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El ¨¦xito de la Feria del Libro de Madrid refleja la buena salud del mercado editorial en espa?ol, aunque tambi¨¦n las debilidades que le acechan
Este domingo se clausur¨® la 82? edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid sin renunciar a la orientaci¨®n que le imprimi¨® desde el a?o pasado su directora Eva Or¨²e, es decir, a la b¨²squeda del equilibro entre su vocaci¨®n popular y festiva y su profesionalizaci¨®n. Se trata ante todo de una cita capaz de atraer a decenas de miles de ciudadanos que interact¨²an entre libreros, editores, distribuidores y representantes ...
Este domingo se clausur¨® la 82? edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid sin renunciar a la orientaci¨®n que le imprimi¨® desde el a?o pasado su directora Eva Or¨²e, es decir, a la b¨²squeda del equilibro entre su vocaci¨®n popular y festiva y su profesionalizaci¨®n. Se trata ante todo de una cita capaz de atraer a decenas de miles de ciudadanos que interact¨²an entre libreros, editores, distribuidores y representantes de diferentes instituciones y organismos oficiales en un medio fr¨¢gil como el parque del Retiro. Resulta imposible que haya sitio para todos los que desean tenerlo y por eso necesita unas normas claras. No se puede dejar fuera a las grandes empresas consolidadas, pero tampoco excluir a otros representantes del mundo del libro, m¨¢s peque?os y modestos. La Feria ha conseguido una afortunada alianza de mercado y cultura que busca otros protagonismos, m¨¢s all¨¢ del pa¨ªs invitado tradicional, y esta vez el centro fue la ciencia y su poder de difusi¨®n cultural.
La Feria constituye un delicado ecosistema amenazado por definici¨®n, pero tambi¨¦n resiliente y entusiasta. Su ¨¦xito no se puede medir solo por los n¨²meros de asistencia y las ventas de ejemplares ¡ªdurante varias jornadas el Retiro estuvo barrido por tormentas y vendavales¡ª sino por la sensaci¨®n de que, durante dos semanas largas de finales de mayo y principios de junio, se ha vivido de nuevo una simbiosis entre autores, lectores y editores, como ha sucedido en estos d¨ªas en las Ferias de Palma, Valladolid o Zaragoza. La consagraci¨®n del encuentro personal en las firmas de libros ha ganado el peso de ritual civil que involucra algo m¨¢s que quedarse con el garabato o la dedicatoria del autor en un ejemplar reci¨¦n comprado por el lector.
En la Feria comparecen las fortalezas y las debilidades del sector del libro en Espa?a, cr¨®nicamente quejoso pero capaz de capear muy bien los sucesivos avatares de la pandemia o la crisis actual. Pese a que dos grandes grupos, Planeta y Penguin Random House, dominan una parte enorme del sector, una mir¨ªada de peque?as y medianas editoriales resisten con una oferta de ficci¨®n y ensayo ajena a los grandes grupos y con sus propios lectores fieles. Los problemas a menudo son compartidos por unos y otros: la subida de ventas del libro digital es una buena noticia, pero a la vez desaf¨ªa a las librer¨ªas que representan el ox¨ªgeno del mercado editorial; el enorme poder de Amazon est¨¢ detr¨¢s del aumento de ventas (crecieron el 12,3% en 2022, mientras que las ventas en librer¨ªas disminuyeron un 3,1%) o la end¨¦mica sobreproducci¨®n editorial, que sube un 2,5% y sigue en torno a los 80.000 t¨ªtulos. Quiz¨¢ no haya lector para tanto libro, pero la vitalidad de la Feria es uno de los mecanismos m¨¢s afortunados para que el desfase entre las cifras de edici¨®n y las cifras de lectura sea un poco menor cada a?o.