Golpe a la insidia medi¨¢tica
La propagaci¨®n deliberada de bulos contra la democracia le cuesta a Fox News 720 millones de euros
Fox News, la cadena de televisi¨®n por cable m¨¢s vista de Estados Unidos, acept¨® el martes un acuerdo judicial por el que pagar¨¢ 787 millones de d¨®lares (unos 720 millones de euros) para cerrar el juicio por difamaci¨®n de la empresa de m¨¢quinas de votaci¨®n Dominion Voting Systems. La descomunal cifra supone poner un precio a la campa?a de flagrante desprecio por la verdad en la que la cadena conservadora, propiedad de Rupert Murdoch, se embarc¨® tras las elec...
Fox News, la cadena de televisi¨®n por cable m¨¢s vista de Estados Unidos, acept¨® el martes un acuerdo judicial por el que pagar¨¢ 787 millones de d¨®lares (unos 720 millones de euros) para cerrar el juicio por difamaci¨®n de la empresa de m¨¢quinas de votaci¨®n Dominion Voting Systems. La descomunal cifra supone poner un precio a la campa?a de flagrante desprecio por la verdad en la que la cadena conservadora, propiedad de Rupert Murdoch, se embarc¨® tras las elecciones de 2020. Los presentadores estrella de Fox dieron apariencia de verosimilitud al destructivo bulo de Donald Trump que cuestionaba el resultado, y tuvieron parte de responsabilidad en la espiral de fanatizaci¨®n que culmin¨® en el intento de golpe de Estado. Los problemas de Fox News no han terminado. Otra empresa reclama 2.700 millones en una demanda similar. El caso merece una reflexi¨®n que va m¨¢s all¨¢ del precio de la mentira, pues agita el debate sobre el l¨ªmite de la difamaci¨®n en un pa¨ªs en el que la libertad de prensa goza de la m¨¢xima protecci¨®n constitucional.
La empresa demandante no ten¨ªa ni mucho menos el juicio ganado. La jurisprudencia constitucional de EE UU protege de manera radical la libertad de prensa y exige un alto est¨¢ndar para condenar por informaciones err¨®neas. La sentencia que marca este est¨¢ndar se conoce como New York Times contra Sullivan y es de 1964. El ofendido debe probar que existi¨® malicia (dolo) por parte del informador, es decir, que la mentira fue deliberada o con abierto desprecio hacia la verdad, con plena conciencia del da?o. As¨ª ocurri¨® con el radiopredicador extremista Alex Jones, condenado a pagar 965 millones de d¨®lares a los padres de los ni?os asesinados en Sandy Hook.
En el caso de Fox News, el cinismo y el doble lenguaje de sus presentadores, productores y m¨¢ximos directivos qued¨® en evidencia al hacerse p¨²blicas sus comunicaciones privadas, incorporadas al sumario. Tanto Murdoch como sus telepredicadores estrella reconoc¨ªan que no se cre¨ªan los bulos de Trump, mientras les daban horas de cobertura, e incluso los asum¨ªan como propios. El juez admiti¨® que se llamara a todos ellos a testificar. Ante la perspectiva del bochorno, la cadena ha preferido enterrar el asunto.
El acuerdo evita un juicio que habr¨ªa puesto sobre la mesa la protecci¨®n a la prensa en EE UU. La jurisprudencia constitucional que separa el error de la mentira, el periodismo torpe de la insidia maliciosa, es muy anterior a la era de la fragmentaci¨®n digital, el fin del negocio publicitario, el infoentretenimiento opinativo o las redes sociales. Y es anterior a la aparici¨®n de Fox News, cuya estrategia comercial consiste en la agitaci¨®n del extremismo que ha transformado el Partido Republicano en una secta caudillista. Igual que la cadena, toda una armada medi¨¢tica conservadora digital se ha beneficiado de la misma protecci¨®n que los medios de referencia. Sin embargo, hay razones para ser prudentes a la hora de buscar una condena judicial ejemplarizante, que habr¨ªa sido recurrida hasta el Tribunal Supremo. Es peligroso poner la Primera Enmienda y la libertad de prensa en manos de un Tribunal con una mayor¨ªa ultraconservadora, por muy claro que est¨¦ que el comportamiento de Fox encaja en el supuesto de difamaci¨®n.
Fox News ha llegado a un pacto porque ten¨ªa mucho que perder en el juicio, no solo financieramente. Pero cada caso de este tipo es una puerta abierta a revisar derechos que son de toda la prensa norteamericana y que molestan especialmente en la derecha ultra, que confunde protecci¨®n con inmunidad. Lo conocido en el caso de Fox News demuestra que eso no es as¨ª. La diferencia entre el mal periodismo y la difamaci¨®n est¨¢ clara. La prensa seria y los pol¨ªticos moderados de EE UU deben estar alerta ante los intentos de difuminar esa l¨ªnea.