Ciencias y letras: unidad de plan
Yerran quienes creen que los m¨¦dicos, farmac¨¦uticos o bi¨®logos solo leen libros t¨¦cnicos de sus disciplinas y los fil¨®sofos, historiadores o fil¨®logos son los ¨²nicos que compran poemarios o libros de divulgaci¨®n de humanidades
Veo c¨®mo se mueve la mand¨ªbula mientras que digo: ¡°unidad de plan¡±. Lo hago al empezar a escribir este texto que ahora ustedes leen: unidad de plan. Dichas as¨ª, estas tres palabras podr¨ªan haber encajado en los ¨²ltimos d¨ªas en la boca de los directores de la campa?a electoral, en los alcaldes entrantes o en las familias que acaban de saber a qu¨¦ colegio van a ir sus cr¨ªos el curso pr¨®ximo y est¨¢n planificando desplazamientos y recogidas. Pero yo digo ¡°unidad de plan¡± y estoy pensando en novela rom¨¢ntica alemana, en teatro y en biolog¨ªa.
¡°Unidad de plan¡± es el t¨¦rmino con que se conoce la teor¨ªa biol¨®gica que defend¨ªa que las especies animales son modificaciones surgidas a partir de un mismo esquema primigenio de organizaci¨®n corporal que subyace a todos los los grandes grupos de animales. La configuraci¨®n de los tejidos, ¨®rganos, sistemas, la simetr¨ªa o el n¨²mero de extremidades estar¨ªa controlada por esa unidad de plan corporal. Para defender tal unidad, era clave poder encontrar, en dos especies diferentes, ¨®rganos que deriven de un antepasado com¨²n y que remonten a un mismo origen evolutivo.
Por ejemplo, que los vertebrados surgimos de un plan estructural com¨²n se mostrar¨ªa, entre otras razones, en el hecho de que compartimos el hueso intermaxilar. Como muchos animales tienen visible ese hueso en la parte anterior, media e interna de su mand¨ªbula y los humanos no, los antiguos naturalistas defend¨ªan que los seres humanos ten¨ªamos un origen distinto y propio, no animal sino quiz¨¢ divino. Descubrir que los humanos s¨ª contamos con tal hueso en estado fetal, aunque en nuestro nacimiento est¨¦ ya fundido con la mand¨ªbula superior, soldado a ella, fue un gran argumento a favor de la defensa de esa unidad de plan en los mam¨ªferos.
El descubrimiento se hizo en el ¨²ltimo cuarto del siglo XVIII y su responsable fue el escritor Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832). El nombre del hueso intermaxilar es tambi¨¦n, en homenaje a su descubridor, el hueso de Goethe. Los varios vol¨²menes en que Goethe recogi¨® su obra cient¨ªfica (Zur Naturwissenschaft uberhaupt, besonders zur Morphologie) muestran su cultivo paralelo de la escritura literaria y la investigaci¨®n en ¨®ptica, bot¨¢nica o morfolog¨ªa animal. En la Feria del Libro de Madrid que ma?ana se clausura han estado a la venta las grandes obras de Goethe: la novela del atormentado Werther, el gran drama Fausto..., pero seguramente no hayan estado esos vol¨²menes cient¨ªficos, menos atractivos para el lector paseante. Sirva la gigante figura de Goethe, escritor de ficciones y cient¨ªfico, como ejemplo de la idea que esta fiesta de los libros ha buscado simbolizar este a?o: la imposible separaci¨®n de ciencias y letras. La Feria del Libro de Madrid 2023 pens¨® felizmente que en lugar de tener un pa¨ªs invitado tendr¨ªan a un concepto invitado: la ciencia.
Ciencia y libros: unidad de plan. Aprieto la mand¨ªbula. Yerran quienes creen que los m¨¦dicos, farmac¨¦uticos o bi¨®logos solo leen libros t¨¦cnicos de sus disciplinas y los fil¨®sofos, historiadores o fil¨®logos son los ¨²nicos que compran poemarios o libros de divulgaci¨®n de humanidades. Se equivocan quienes desproveen a los cient¨ªficos de capacidad literaria o ven como un diletante al investigador que es, adem¨¢s, autor de libros generalistas. Lo mismo ocurre con los lectores: quienes escogimos las letras en aquel men¨² trascendente de nuestra juventud tenemos, claro est¨¢, afinidades electivas al leer, pero la ciencia no est¨¢ excluida de nuestro gusto lector.
Los que enfrentan las ciencias y las letras piensan que unas son disciplinas t¨¦cnicas y as¨¦pticas y las otras creativas, po¨¦ticas e indisciplinadas. Se equivocan. Quienes razonan de esta manera simplista clasifican el mundo de una forma tan cuadriculada que son felices y temiblemente audaces: les es f¨¢cil emprender esas reformas educativas que deciden que los itinerarios de ciencias no merecen saber cultura cl¨¢sica o viceversa.
An¨¢logamente a esa unidad de plan que parece que compartimos los grupos de animales entre nosotros, las distintas ¨¢reas del conocimiento comparten estructuras y m¨¦todos cuando se comienza a investigar: es el mismo m¨¦todo cient¨ªfico el que, por ejemplo, valida a la Biolog¨ªa y a la Ling¨¹¨ªstica. De hecho, la terminolog¨ªa incluso se presta de una disciplina a otra: esa Morphologie en alem¨¢n del t¨ªtulo de Goethe entra a?os m¨¢s tarde en la Gram¨¢tica como Morfolog¨ªa, el ¨¢rea que estudia la formaci¨®n de palabras. Prefijos, sufijos o compuestos son maneras de armar una palabra; huesos y ¨®rganos construyen a los humanos de forma similar a otros animales; ciencias y letras construyen a los lectores. Yo veo una misma unidad de plan, me toco la mand¨ªbula y abro el libro que tengo entre manos.
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