¦dica y su capacidad de decidir de acuerdo con criterios cient¨ªficos y profesionales. Escuchar el latido del coraz¨®n no forma parte de ning¨²n requerimiento sanitario y obligar a ofrecerlo implica la instrumentalizaci¨®n de los profesionales para llevar a cabo una actuaci¨®n que solo obedece a motivaciones religiosas e ideol¨®gicas.
El mero ofrecimiento supone una coacci¨®n inaceptable para las mujeres que deciden abortar y bordea el ensa?amiento sin la menor comprensi¨®n ante la dificultad emocional de esa decisi¨®n. De llevarse a la pr¨¢ctica, supondr¨ªa trasladar a la propia prestaci¨®n sanitaria la coacci¨®n que han venido practicando los grupos provida a las puertas de las cl¨ªnicas donde se realizan abortos, algo que pasar¨¢ a ser delito en cuanto la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva aprobada en el Congreso de los Diputados reciba la luz verde del Senado.
La insistencia de Vox en que las medidas hab¨ªan sido consensuadas con la Consejer¨ªa de Sanidad, que ostenta el PP y que el programa sigue adelante, fue corroborada a ¨²ltima hora del viernes en declaraciones del consejero de Sanidad para ¡°instar¡± al personal m¨¦dico a ofrecer ese protocolo, que en ning¨²n caso deber¨ªa prosperar porque es incompatible con la legislaci¨®n vigente sobre los derechos de las mujeres. En todo caso, lo ocurrido no deja de ser una advertencia de lo que puede representar la presencia de Vox en cualquier Gobierno.