Putin quiere que dure
La guerra larga es econ¨®micamente un desastre global. Entra?a un peligro nuclear permanente y un enorme potencial expansivo
A nadie le interesa tanto la guerra larga como a Putin. Apost¨® por la m¨¢s corta posible, la guerra rel¨¢mpago, pero perdi¨® y pas¨® a la fase siguiente. Ahora solo le interesa una guerra prolongada, hasta que se enquiste como un tumor maligno y paralizante en el costado de Europa.
Siempre habr¨¢ un dep¨®sito de ben¨¦volos argumentos para desviar las responsabilidades y aliviar la buena conciencia. La industria de guerra proporciona el m¨¢s impresionante. Hay pocas dudas sobre la evoluci¨®n de...
A nadie le interesa tanto la guerra larga como a Putin. Apost¨® por la m¨¢s corta posible, la guerra rel¨¢mpago, pero perdi¨® y pas¨® a la fase siguiente. Ahora solo le interesa una guerra prolongada, hasta que se enquiste como un tumor maligno y paralizante en el costado de Europa.
Siempre habr¨¢ un dep¨®sito de ben¨¦volos argumentos para desviar las responsabilidades y aliviar la buena conciencia. La industria de guerra proporciona el m¨¢s impresionante. Hay pocas dudas sobre la evoluci¨®n de las acciones de los fabricantes de armas, pero no es razonable deducir que quienes las dirigen o son sus tenedores se han organizado y han conseguido obstaculizar cualquier iniciativa para pararla o terminarla.
De igual o peor calibre es el que atribuye a la Casa Blanca la voluntad y el inter¨¦s por prolongarla y exhibe como prueba los continuos y crecientes suministros de armas a Ucrania. A Estados Unidos, como a los 50 pa¨ªses aliados de Ucrania, le interesa terminar cuanto antes. Lo han explicado dos acad¨¦micos estadounidenses, Samuel Charap y Miranda Priebe, en un trabajo muy ponderado titulado Evitando la guerra larga, de Rand Corporation, disponible aqu¨ª.
La guerra larga es econ¨®micamente un desastre global. Entra?a un peligro nuclear permanente y un enorme potencial expansivo, que amenaza los prop¨®sitos iniciales de Biden de mantenerla circunscrita a Ucrania y evitar la participaci¨®n directa de la OTAN. Putin lo sabe. Cuanto m¨¢s larga, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ mantener la unidad hasta ahora ejemplar de los aliados. O que se concentren en otras tareas, como responder adecuadamente al desaf¨ªo de China, tanto el global como el asi¨¢tico de dominar Taiw¨¢n. La guerra larga interesa en todo caso a Xi Jinping, primer beneficiario de una Rusia exhausta y rota, lista para que su enorme vecino empiece a engullirla lentamente.
Una demanda c¨¦lebre de Winston Churchill a Franklin Delano Roosevelt en 1940, despu¨¦s de la retirada brit¨¢nica del continente en las playas de Dunkerque, explica perfectamente el actual esquema: ¡°Dadnos las herramientas y nosotros terminaremos la faena¡±. No fue as¨ª en la Segunda Guerra Mundial, pero ahora es lo que Zelenski est¨¢ diciendo a Biden y a todos los aliados. De ah¨ª la disposici¨®n a armar a Ucrania para que venza a Putin, en una operaci¨®n como la llamada lend and leasing (pr¨¦stamo y arriendo) con la que Washington pertrech¨® a brit¨¢nicos y sovi¨¦ticos para que vencieran a Hitler, antes de verse obligados a entrar directamente en el conflicto por el ataque japon¨¦s a Pearl Harbor.
No termina aqu¨ª el argumento sospechoso respecto a Estados Unidos. La segunda parte va m¨¢s lejos. A la falacia se suma la ignominia. Ya no habr¨ªa guerra si Ucrania se hubiera quedado desarmada, claro. Tampoco habr¨ªa Ucrania. Y a buen seguro, muy poca Uni¨®n Europea y escasa Alianza Atl¨¢ntica. Quiz¨¢s nada quedar¨ªa de ambas. El sue?o de Putin hecho realidad.