Waka waka, Shakira
Que tire la primera piedra quien no haya empatizado con esta frase gloriosa: ¡°Yo valgo por dos de 22¡å. Ni Vargas Llosa lo habr¨ªa expresado mejor
Puede que Shakira se arrepienta alguna vez de su despecho p¨²blico, o puede que no, pero de momento nos ha regalado una frase el¨¦ctrica para avivar el sentimiento de empoderamiento de la mujer y celebrarlo. ¡°Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan¡±. De ¨¦poca.
Reconozc¨¢moslo: de entre todos los sentimientos que ofrece la paleta diab¨®lica del desamor, el despecho puede ser el menos malo. Es m¨¢s activo que el odio, m¨¢s vital que la soledad, tremendamente humano, corrosivo, pura dinamita, s¨ª, pero tambi¨¦n preferible a la depresi¨®n y al hundimiento en que te puede sumir un abandono. Salir de la madriguera y hacerlo con una canci¨®n (ella que puede) tiene su punto pat¨¦tico, pero al menos contagia empat¨ªa a quienes sufren cosas parecidas, el ¨²nico placer posible en esa tesitura.
Campeones hay muy pocos y solo uno emparejado con una grande de la canci¨®n latina; las mujeres comunes no vemos copas del mundo al otro lado de la cama ni bailamos como diosas aunque lo intentemos, pero que tire la primera piedra quien no haya empatizado con esta otra frase gloriosa: ¡°Yo valgo por dos de 22¡å. Ni Mario Vargas Llosa lo habr¨ªa expresado mejor.
Una de las ventajas del arte y la literatura es que permite vengarse de forma limpia y ficticia de esos malos jefes, novios, vecinos o seres nocivos que pueden quedar tan bien retratados sin herir a nadie. Hasta Goya puso el rostro de la duquesa de Alba de la ¨¦poca en varios grabados en los que quiso representar los celos y la infidelidad. Pero no hab¨ªa YouTube ni Instagram.
En las ¨²ltimas semanas hemos visto tantas exhibiciones de despecho y desamor por tierra, mar y aire que vamos a tener que dise?ar un nuevo g¨¦nero en las estanter¨ªas mentales de nuestra cultura popular: desde Corinna Larsen con sus podcast contra Juan Carlos a Tamara Falc¨® y sus vicisitudes de cornamenta, o su propia madre y el Nobel de Literatura en sus distintas formas de expresi¨®n, sean el Hola o un relato en Letras Libres. Lo privado es privado hasta que se demuestra lo contrario, que es cuando ellos mismos lo han hecho p¨²blico. Y empieza a empachar. Pero la de Shakira es la m¨¢s divertida. Y adem¨¢s no llora, sino factura. Waka, waka. Por un d¨ªa al menos no estaremos hablando (demasiado) de Pedro S¨¢nchez y Carles Puigdemont.
Lecci¨®n aprendida: mejor no enamorarse de un rey, un futbolista, una cantante, una famosa, una hija de famosa, ni de un escritor. No vaya a ser que nos sal-pique.
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