Que no nos salpique el drama
Los lectores escriben sobre hacer o¨ªdos sordos a los problemas de los dem¨¢s, la excelencia que se les pide a los ni?os, el jugador Neymar y la situaci¨®n en Venezuela
Se nos llena la boca hablando de salud mental, la necesidad, la urgencia de un acceso r¨¢pido y gratuito. Las cifras de la angustia asoman levemente y sin grandes gritos, no vaya a ser que el llamado efecto contagio, nos recuerde que la vida es otra cosa. Damos me gusta a ese v¨ªdeo sobre saber escuchar mientras nos colocamos los auriculares para no o¨ªr lo que nos cuenta el vecino del quinto, ese abuelo cuya ¨²nica visita es la de servicios sociales; a ese post tan bueno sobre la empat¨ªa mientras fingimos no ver a la chica que llora desconsolada en aquella sala de espera; a ese v¨ªdeo sobre el amor y la amabilidad mientras gritamos a ese compa?ero que desde hace d¨ªas est¨¢ desubicado, justo desde el d¨ªa que le rompieron el coraz¨®n. Y vamos sumando recorrido y vamos sumando me gustas. Cerramos los ojos ante las llamadas de auxilio, ante la mirada triste de ese amigo que nos est¨¢ pidiendo tomar un caf¨¦, de esa compa?era que ya no se r¨ªe, de ese hijo que ya no sabe c¨®mo llamar nuestra atenci¨®n¡ pero no hay tiempo, nunca hay tiempo. Y de repente, la llamada que nadie quiere escuchar. Vamos salvando agujeros, que no nos salpique el drama.
Ana Marcos Nafr¨ªa. Soria
La excelencia empieza en la infancia
En una visita a un colegio para que mi hija curse primero de infantil, su director me ha explicado muy elocuentemente que a los ni?os hay que exprimirlos. Que mis dudas sobre infantil no son pertinentes, ya que tendr¨ªa que querer trabajar la excelencia para cuando sea mayor. Excelencia. Con tres a?os. Yo quiero otras cosas: que no aparte la mirada cuando se mire a un espejo, que conf¨ªe en su voz y no tenga miedo a alzarla, que se haga preguntas y cambie muchas veces de opini¨®n, que tenga dudas pero que no dude de s¨ª misma, que no pierda la curiosidad en el mundo y en las personas, que entienda y se preocupe por los sentimientos de los dem¨¢s y por los suyos, que su ritmo de vida no la condene al uso de psicof¨¢rmacos como a su madre. La excelencia marca mi vida... y el diazepam.
Nuria ?lvarez Crespo. Madrid
Siempre lo mismo
Neymar, el fichaje m¨¢s caro de la historia, jugador del PSG, ser¨¢ recordado por sus lesiones y asuntos fuera del terreno de juego. El brasile?o, que siempre ha estado a las puertas de llegar a la cima, compitiendo por las primeras posiciones en el Bal¨®n de Oro, nunca ha completado las temporadas exento de lesi¨®n o baja ¡°casual¡± por el cumplea?os de su hermana o los carnavales de Brasil. A sus 30 a?os, en el punto m¨¢s importante de la temporada, vuelve a recaer. Al final, tanto talento es desaprovechado por tan poca disciplina.
Marta Miguel Gamero. Els Monjos (Barcelona)
Venezuela hoy
Despu¨¦s de m¨¢s de seis a?os de ausencia vuelvo a Venezuela. El desabastecimiento de alimentos es cosa del pasado, pero los precios son exorbitados e inaccesibles para la gran mayor¨ªa. Nunca el pa¨ªs ha vivido dos realidades tan diferentes: la de una minor¨ªa que puede acceder al surgimiento de los nuevos templos de consumo y ocio, y la gran mayor¨ªa de los venezolanos que sobreviven con sueldos m¨ªseros ante una anarqu¨ªa de precios. Muchos dependen de las migajas de una propina y otros tantos agudizan el ingenio para la sobrevivencia.
Alejandro Rodr¨ªguez Andara. Vitoria-Gasteiz
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