La familia ya no es una bandera de derechas
Celebro cualquier mejora que facilite la vida de la gente con hijos, pero despu¨¦s de leer el proyecto del Gobierno, tengo algunas dudas
Es casi hermoso que el proyecto de ley sobre pol¨ªtica familiar m¨¢s extenso, detallado y proteccionista del que se tiene memoria en Espa?a haya salido de los representantes de una tradici¨®n ideol¨®gica que consideraba la familia como una instituci¨®n opresiva y execrable. No han sido los patriarcas que reparten puros en los bautizos, ni los obispos, ni los numerarios del Opus, ni las j¨®venes neocatecumenales que gritan a las puer...
Es casi hermoso que el proyecto de ley sobre pol¨ªtica familiar m¨¢s extenso, detallado y proteccionista del que se tiene memoria en Espa?a haya salido de los representantes de una tradici¨®n ideol¨®gica que consideraba la familia como una instituci¨®n opresiva y execrable. No han sido los patriarcas que reparten puros en los bautizos, ni los obispos, ni los numerarios del Opus, ni las j¨®venes neocatecumenales que gritan a las puertas de las cl¨ªnicas abortistas. Ha sido Ione Belarra misma, desde su posici¨®n ministerial y de l¨ªder actuante de Unidas Podemos (el l¨ªder ejerciente lo hace desde un podcast, como se esfuerza en hacernos notar a diario), quien llev¨® la semana pasada al Congreso el Proyecto de Ley 121, de Protecci¨®n a las Familias. Es un texto extens¨ªsimo de 70 p¨¢ginas que contiene 67 art¨ªculos y 31 disposiciones y que, en vez de abolir la familia ¡ªcomo so?aban los fundadores del socialismo en el siglo XIX¡ª, viene a extenderla por doquier. ?Qu¨¦ es familia?, se pregunta la ley en su t¨ªtulo primero. Y la propia norma responde a los futuros legislados: familia eres t¨².
La futura ley no es solo una muestra de madurez reformista y un avance indiscutible de los derechos sociales, sino la constataci¨®n de que la familia ya no puede ser bandera de cursis y repeinados. La izquierda a la izquierda escenifica la par¨¢bola del hijo pr¨®digo y, al vindicar una familia pluralista y abierta, les roba el monopolio a Alberto Closas y Amparo Soler Leal. Yo lo celebro, como celebro cualquier mejora que facilite la vida de la gente con hijos, pero despu¨¦s de leer el proyecto, tengo algunas dudas, pues deja la conciliaci¨®n en manos del Estado, sin implicar apenas a las empresas.
Si el texto se aprueba como est¨¢, el ¡°trato desfavorable¡± a los padres que ejercen sus derechos de conciliaci¨®n se considerar¨¢ ¡°discriminaci¨®n por raz¨®n de sexo¡±. Presionar a una madre por organizarse la jornada para llegar al cole ser¨¢ una discriminaci¨®n, aunque est¨¢ por ver c¨®mo se castigar¨¢n esas opresiones tan sutiles y cotidianas como dif¨ªciles de demostrar, que amargan la vida de tantas mujeres hasta llevarlas al l¨ªmite. No creo que esta ley pueda proteger a las madres del mordisco procaz de sus jefes, de la insidia de la m¨¢quina de caf¨¦ ni de la violencia sorda que busca hacerlas sentir culpables. El Estado nunca est¨¢ presente cuando un empleador comenta con sorna: ¡°Vaya, otro d¨ªa que te vas 10 minutos antes¡±. A cambio, a esa madre le har¨¢n nuevos descuentos en Port Aventura. No s¨¦ si compensa.