La Feria del Libro de Madrid y los peque?os editores llegan a una soluci¨®n para que todos participen en casetas

La Feria del Libro de Madrid acoger¨¢ a todas las editoriales que cumplan los m¨ªnimos de participaci¨®n (como tener 25 libros vivos en cat¨¢logo) en casetas. En los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa saltado a la luz el conflicto entre unas 70 editoriales peque?as que se quejaban ante la direcci¨®n de la feria porque muchas de ellas, las de cat¨¢logo m¨¢s peque?o, esta edici¨®n no iban a disponer de caseta en la que afincarse e iban a ser colocadas en un ¡°espacio com¨²n¡± que finalmente no existir¨¢. ¡°Ese era el ¨²ltimo recurso¡±, dice Eva Or¨²e, directora de la Feria, ¡°pero al final hemos conseguido solucionarlo de otra manera¡±.

Este martes, al final del d¨ªa, se celebr¨® una nueva negociaci¨®n entre las alrededor de 20 editoriales afectadas y la direcci¨®n. El mi¨¦rcoles por la ma?ana se consigui¨® cerrar el asunto. ¡°Fue una ardua negociaci¨®n, no exenta de reproches a la direcci¨®n, aunque tambi¨¦n hubo agradecimientos. Muchas editoriales defendieron con firmeza su posici¨®n¡±, dice la directora. Finalmente, se lleg¨® a la soluci¨®n. Seg¨²n explica Or¨²e, se ha planificado una reorganizaci¨®n del espacio y se ha contado con espacio sobrante, pues algunas editoriales que ten¨ªan casetas de cuatro metros han optado finalmente por casetas m¨¢s peque?as, de tres metros, con lo que se han ganado metros cuadrados para m¨¢s casetas. Un espacio, el de la feria, que por cuestiones como estas y por la propia din¨¢mica del parque y su arbolado cambia cada a?o. ¡°Lo que no quer¨ªamos era prometer casetas para todos y que luego no hubiera espacio, porque la feria siempre se monta sobre terrenos movedizos¡±, dice la directora, ¡°podr¨ªa haber ocurrido lo contrario, pero al final se han dado ciertos golpes de suerte¡±.

Las editoriales peque?as cambian su planificaci¨®n

La pol¨¦mica hab¨ªa surgido cuando, en la planificaci¨®n de este a?o, el n¨²mero m¨ªnimo para acceder a caseta subiera de 25 t¨ªtulos en cat¨¢logo (el m¨ªnimo, tambi¨¦n, para acceder a la feria), a 80, lo que dejaba en el limbo a esas editoriales que llegan a los 25 pero no a los 80 (las que iban a ser destinadas al espacio com¨²n que finalmente no existir¨¢). La editorial m¨¢s peque?a en el evento ser¨¢ Diecis¨¦is, que tiene 26 t¨ªtulos en su cat¨¢logo. Las mayores son los grandes grupos editoriales, que tienen en su haber miles de t¨ªtulos.

As¨ª, todas las editoriales ir¨¢n en caseta, aunque no todas de la misma manera. Algunas editoriales peque?as compartir¨¢n caseta, pero otras se han integrado en la caseta de alguna librer¨ªa o de las distribuidoras. Es el caso de la editorial Tr¨¢nsito, dirigida por Sol Salama, que participar¨¢ dentro de la caseta de la librer¨ªa madrile?a Sin Tarima, y que este mi¨¦rcoles se expresaba as¨ª en la red social Twitter: ¡°Este asunto de la FLM ha sido muy triste tambi¨¦n para Tr¨¢nsito. Es incomprensible estar obligadas a retroceder respecto a la experiencia del a?o pasado, que tan bella y satisfactoria fue. No poder acceder a una caseta compartida por tener menos de 80 t¨ªtulos¡±. En otro tuit continuaba: ¡°Supone un castigo parad¨®jico cuando siempre se tiene en la boca que el mercado est¨¢ sobresaturado¡±. Y criticaba, como han criticado otras editoriales, que a la hora de recortar siempre se haga por abajo, en los proyectos m¨¢s peque?os, antes que por arriba, en referencia a los grandes grupos editoriales.

En Consonni, una de las editoriales afectadas, despu¨¦s de rechazar asistir en varias ocasiones, han conseguido hacerlo en las condiciones que deseaban, compartiendo caseta con otras dos, Las Afueras y Koan. ¡°Este proceso nos ha dado muchos dolores de cabeza, era como una serie de televisi¨®n en la que si te pierdes un cap¨ªtulo te lo pierdes todo¡±, comenta Mar¨ªa Mur. Les hab¨ªan ofrecido soluciones que no les satisfac¨ªan, como compartir espacio con fundaciones pol¨ªticas con las que no ten¨ªan mucho que ver, o compartir una caseta de tres metros cuadrados entre cuatro editoriales. ¡°No nos parec¨ªa bien disponer de menos de un metro de espacio, y, en general, nos parec¨ªa injusta la situaci¨®n y los cambios en el reglamento¡±.

La editorial sevillana Barrett que, de alguna manera, encabez¨® las protestas con un comunicado criticando la gesti¨®n de la feria, finalmente no participar¨¢, como ya hab¨ªa anunciado. Ya se hab¨ªa descolgado de las negociaciones y no asistieron a las reuniones finales del martes y el mi¨¦rcoles. ¡°Pensamos que, m¨¢s all¨¢ de que haya casetas o no, nuestra postura es coherente porque no nos gusta como se han gestionado las cosas, la incertidumbre que se ha generado y los cambios en la forma de interpretar la normativa¡±, dice Bel¨¦n Garc¨ªa, jefa de prensa de la editorial.

Hay quien ve en problemas como este un s¨ªntoma del funcionamiento del sector editorial. ¡°Es solo la punta del iceberg¡±, dice Mur. ¡°El problema est¨¢ en un sistema en el que los grandes grupos saturan el mercado, pero tambi¨¦n controlan los gremios, acceden a los medios de comunicaci¨®n con mucha m¨¢s facilidad y deciden en la planificaci¨®n de las ferias. Los peque?os no podemos hacer m¨¢s que surfear entre todo eso¡±.