Corinna Larsen, en su ¡®podcast¡¯ sobre el rey Juan Carlos I: ¡°Volv¨ªa con bolsas llenas de dinero¡±
La empresaria relata, en pleno juicio contra el rey em¨¦rito, detalles de la relaci¨®n ¨ªntima que mantuvo con ¨¦l. EL PA?S accede a los dos primeros episodios, que saldr¨¢n a la luz el lunes
Tandredi, la consultora de relaciones p¨²blicas que asesora a Corinna Zu Sayn-Wittgenstein (Corinna Larsen, en su apellido de soltera), tiene oficinas en Londres, Mil¨¢n y Nueva York. En su p¨¢gina web presume de ¡°asegurar que sus clientes exuden credibilidad, coherencia y seguridad al transmitir sus mensajes¡±.
La mujer que mantuvo una relaci¨®n ¨ªntima con Juan Carlos I entre 2004 y 2009 sabe que la batalla judicial que ha planteado contra el rey em¨¦rito ante los tribunales brit¨¢nicos no se libra solo con precedentes, hechos y argumentos jur¨ªdicos. Su historia de amor y despecho tambi¨¦n se juzga en la corte de la opini¨®n p¨²blica, y es en ese terreno donde puede lograr torcer el brazo a su rival. D¨ªas antes de que se reanuden las sesiones en el Tribunal de Apelaci¨®n del Reino Unido, la productora de podcasts Project Brazen, impulsada por los periodistas Bradley Hope y Tom Wright, ha anunciado el lanzamiento de Corinna y el Rey, una revisi¨®n de la historia de esta relaci¨®n en la que ha participado sobre todo la protagonista, pero tambi¨¦n otros entrevistados como los periodistas Pilar Eyre, David Jim¨¦nez, o el historiador Paul Preston. EL PA?S ha podido escuchar los dos primeros episodios, que se estrenan el lunes.
¡°Cuando la gente define aquello como un affaire y a m¨ª me presentan como una querida, no es que sea peyorativo, es que simplemente no refleja la profundidad y amplitud de esta relaci¨®n. Nunca me sent¨ª tan casada antes [hubo dos matrimonios anteriores] como me sent¨ª con el Rey de Espa?a. En mi coraz¨®n, ¨¦l era mi marido¡±, explica Larsen, para introducir su relaci¨®n con Juan Carlos I.
A pesar de un lanzamiento un tanto extra?o, a trav¨¦s de una enigm¨¢tica web de moda llamada Royal Hunt (Cacer¨ªa Real), el producto final tiene la apariencia de un trabajo period¨ªstico serio. Al p¨²blico espa?ol no le sorprender¨¢ la historia de un joven pr¨ªncipe enviado desde Portugal a Espa?a para permanecer bajo el control de Francisco Franco; el romance y matrimonio de Juan Carlos y Sof¨ªa; los detalles ya conocidos de la Transici¨®n a la democracia o el papel del joven Rey en el 23-F. Pero a ese relato hist¨®rico se le a?ade el que tiene que ver con las dotes de conquistador desplegadas por el em¨¦rito, seg¨²n Larsen, y tambi¨¦n aspectos de su vida social. Como aquel en el que cuenta que el entonces Monarca aparec¨ªa en casa con ¡°bolsas de dinero¡± y explicaba despreocupadamente que eran regalos de ¡°amigos¡±.
¡°Lo que le dije fue que era una enorme concesi¨®n aceptar que alguien [con quien vas a mantener una relaci¨®n] tuviera una esposa¡±, explica la empresaria en la entrevista. ¡°No tengo ning¨²n problema moral con eso, porque son dos adultos con pleno consentimiento, que b¨¢sicamente se pusieron de acuerdo en casarse con un prop¨®sito determinado, y los dos obtuvieron de ese matrimonio lo que fuera que buscaban. Pero otra cosa es pasar a formar parte de una estructura parecida a un har¨¦n, algo en lo que no estaba interesada ni de lejos¡±, prosigue. ¡°Me llamaba al menos 10 veces al d¨ªa. Enviaba flores y cartas. Cientos de cartas. [¡] Expresaba sus emociones de una manera muy profunda. No eran cartas cargadas de t¨®picos y estereotipos. Eran muy sinceras, todas escritas a mano. Me dec¨ªa lo mucho que me echaba de menos. Me dio claramente la impresi¨®n de que echaba en falta a una persona con la que pudiera hablar de todo¡±. Construye Larsen un relato en el que, aparentemente, dos adultos comenzaban a poner en pie un futuro en com¨²n.
Batalla por el dinero
El pleito de Larsen contra Juan Carlos I se dilucida en la jurisdicci¨®n civil brit¨¢nica. En ning¨²n momento se plantean penas de c¨¢rcel, ¨®rdenes de arresto o solicitudes de extradici¨®n. Se trata de dinero. Y, sobre todo, sigue sobre la mesa la posibilidad de poner fin al asunto si las partes alcanzan un acuerdo extrajudicial.
