Gestionar protestas en el siglo XXI
En la Europa actual algunos gobiernos siguen teniendo dificultades para gestionar la libertad de expresi¨®n
En la ¨²ltima semana, varias manifestaciones han tra¨ªdo cola en Francia y el Reino Unido. Aunque las protestas no ten¨ªan nada que ver, ha quedado claro que en la Europa del siglo XXI algunos gobiernos siguen teniendo dificultades para gestionar la libertad de expresi¨®n. En el Reino Unido, unos 70 activistas republicanos fueron detenidos durante las celebraciones de la coronaci¨®n de Carlos III. En las im¨¢genes se ve c¨®mo la mayor¨ªa de ellos no hab¨ªan hecho nada: la actuaci¨®n policial fue desproporcionada. Tanto, que esa misma noche tres agentes terminaron present¨¢ndose en casa del organizador de la protesta para disculparse. Lo curioso es que el primer ministro Rishi Sunak ha seguido defendiendo a Scotland Yard, aunque la polic¨ªa se ha retractado. Sunak se ha parapetado detr¨¢s de la nueva Ley de Orden P¨²blico que su gobierno conservador aprob¨® apenas tres d¨ªas antes de la ceremonia real y que da m¨¢s poder a la polic¨ªa para determinar si hay riesgo de disrupci¨®n del orden p¨²blico.
En Francia la pol¨¦mica ha venido porque el Gobierno autoriz¨® una manifestaci¨®n de neonazis en Par¨ªs el 9 de mayo. A pesar de que llevaban pancartas con s¨ªmbolos ultraderechistas como la cruz celta, las autoridades insistieron en que no pod¨ªan prohibirles desfilar mientras no fueran violentos. Eso encendi¨® a mucha gente, que acus¨® al Gobierno de Emmanuel Macron de doble rasero y de no tener ese cuidado con quienes se han manifestado en contra de la reforma de las pensiones. En los ¨²ltimos meses, se han abierto una veintena de investigaciones contra la polic¨ªa por el uso de gases lacrim¨®genos, detenciones arbitrarias y brutalidad. De hecho, el Consejo de Europa ha mostrado su preocupaci¨®n por el uso excesivo de la fuerza por parte de la polic¨ªa y los antidisturbios franceses.
El El¨ªseo ha querido zanjar el asunto d¨¢ndole poder a los prefectos de Polic¨ªa para que proh¨ªban todas las manifestaciones de la ultraderecha. El Ministerio del Interior ha terminado contradiciendo a la propia primera ministra, Elisabeth Borne, que hab¨ªa dicho que la protesta neonazi le pareci¨® chocante, pero que la democracia se basa en el derecho a manifestarse. Con este giro, Francia, como el Reino Unido, toma un camino peligroso: darle a la polic¨ªa m¨¢s discrecionalidad para decidir qu¨¦ protesta es leg¨ªtima.
El debate tiene muchas capas. No es lo mismo una expresi¨®n de rechazo a la monarqu¨ªa que una protesta contra el Gobierno o una exhibici¨®n de s¨ªmbolos anticonstitucionales. M¨¢s all¨¢ de la discusi¨®n filos¨®fica de si se debe ser tolerante con los intolerantes, en las democracias la l¨ªnea roja est¨¢ en la incitaci¨®n al delito. Si Europa no quiere parecerse a los reg¨ªmenes autoritarios que, con raz¨®n, critica, la restricci¨®n de cualquier libertad en los Estados de derecho debe ser excepcional y motivada.
@anafuentesf
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