Creel, esa vuelta en U
El diputado cabalga sobre la idea de que m¨¢s vale un malo conocido. ?Ser¨¢?
El hoy diputado Santiago Creel Miranda encarna, como nadie m¨¢s en el panorama pol¨ªtico, el pasado que desde 2018 Palacio Nacional dinamita con discursos y decisiones legislativas y gubernamentales.
Si hoy la presidencia de M¨¦xico reivindica que es el turno del pueblo, ¨¦l fue descrito en sus tiempos de mayor responsabilidad p¨²blica como ¡°arist¨®crata¡±, ¡°ni?o bien¡±, ¡°totalmente Palacio¡±.
No por nada cuando ya era suspirante presidencial en 2005 se le describi¨®, en parte, as¨ª: ¡°como familia reporta un estilo de vida social bastante activo. Pueden estar ya sea en una exposici¨®n de arte o en un partido de polo¡¯¡±.
En estos tiempos en que el Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico es visto como el granero de la aborrecida tecnocracia, este abogado tiene en su palmar¨¦s el haber dirigido la carrera de derecho del ITAM.
?AMLO cree que el grupo Letras Libres representa la ant¨ªtesis de sus ideas? Creel Miranda fue consejero en Vuelta, el antecedente de la revista que preside Enrique Krauze.
?Lo peor que le pas¨® a M¨¦xico fueron las privatizaciones de los ochenta y noventa? Este licenciado egresado de la UNAM fue consultor de la Secretar¨ªa de Hacienda en la privatizaci¨®n de ingenios, astilleros, mineras, Altos Hornos e Imevisi¨®n.
Cuna de oro, facilitador de la entrega de bienes nacionales a privados, itamita con los amigos incorrectos en el mundo intelectual¡ y hay m¨¢s ejemplos de lo anticlim¨¢tico del CV de este personaje que en octubre de 2024 llegar¨ªa a la presidencia de M¨¦xico, si todas las estrellas se le alinearan, a punto de cumplir 70 a?os.
Porque Creel Miranda particip¨® adem¨¢s en reformas electorales e incluso en el hoy denostado Instituto Federal Electoral (IFE, antecesor del INE), del que lleg¨® a ser consejero ciudadano en los noventa y al que aspir¨® a dirigir.
?Otro ¡°pecado¡±? Pas¨® de ¨¢rbitro electoral a candidato a diputado bajo las siglas del PAN en un plazo tan corto que incluso hubo qui¨¦n cuestion¨® si ese enroque cumpl¨ªa con los tiempos legales que un exconsejero del IFE ten¨ªa que esperar antes de ocupar un puesto p¨²blico.
Y previo a identificarse plenamente con el panismo, que en 1999 le hizo candidato a la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal (GDF), fue parte del plural Grupo San ?ngel, que reun¨ªa a prominentes ciudadanos y pol¨ªticos que son clientes de las descalificaciones de la ma?anera.
Finalmente, y por supuesto, fue el foxista mayor: a partir del 2000 ocup¨® la secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, cargo en el que fue parte del fiasco del intento de aeropuerto en Texcoco, protagonista de los choques con Cuba y de esc¨¢ndalos por permisos de casinos y el cambio en los tiempos de televisi¨®n a favor de las grandes televisoras privadas.
Rematando con, of course, la embestida de ese gobierno en contra de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, operaci¨®n que incluy¨® el desafuero contra el entonces perredista.
Este recuento se beneficia, como debiera hacerlo cualquier lector que trate de entender la biograf¨ªa del hoy l¨ªder de la C¨¢mara de Diputados, del perfil que de ¨¦l escribi¨® la experimentada periodista Alicia Ortiz Rivera en Los suspirantes. Los precandidatos de carne y hueso (Planeta, 2005).
En ese texto que registra las andanzas de Creel Miranda hasta 2004 y para nada puede ser descrito como carente de balance, se consgina el siguiente p¨¢rrafo:
¡°Esos mismos adjetivos: ¡®d¨¦bil¡¯, ¡®gris¡¯, ¡®incapaz¡¯ y ¡®mediocre¡¯, fueron algunos de los que se empezaron a endilgar al gobierno federal y al secretario de Gobernaci¨®n, m¨¢s a¨²n conforme avanz¨® el sexenio y no se lograron los acuerdos para las ¡®reformas estructurales¡¯, en las que la administraci¨®n foxista finc¨® las posibilidades de su ¨¦xito¡±.
De eso hace 19 a?os. Se frustr¨® entonces, desde luego, el sue?o de Santiago de llegar a la presidencia de la Rep¨²blica. Y ni siquiera pudo ser el candidato de su partido, pues Felipe Calder¨®n Hinojosa lo derrot¨® de cabo a rabo en las internas panistas de 2005.
Tras las elecciones de 2006 que ganar¨ªa Calder¨®n a AMLO en la pol¨¦mica elecci¨®n que se dirimi¨® por 0,56% de los votos, fue senador el siguiente sexenio y ahora, de nuevo desde San L¨¢zaro, levanta la mano para decir que ¨¦l es el ant¨ªdoto al intento lopezobradorista de retener Palacio Nacional.
La hoja de vida de Santiago Creel cuadra como n¨¦mesis de todo lo que hoy se oye desde Palacio. Rumbo a las elecciones de 2024 unos ver¨¢n eso como su ventaja, otros como un insalvable handicap. ?Quieren las y los mexicanos que este ¡°Biden¡±, que representa la transici¨®n que nuestro ¡°Trump¡± aborrece, regrese la Presidencia al viejo orden?
