A la pol¨ªtica le sobra prosa y le falta poes¨ªa
La pol¨ªtica no es capaz ya de asombrarnos, de sacudir nuestra pereza intelectual. Ni siquiera de hacernos sonre¨ªr. Es t¨¦trica
Dicen que la pol¨ªtica empieza a estar en crisis en todo el mundo. ?Por qu¨¦ ser¨¢? Se me ocurre que quiz¨¢ es porque le sobra prosa y le falta poes¨ªa.
?Poes¨ªa en la pol¨ªtica? S¨ª, porque los versos con sus met¨¢foras y simbolismos desquebrajan la vulgaridad, azotan el conformismo y revelan las verdades que escuecen.
Me lo ha hecho recordar la entrevista a la joven poeta trans, de 25 a?os, Flor B¨¢rcenas, autora de Bramidos de Agua Dulce, que Dani...
Dicen que la pol¨ªtica empieza a estar en crisis en todo el mundo. ?Por qu¨¦ ser¨¢? Se me ocurre que quiz¨¢ es porque le sobra prosa y le falta poes¨ªa.
?Poes¨ªa en la pol¨ªtica? S¨ª, porque los versos con sus met¨¢foras y simbolismos desquebrajan la vulgaridad, azotan el conformismo y revelan las verdades que escuecen.
Me lo ha hecho recordar la entrevista a la joven poeta trans, de 25 a?os, Flor B¨¢rcenas, autora de Bramidos de Agua Dulce, que Daniela D¨ªaz public¨® d¨ªas atr¨¢s en este diario. La joven escribe: ¡°Soy una contracci¨®n hist¨®rica, no escondo mi rostro¡±. Y a?ade: ¡°Cansada me inicio en el mundo y empiezo a ser decoraci¨®n del espacio, el extra?o insecto que dobla la belleza¡±.
Pens¨¦ al leer la poes¨ªa de la joven trans pre?ada de dureza inmaculada, en el manojo de palabras hueras pronunciadas cada d¨ªa en tantos Parlamentos del mundo. Son solo ruido para hacernos olvidar la tragedia que anida en la pol¨ªtica que naci¨® con los ojos puestos en ordenar a la sociedad con justicia y solidaridad y ha acabado mir¨¢ndose al ombligo.
En los cambios de ¨¦poca de la Historia naci¨® siempre alg¨²n poeta que fue capaz de rasgar el velo de la hipocres¨ªa para hacer visibles las llagas de la humanidad. ?D¨®nde est¨¢n hoy los poetas que nos describan con sangre lo absurdo y peligroso de la nueva guerra que vuelve a asustar a Europa y al mundo? ?D¨®nde est¨¢n los que nos digan con palabras inspiradas el drama de las mujeres, y m¨¢s si son negras, que forcejean por ser personas y no solo muletas para el hombre?
¡°Mi nombre atravesado en las piernas de la mujer valiente y triste que parti¨® al oc¨¦ano con su piel oscura y me pari¨® a destiempo¡±, escribe la joven trans colombiana.
Nos asusta hoy la vuelta de los rugidos de la extrema derecha con su carga de crespones nazistas mientras nos preguntamos por qu¨¦ las palabras de quienes deber¨ªan luchar por las libertades y la convivencia pac¨ªfica de los diferentes, parecen enmudecer o se arrastran en una prosa incapaz de enamorar a nadie.
Mejor ser¨ªa para la pol¨ªtica un espacio de silencio en vez de los r¨ªos de palabras muertas. S¨ª, nos falta hoy, en la era de escalofr¨ªos de la inteligencia artificial, el calor de la poes¨ªa capaz de despertarnos de nuestras pesadillas.
El mundo naci¨® con un verso como nos revela la Biblia. Un verso que cre¨® el universo y que Dios ¡°vio que era bello¡±. Y ya entonces, dicen las escrituras: ¡°Dios apart¨® la luz de la oscuridad¡±.
Y el evangelista Juan inicia su narraci¨®n colocando a la palabra como autora de la creaci¨®n: ¡°En el principio exist¨ªa la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios¡±. Palabra como poes¨ªa. ¡°Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada¡±. Y a?ade que ¡°las tinieblas no la vencieron¡±.
S¨ª, la palabra como creaci¨®n, sin mentiras, a la luz del sol es poes¨ªa que engendra vida. De ah¨ª que si el mundo hoy parece un desierto de palabras que matan en vez de curar las heridas de la injusticia, es porque la poes¨ªa ha sido arrinconada. La pol¨ªtica ya no entiende de met¨¢foras. Las comprenden mejor los ni?os. Pregunt¨¦ a un adolescente si ¨¦l era capaz de ¡°plantar una sombra¡± y me respondi¨® sin titubear: ¡°Claro que s¨ª¡±. ?Por qu¨¦ las met¨¢foras pre?adas de luz asustan a los pol¨ªticos que se esconden enfundados en sus palabras muertas?
Y cuando digo que a la pol¨ªtica le falta poes¨ªa no me refiero a que le falte lirismo ni verborrea. Les sobra. Les falta la diafanidad. La pol¨ªtica no es capaz ya de asombrarnos, de sacudir nuestra pereza intelectual. Ni siquiera de hacernos sonre¨ªr. Es t¨¦trica.
No s¨¦ por qu¨¦ al pensar en la vaciedad de las palabras de la pol¨ªtica me record¨¦ de las columnas de mi querido colega, Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, que s¨ª son poes¨ªa. Nunca inocentes. Consiguen hacernos sonre¨ªr y pensar a la vez con sus desgarros y ocurrencias. Sus sorpresas y met¨¢foras son capaces de espantar a peque?os y grandes. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si discursara en medio a unos pol¨ªticos incapaces de entender la iron¨ªa y la poes¨ªa? Lo tendr¨ªan por loco.
No, no me dan miedo los nuevos descubrimientos de la ciencia. El mundo siempre mejor¨® en manos de la creatividad. Lo que me asusta es la vaciedad de la pol¨ªtica, cuado no su hipocres¨ªa, sus mezquinos intereses personales. Su falta de palabras como semillas de vida capaces de enfrentar la furia de la desigualdad y de entender que nuestro planeta agoniza mientras ellos, cierran los ojos y siguen pronunciado palabras sin vida. Mejor ser¨ªa su silencio, mejor que enmudecieran y dejaran hablar a los ajusticiados por el desamor.
Silencio
No me importa
el tumulto sordo
de las tumbas vac¨ªas.
Me incomoda
el silencio
que emana del estruendo
de las palabras muertas.
No me espanta
la llamarada en mi cara
de lo inesperado.
Me espanta
el tedio denso
de la obviedad,
que anida
en la memoria
sin poes¨ªa.
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