Elisa y sus verdades a Ayuso
Sin acciones como las de esta maravillosa mujer joven, que se atrevi¨® a hablarle sin tapujos a la presidenta madrile?a, el futuro se queda en suspenso y solo podemos optar a conservar los restos del naufragio
He escrito para este peri¨®dico textos dedicados a mujeres y hombres ilustres que merec¨ªan una p¨¢gina. Por significar mucho para mucha gente. Por contar la realidad mejor que nadie. Por haber ganado el Premio Nobel, o por haber fallecido y habernos sumido en la desolaci¨®n: Chirbes, Ernaux, Lessing, Almudena Grandes¡ Personas con radiante nombre propio que protagonizan un an¨¢lisis o una evocaci¨®n. Hoy, sin embargo, merece un elogio escrito una mujer joven, que a¨²n no tiene un nombre radiante, pero que quiz¨¢ lo tenga pronto. Porque ha demostrado ser l¨²cida y valiente, dos atributos nada comunes. Elisa Lozano Trivi?o, mejor alumna de su promoci¨®n en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de la Universidad Complutense, se ha atrevido, subida a la palestra, con un auditorio elegido para halagar a Isabel D¨ªaz Ayuso, con un auditorio en contra y ante la propia presidenta, a decir verdades como pu?os y a solidarizarse con los compa?eros y compa?eras que protestaban, rodeados de coches de polic¨ªa, sobrevolados por un helic¨®ptero cuya misi¨®n era proteger a la pol¨ªtica. El d¨ªa de fiesta de Elisa Lozano Trivi?o, galardonada por sus m¨¦ritos, se hab¨ªa transformado en un d¨ªa triste, de luto, para una ciudadan¨ªa que asiste a la degradaci¨®n de sus servicios p¨²blicos y a la devaluaci¨®n de su vida cotidiana. Un Madrid sin Atenci¨®n Primaria, un Madrid de propinas para camareros y camareras, un Madrid en el que ¡°se empieza autorizando la creaci¨®n de m¨¢s universidades privadas, se deriva dinero para ellas, se ahoga a la p¨²blica detray¨¦ndole estos fondos para generar agujeros econ¨®micos que influyen en la calidad y el prestigio de su docencia e investigaci¨®n¡ Por ¨²ltimo, Ayuso provoca su propio nombramiento como alumna ilustre para acabar de desprestigiar a la instituci¨®n¡±. En el an¨¢lisis del doctor en Filolog¨ªa italiana Manuel Gil Rovira, persona vinculada a la Complutense por gen¨¦tica y afectos, hay un chiste y una gran verdad. El proceso descrito se parece mucho al que ahora motiva la protesta y la huelga de los profesionales de la salud en Madrid.
Yo estudi¨¦ en la Complutense y viv¨ª las protestas y manifestaciones contra las subidas de las tasas a finales de la d¨¦cada de los ochenta. Una estudiante fue herida de bala. La polic¨ªa rebas¨® los l¨ªmites de la universidad para reprimir a las personas que nos atrincher¨¢bamos all¨ª. La acci¨®n del decano de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, Dr. Est¨¦banez, expuls¨® a las fuerzas del orden de un lugar en el que no deber¨ªan haber entrado con sus porras en ristre. Entonces, nos enorgullecimos de pertenecer al alumnado de la instituci¨®n y de contar con decanos, tan buenos, coherentes y sensatos, como lo era Est¨¦banez. Hoy, yo, igual que Elisa Lozano Trivi?o, no me siento orgullosa y estoy de luto. Sin embargo, ella esta ma?ana ha logrado conmoverme y movilizarme. Hacerme sentir extraordinariamente orgullosa de una mujer joven, l¨²cida y valiente, que se ha atrevido a enfrentarse a la realidad en condiciones adversas reforzando el prestigio de una universidad cuyo nombre se opaca con el nombramiento de hoy. Espero que la Complutense sea m¨¢s Elisa Lozano Trivi?o que Isabel D¨ªaz Ayuso. Yo no me habr¨ªa atrevido a hacer lo que Elisa Lozano Trivi?o ha hecho. Habr¨ªa pensado en mi futuro y en mi integridad f¨ªsica. Pero, sin acciones como las de esta maravillosa mujer joven, el futuro se queda en suspenso y solo podemos optar a conservar los restos del naufragio. Elisa me ha devuelto parte de la esperanza y, desde aqu¨ª, yo, como madrile?a, estudiante complutense y mujer con voz p¨²blica, se lo quiero agradecer.
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