A finales de diciembre de 2020, la demandante relat¨® en su reclamaci¨®n de da?os el acoso que, siempre seg¨²n su versi¨®n, hab¨ªa sufrido directamente del rey em¨¦rito o de personas en su nombre, como el exdirector del CNI F¨¦lix Sanz Rold¨¢n. La pretensi¨®n del em¨¦rito, seg¨²n Larsen, era recuperar los casi 65 millones de euros que hab¨ªa transferido a la empresaria de manera ¡°irrevocable¡± en 2012, o reanudar la relaci¨®n sentimental, y esa pretensi¨®n dio lugar a las supuestas amenazas, difamaciones, vigilancia electr¨®nica y seguimientos a los que ella y su equipo de asesores se vieron sometidos. La consecuencia de todo eso, seg¨²n su escrito, es una ansiedad y una angustia que han requerido tratamiento m¨¦dico; el deterioro de las relaciones con sus hijos y familiares, y la p¨¦rdida de muchos de sus multimillonarios clientes.
Larsen ped¨ªa en su demanda una orden judicial que impidiera a Juan Carlos I comunicarse con ella, seguirla, difamarla o acercarse a una distancia inferior a 150 metros. Y exig¨ªa una compensaci¨®n, que no cuantificaba, por da?os y perjuicios.
El juicio apenas ha superado su fase preliminar, pero reclama la atenci¨®n de los medios con cada nueva vista oral. La pr¨®xima tendr¨¢ lugar el mi¨¦rcoles. Y, 24 horas antes, los dos primeros episodios del podcast Corinna y el Rey saldr¨¢n a la luz. Casi hora y media de duraci¨®n entre los dos, con detalles pretendidamente rom¨¢nticos del n¨²cleo ¨ªntimo que llegaron a formar ella, su hijo Alexander y el rey em¨¦rito: ¡°Me dec¨ªa que hab¨ªa estado muy ocupado [cuando sus hijos eran peque?os] y no estaba lo suficientemente concentrado como para ser un magn¨ªfico padre. Pero que disfrutaba mucho ahora en desempe?ar este papel, especialmente con Alexander. Literalmente, lo cambiaba, lo vest¨ªa, le ense?aba un mont¨®n de cosas¡±, describe.
Hasta que, curiosamente, al final del segundo episodio comienza a surgir un relato que es el presagio de la tormenta venidera: ¡°Hab¨ªa cosas que a m¨ª me resultaban muy poco habituales, hasta el punto de que yo me refer¨ªa a todo eso como ¡®la corte de los milagros¡¯. [Juan Carlos] llamaba, por ejemplo, al propietario de alg¨²n chateux de vino de Burdeos y le dec¨ªa lo mucho que le gustaba su vino y que si pod¨ªa enviarle m¨¢s. Y de repente aparec¨ªan 20 cajas de este vino car¨ªsimo. Sus deseos eran las ¨®rdenes de los dem¨¢s. Y la gente hac¨ªa lo imposible por agradarle¡±, cuenta Larsen con aparente asombro. ¡°Lo observaba regresar de algunos viajes y parec¨ªa tan feliz como un ni?o de cinco a?os. Volv¨ªa con bolsas llenas de dinero, y yo le preguntaba: ¡®Por Dios, ?qu¨¦ es eso?¡¯, ¡®Oh, me lo ha dado tal amigo, o este otro amigo¡¯, me respond¨ªa. Era una situaci¨®n bastante habitual¡±, relata la entrevistada. Fin del segundo episodio. Una semana por delante hasta la emisi¨®n del siguiente, y un juicio por el medio, con el gasto que supone para ambas partes en abogados y asesores.
Fuentes conocedoras del presupuesto que puede suponer un caso as¨ª en la justicia brit¨¢nica aventuran que, entre la contrataci¨®n del jurista litigante, la estrategia procesal y el despliegue de relaciones p¨²blicas, la empresaria lleva ya gastados al menos 600.000 euros.
¡°No hemos coordinado ni consultado con Corinna Zu Sayn-Wittgenstein el momento de la publicaci¨®n del podcast¡±, defiende uno de los periodistas detr¨¢s del proyecto, Bradley Hope. ¡°De hecho, ni siquiera sab¨ªa de la coincidencia con una de las vistas. En junio decidimos que quer¨ªamos sacarlo al aire antes de diciembre, y lo normal es que las entregas sean semanales, para ir generando audiencia¡±, explica.
De momento, el anuncio del lanzamiento del podcast ha servido para recordar al p¨²blico que sigue en marcha una pelea sin cuartel en los tribunales brit¨¢nicos. Y que la figura de Corinna Larsen sigue siendo un quebradero de cabeza no resuelto tanto para Juan Carlos I como para la Casa del Rey, pero que podr¨ªa resolverse de inmediato con un acuerdo fuera de los tribunales.
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