?Petr¨®leo en la Amazonia, Lula?
La posible exploraci¨®n de combustibles f¨®siles pone a prueba el compromiso del nuevo Gobierno brasile?o con el medio ambiente
Despu¨¦s de cuatro a?os de destrucci¨®n sistem¨¢tica del medio ambiente por parte del extremista de derecha Jair Bolsonaro, los discursos de Luiz Inacio Lula da Silva en los que se compromet¨ªa a proteger la Amazonia fueron m¨¢s que un alivio. Era una bocanada de aire fresco despu¨¦s de cuatro a?os de asfixia programada y viendo la selva arder. Este enero, el primer mes del nuevo Gobierno, la deforestaci¨®n en la Amazonia ya ha sido un 61% menor que en enero de 2022, el ¨²ltimo a?o de Bolsonaro. Lula tambi¨¦n ha reaccionado con rapidez y energ¨ªa ante el genocidio del pueblo yanomami. Pero esa era la decisi¨®n f¨¢cil. La m¨¢s dif¨ªcil est¨¢ por llegar. Y el nombre de ese cap¨ªtulo es petr¨®leo.
En un momento en que los combustibles f¨®siles son los villanos que han llevado el planeta al colapso clim¨¢tico, parece surrealista que haya un proyecto en Brasil que re¨²na, en la misma l¨ªnea, petr¨®leo y Amazonia. Pero existe. Petrobras, la poderosa petrolera estatal, ya ha manifestado su intenci¨®n de seguir con sus planes de explorar la desembocadura del r¨ªo Amazonas, una regi¨®n extremadamente sensible y poco estudiada. El Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por Marina Silva, ha dejado claro que analizar¨¢ el proyecto con lupa. La gran inc¨®gnita es qu¨¦ har¨¢ Lula al respecto.
La encrucijada a la que se est¨¢ llegando podr¨ªa reproducir algunos de los choques que tuvieron lugar en los dos primeros mandatos de Lula, incluida la construcci¨®n de la desastrosa central hidroel¨¦ctrica de Belo Monte. Entonces, en el pulso entre dos rutas muy diferentes para su Gobierno, Lula le dio boleto al medio ambiente y provoc¨® la dimisi¨®n de Marina Silva. ?Qu¨¦ har¨¢ ahora, en su tercer mandato?
Marina Silva vuelve a dirigir el ministerio porque su apoyo fue decisivo en el frente amplio que llev¨® a Lula a la victoria. Por otra parte, hay fuerzas poderosas de la vieja econom¨ªa que presionan para que se hagan concesiones. En Brasil, Lula tiene ante s¨ª un Congreso hostil al medio ambiente y entre los que le ayudaron a ganar las elecciones hay notorios destructores de la Amazonia que ya han empezado a pasarle la factura. Por otro lado, gran parte del apoyo internacional de Lula depende de que sea capaz de proteger la mayor selva tropical del planeta y otros biomas estrat¨¦gicos, como El Cerrado. Esta vez, no ser¨¢ el programa social para los pobres lo que lo convierta en una figura popular a nivel mundial, como en el pasado, sino la conservaci¨®n de la selva.
Tambi¨¦n est¨¢ el factor subjetivo: como todos los brasile?os de su generaci¨®n, Lula ve en el petr¨®leo un s¨ªmbolo de riqueza y progreso. La fotograf¨ªa donde aparece con las manos sucias de ¡°oro negro¡±, que marca el descubrimiento de un nuevo yacimiento petrol¨ªfero durante su Gobierno, se ha convertido en un s¨ªmbolo de la abundancia de su segundo mandato. Lula es famoso por su capacidad para ¡°conciliar¡±. Amazonia y petr¨®leo, sin embargo, en 2023 son inconciliables. El mundo pronto sabr¨¢ si el Lula del tercer mandato ha comprendido esta obviedad.
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