Esc¨¢ndalo
Despu¨¦s de o¨ªr la canci¨®n ma?ana, tarde, noche, en la radio del veh¨ªculo oficial y en la soledad de sus sue?os, habitados por fantasmas, se convenci¨® de que los espa?oles, muy espa?oles, gustan de los esc¨¢ndalos, y que el camino no se hallaba en las nostalgias de Rosal¨ªa de Castro, sino en el ba?ador de Fraga Iribarne sobre las aguas nucleares
Lleg¨® a Madrid y lo dejaron que ordenase su despacho y que cambiase las fotograf¨ªas del escritorio. Feliz con la nueva responsabilidad, acomodado en el sill¨®n, se puso a hablar, mezclando en los labios las sonrisas y las palabras. Al terminar la explicaci¨®n de sus planes, uno de los asesores pregunt¨®: ?a ti te gusta Raphael? S¨ª, bueno, claro, respondi¨®, aunque confieso que me gusta m¨¢s Julio Iglesias, y empez¨® a cantar en voz baja La vida sigue igual. Pocos amigos que son de verdad, cuantos te halagan si triunfando est¨¢s, unos que nacen otros morir¨¢n, la vida sigue igual. Bien, una forma simp¨¢tica de unir las crisis pol¨ªticas, las destituciones de los compa?eros y el conservadurismo moderado. La vida es bella porque todo sigue igual, las cosas en su sitio.
Inmediatamente alguien llam¨® por tel¨¦fono para que le obligasen a escuchar una canci¨®n de Raphael. Esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo. Esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo. La orden era precisa: conven¨ªa que le pusiesen la canci¨®n muchas, muchas veces. Mi cuerpo no se acostumbra a este amor entre penumbras que es m¨¢s fuerte que un volc¨¢n. Esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo¡
Despu¨¦s de o¨ªr la canci¨®n ma?ana, tarde, noche, en la radio del veh¨ªculo oficial y en la soledad de sus sue?os, habitados por fantasmas, se convenci¨® de que los espa?oles, muy espa?oles, gustan de los esc¨¢ndalos, y que el camino no se hallaba en las nostalgias de Rosal¨ªa de Castro, sino en el ba?ador de Fraga Iribarne sobre las aguas nucleares. Aunque las cosas vayan bien, esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo. Aunque no suframos la pasada corrupci¨®n sistem¨¢tica en las instituciones, esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo. Aunque la econom¨ªa ofrezca un respiro y Europa nos mire con envidia, esc¨¢ndalo, es un esc¨¢ndalo. Aunque el doloroso proc¨¦s catal¨¢n est¨¦ pacificado, Espa?a se rompe, y este r¨ªo desbordado, no se puede controlar, si lo nuestro es un pecado, no dejar¨¦ de pecar.
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