Las pensiones del futuro
Bruselas respalda la reforma del Gobierno para aumentar los ingresos y garantizar la sostenibilidad del sistema
El Gobierno ha presentado la propuesta de reforma del sistema de pensiones comprometida en el marco del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia, y a la que estaba sujeto el cuarto desembolso de 10.000 millones de euros, que debe producirse a lo largo de la primavera de 2023. La...
El Gobierno ha presentado la propuesta de reforma del sistema de pensiones comprometida en el marco del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia, y a la que estaba sujeto el cuarto desembolso de 10.000 millones de euros, que debe producirse a lo largo de la primavera de 2023. La evoluci¨®n demogr¨¢fica y de nuestro mercado de trabajo apunta a un notable incremento de los costes asociados al envejecimiento y a la jubilaci¨®n de gran parte de la poblaci¨®n activa nacida entre 1960 y 1980, con su pico en el a?o 2050: la muy nutrida generaci¨®n boomer. La decisi¨®n de preservar el poder adquisitivo de las pensiones, como parte de la pol¨ªtica de rentas del Gobierno, ha incidido en incrementar m¨¢s el coste econ¨®mico. A partir de las cifras actuales (alrededor del 12% del PIB), las proyecciones m¨¢s recientes de la Comisi¨®n Europea situaban ese coste en el 13% del PIB en 2050, mientras que la iniciativa Espa?a 2050 lo llevaba hasta un 16% para ese mismo a?o.
La reforma planteada por el ministro Escriv¨¢ avanza en una doble direcci¨®n. Por un lado, aumenta la capacidad de elecci¨®n de los trabajadores al poder elegir dos modalidades de c¨®mputo para el c¨¢lculo de la pensi¨®n: 25 a?os seguidos o 29, entre los cuales podr¨¢ descartar los dos con menores contribuciones. Al mismo tiempo, incrementa la base m¨¢xima de cotizaci¨®n por encima de los actuales 4.495 euros mensuales, ampl¨ªa el mecanismo de equidad intergeneracional y establece una cuota de solidaridad adicional. De hecho, la reforma se basa en incrementar los ingresos por cotizaciones de los salarios m¨¢s altos, al tiempo que incrementa la pensi¨®n m¨¢xima en el futuro y mejora las cuant¨ªas de las pensiones m¨ªnimas o sometidas a lagunas de cotizaci¨®n.
Espa?a se enfrenta a la creciente longevidad de su poblaci¨®n y cualquier soluci¨®n pasa por una limitaci¨®n de las prestaciones a recibir o por un incremento de los ingresos que las financien. El Gobierno ha preferido, de entre las m¨²ltiples v¨ªas posibles, concentrar sus esfuerzos en esta ¨²ltima opci¨®n. La presi¨®n contributiva adicional se desplaza, as¨ª, a los salarios que est¨¢n en el 10% m¨¢s alto de la banda salarial. Los anunciados efectos negativos sobre el empleo afectan a un tramo salarial en el que los mayores de 45 a?os son mayor¨ªa, y donde solamente se encuentran el 3,4% de los j¨®venes menores de 35 a?os. Esa realidad deber¨ªa desactivar, de una vez para siempre, cualquier referencia al inexistente conflicto generacional que ha sido tan jaleado en los ¨²ltimos meses.
Quedan todav¨ªa algunos detalles por pulir, pero tanto los sindicatos como los socios del Gobierno han visto la reforma con buenos ojos (frente al criterio frontalmente contrario de los empresarios). Tambi¨¦n lo ha hecho la Comisi¨®n Europea, que ha vuelto a aprobar una propuesta del Gobierno de Pedro S¨¢nchez, como ya hizo con la reforma laboral, la subida del SMI y el sistema de auditor¨ªa y control de los fondos europeos. De completarse, esta reforma culmina los diferentes ajustes desarrollados hasta la fecha y favorece la reconstrucci¨®n de una confianza en el sistema p¨²blico de pensiones que asegure su viabilidad en el medio y largo plazo. Aunque pueda ser revisada en el futuro, como ya se ha comprometido a hacer Espa?a ante la Uni¨®n Europea, esta reforma despeja algunas de las inc¨®gnitas de nuestro futuro econ¨®mico.