Creel Miranda lanza su b¨²squeda a la presidencia exactamente 30 a?os despu¨¦s de su debut en las arenas de la pol¨ªtica. En la primavera de 1993 este descendiente de porfiristas form¨® parte del ejercicio ciudadano que vot¨® para que el PRI aceptara democratizar al entonces Departamento del Distrito Federal.
Santiago ayud¨® entonces a que la capital mexicana dejara de ser tutelada por la presidencia de la Rep¨²blica y al menos en su estatuto sea lo m¨¢s parecido a las otras 31 entidades federativas. Mucho ha transcurrido en esas tres d¨¦cadas, incluida la regresi¨®n que intenta L¨®pez Obrador para quitarle frenos y contrapesos al Poder Ejecutivo.
Y al mismo tiempo pareciera que poco ha cambiado desde 1993: demasiados de los personajes que se disputan hoy el poder han estado en la arena p¨²blica desde entonces, comenzando con AMLO y Creel, que para m¨¢s se?as se enfrentan hoy en la prensa como lo hac¨ªan en tiempos foxistas, cuando se olvidaron de sus andanzas en com¨²n de los noventa, cuando el segundo se benefici¨® de las gestiones pol¨ªticas y jur¨ªdicas del segundo, quien apoy¨® al tabasque?o cuando fue v¨ªctima de fraudes grotescos en su entidad.
Santiago puede decir que ¨¦l no fue quien cambi¨®, que ha estado y est¨¢ en el lado de la mesa dispuesto a la negociaci¨®n y al parlamento, t¨¦rminos y pr¨¢cticas que en este sexenio se han dado por excepci¨®n, y que a juzgar por los triunfos estatales de Morena no muchos parecen extra?ar o desear su vuelta.
El hoy diputado cataliza un intento de hacer pol¨ªtica que fue visto como promotor de grandes ideas pero mediocres resultados. Es s¨ªmbolo hoy del PRIAN, ese matrimonio que a veces con el PRD de chaper¨®n lograba en la mesa acuerdos que traicionaba en la pr¨¢ctica: prometedoras ideas que sucumb¨ªan por al ser capturadas por cuates y cuotas.
En los tiempos de Vicente Fox (2000-2006) Santiago fue el gran gan¨®n. Salieron del equipo Adolfo Aguilar (+) y luego el canciller Jorge G. Casta?eda, art¨ªfices de la candidatura del guanajuatense; en cambio Creel Miranda, que coart¨® el deseo de los primeros por lanzar una comisi¨®n de la verdad sobre el priismo, se mantuvo como delf¨ªn del presidente.
Cuando Calder¨®n Hinojosa, expulsado del gabinete en mayo de 2004, arrebat¨® al titular de Gobernaci¨®n esa candidatura, Creel despert¨® a la realidad de que salvo el apoyo del presidente poco hab¨ªa logrado desde la oficina m¨¢s poderosa del gabinete. Poco positivo, porque s¨ª sali¨® del gobierno con un estigma de impotencia, e incluso de frivolidad, por haberse rendido, sin dar batalla, a poderes f¨¢cticos.
Las generaciones que no recuerden, o que no estudien, la frustraci¨®n ciudadana que entonces surgi¨® por los magr¨ªsimos logros del cambio que lleg¨® con la hist¨®rica alternancia de 2000, ser¨¢n incapaces de ponderar cu¨¢nto de aquel modelo, donde PAN, PRI y PRD se trenzaron las m¨¢s de las veces en la suma cero perfecta, realmente conviene hoy para M¨¦xico, que es otra forma de preguntar si personajes como Creel Miranda que tanto poder tuvieron y tan poco lograron realmente merecen una segunda oportunidad.
Adem¨¢s, Creel ya perdi¨® contra L¨®pez Obrador cuando compitieron por la jefatura del GDF en 2000. Y el tabasque?o le gan¨® tambi¨¦n en cada crisis pol¨ªtica del sexenio foxista, ll¨¢mese videoesc¨¢ndalos, Texcoco y, desde luego, en el desafuero, descomunal torpeza pol¨ªtica de Creel y Fox que solo sirvi¨® para catapultar nacionalmente a Andr¨¦s Manuel.
Creel, el hombre que es apoyado por la actual c¨²pula panista, quiere enfrentar de nuevo a quien obtuvo y mantiene un gran apoyo popular en buena medida denostando todo lo que el autonombrado ¡°hombre Constituci¨®n¡± orgullosamente representa.
Este heredero de hacendados de atroz ¨¦poca como fueron los Terrazas en Chihuahua, este abogado feliz en su biblioteca, este ciudadano que pronto le agarr¨® sabor a la pol¨ªtica de caf¨¦ mas no necesariamente a la del territorio, este due?o de discursos engolados o t¨¦cnicos pero no de oratoria de esa que conmueve, promete hoy que el pasado fue mejor.
Con las masivas marchas del 13N y del 26F se abre la gran interrogante del rumbo a tomar. ?Quiere la marea rosa, y todos los que podr¨ªan verse representados en esas protestas, una vuelta en U? ?Ser¨ªa Creel el candidato que les haga emocionarse con un triunfo, aunque ofrezca poco m¨¢s que un retorno a algo que ya fall¨® demasiado a tantos?
Santiago Creel cabalga sobre la idea de que m¨¢s vale un malo conocido. ?Ser¨¢?
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