Violencia desmedida en Francia
Las im¨¢genes que circulan en las redes de las duras actuaciones policiales en las manifestaciones en contra de la reforma de las pensiones desatan la indignaci¨®n de la ciudadan¨ªa
Ya hab¨ªa ca¨ªdo la noche cuando, el pasado 20 de marzo, en la esquina de la rue des Minimes en Par¨ªs, ocurri¨® una escena a¨²n m¨¢s inveros¨ªmil que la de unos turistas improvisando una glamurosa sesi¨®n de fotos frente a unas bolsas de basura en llamas ¨Dla versi¨®n realista de Emily in Par¨ªs, supongo¨D.
Sc¨¨ne insolite ¨¤ Paris. Des ¨¦trangers profitent d'un incendie pour une s¨¦ance photo #ReformeDesRetraites #manif23mars #Manifestation@LucAuffret pour @LibreQg pic.twitter.com/AWDQQmkPTg
— QG le m¨¦dia libre (@LibreQg) March 23, 2023
Apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que Emmanuel Macron forzara por decreto la aprobaci¨®n de su impopular y controvertida reforma de las pensiones, una quincena de agentes de las Brigadas de Represi¨®n de la Acci¨®n Violenta Motorizada (BRAV-M) interpel¨® a siete j¨®venes que hab¨ªan participado esa misma tarde en las protestas. ¡°Sabes, yo puedo dormir contigo si quieres [en la comisar¨ªa] (...) y all¨ª veremos quien se empalma primero y se folla al otro¡±; ¡°Tienes mucha suerte de estar ah¨ª sentado, te juro que te estaba rompiendo las piernas, literalmente... Sabemos mucho de romper piernas, codos y caras¡±; ¡°?C¨®mo se llega desde Chad? Por mar, a trav¨¦s de Espa?a, ?verdad? ?Com¨ªas bien all¨ª?¡±. Recogidas en una grabaci¨®n a la que accedi¨® Le Monde y el medio online Loopsider, estas son algunas de las palabras pronunciadas por los agentes de polic¨ªa hacia el ¨²nico joven de origen africano del grupo que, adem¨¢s de sufrir vejaciones, recibi¨® dos bofetadas. Una actitud m¨¢s propia de carcelarios libios que de representantes del orden de un Estado democr¨¢tico y que ha provocado una ola de consternaci¨®n en las redes sociales y en la prensa del pa¨ªs.
Dans un enregistrement sonore d¡¯une vingtaine de minutes que Loopsider s¡¯est procur¨¦, plusieurs policiers des Brav-M menacent et intimident sept jeunes gens interpell¨¦s lundi soir apr¨¨s une manifestation contre la r¨¦forme des retraites. Voici une partie de ce document ¨¦difiant. pic.twitter.com/dvWDZbGQSb
— Loopsider (@Loopsidernews) March 24, 2023
El chadiano de 23 a?os ha presentado una denuncia por ¡°agresi¨®n sexual¡± y ¡°amenaza de cometer un delito de violaci¨®n¡±, entre otros cargos. Adem¨¢s del racismo evidente del que fue v¨ªctima, afirma que un agente le agarr¨® por los test¨ªculos durante el cacheo policial. Otra joven, interpelada junto ¨¦l esa noche, ha denunciado por su parte a los agentes por ¡°atentado contra la libertad personal¡±, ¡°violencia en reuni¨®n por parte de una persona depositaria de la autoridad p¨²blica¡±, y ¡°falsificaci¨®n en escritura p¨²blica¡±. Esta estudiante en Sciences-Po sostiene que la polic¨ªa redact¨® informes falsos para justificar esas detenciones. Como cuenta la cr¨®nica de Le Monde, en ning¨²n momento los agentes de la BRAV-M pudieron confirmar la participaci¨®n del grupo de j¨®venes en los incendios de esa noche. Pero para esta brigada de intervenci¨®n conocida por su natural inclinaci¨®n hacia la violencia, y que se suele comparar con la tristemente famosa brigada de los voltigeurs ¨Ddisuelta en 1986 despu¨¦s de la muerte de un estudiante argelino en una manifestaci¨®n¨D, eso es un mero detalle. Como si un estudiante que expresa su descontento y un black bloc, cuya intenci¨®n es sembrar el caos y debilitar a las instituciones, se merecieran el mismo trato o representaran la misma amenaza.
En las ¨²ltimas semanas, la brutalidad de este grupo policial motorizado, creado en 2019 en respuesta a la crisis de los chalecos amarillos, parece haberse desatado. Y si alguien duda de ello, que simplemente busque en Twitter el hashtag #BRAV-M o escuche el podcast que dedica el diario franc¨¦s a estas brigadas que tambi¨¦n act¨²an como ¡°unidades de guerra psicol¨®gica¡±. Un militante ecologista que se debate entre la vida y la muerte y otro que hasta este jueves estaba en coma despu¨¦s de la intervenci¨®n policial en Sainte-Soline; un sindicalista al que han dejado tuerto; una profesora que se ha quedado sin pulgar; un periodista con traumatismo craneal y con la mano fracturada son algunos de los casos que han salido a la luz. Y eso sin hablar de las detenciones abusivas que denuncian los abogados y los numerosos v¨ªdeos que circulan, como ese en el que una mujer sale disparada tras recibir un golpe con un escudo antidisturbios.
Les droits de l¡¯homme et blablabla¡#ViolencesPoliceres #DarmaninDemission #MacronDemission #BRAV_M https://t.co/Az4vpHP9MH
— Myriam Palomba (@myriampalomba) March 26, 2023
En este contexto, no han sido pocas las voces que han condenado a Francia por el uso excesivo e injustificado de la fuerza en su gesti¨®n de las manifestaciones (la comisar¨ªa de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Amnist¨ªa Internacional, la Defensora del Pueblo francesa, el Consejo Consultivo de Derechos Humanos ¡ªCCDH¡ª), por citar unos cuantos, adem¨¢s de una petici¨®n en la plataforma del Congreso pidiendo la disoluci¨®n de los BRAV-M que acumula m¨¢s de 200.000 firmas), ni es la primera vez que la violencia policial ocupa el centro del debate p¨²blico en Francia. Por mucho que el ministro de Interior, G¨¦rald Darmanin, niegue su existencia y prefiera hablar de actos aislados, de ovejas negras, ya ocurri¨® durante la crisis de los chalecos amarillos, en la que muri¨® una mujer en Marsella, y m¨¢s de 30 personas fueron mutiladas tras sufrir tiros de LBD y de granadas lacrim¨®genas con peque?as cargas explosivas, como se?ala Sebastian Roch¨¦, director de investigaci¨®n en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS). Adem¨¢s de un evidente problema de violencia debido a un enfoque esencialmente confrontacional, Francia es una anomal¨ªa en lo que respecta al control externo de su polic¨ªa, a¨²n muy sometido al poder pol¨ªtico y es muy raro que los autores de errores policiales sean sancionados penalmente, explica el polit¨®logo.
Aunque es indudable que el protagonismo creciente de grupos ultras en las manifestaciones ha exacerbado los actos violentos hacia unas fuerzas del orden debilitadas por la falta cr¨®nica de efectivos y de medios, lo cierto es que para que sea leg¨ªtima, la violencia ejercida por un Estado de derecho tiene que ser justa y proporcional. Y esto, claramente, no es lo que est¨¢ ocurriendo, le guste o no a Darmanin.
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