Lo importante ya lo sabes

Cuando eras un beb¨¦ sol¨ªa pensar en todo lo que te quedaba por conocer. Como supongo que les ocurre a muchos padres primerizos, estaba impaciente por saber qui¨¦n eras, lo cual implicaba que aprendieras antes algunas cosas: a andar para explorar el mundo, a hablar para que me dijeras lo que te gustaba y lo que no de ¨¦l.

A veces sent¨ªa v¨¦rtigo por todo lo que te quedaba por recorrer. Me emocionaba imaginando que descubrir¨ªas El Romance de la luna, luna, lo que significa la amistad o las pel¨ªculas de Sorrentino, pero me aterraba pensar que pronto tendr¨ªamos que explicarte la contrapartida de la belleza, que existe el mal y que est¨¢ en las p¨¢ginas de Internacional de los peri¨®dicos que lee el abuelo, pero tambi¨¦n en el parque.

Una tarde, cuando a¨²n estabas en la tripa, me puse a llorar pensando en que, como me ocurri¨® a m¨ª de cr¨ªa, alg¨²n d¨ªa el Rafi te robar¨ªa el euro para chuches, ver¨ªas como hay ni?os que se r¨ªen de otros ni?os o te romper¨ªan el coraz¨®n. De quien se rieron entonces fue de m¨ª, porque a tu padre le hizo gracia aquel desborde hormonal. Yo tambi¨¦n me r¨ªo al recordarlo, pero me sigo preguntando c¨®mo te explicar¨¦ por qu¨¦ el Rafi roba, por qu¨¦ nos re¨ªmos de los dem¨¢s o c¨®mo funciona el amor.

Cuando eras un beb¨¦ sol¨ªa hacer listas con todo lo que tendr¨ªa que contarte. Pero hoy cumples dos a?itos y me doy cuenta de que lo importante ya lo sabes.

Lo importante ya lo sabes porque conoces la diferencia entre una paloma y una marica, sabes distinguir las rosas del resto de las flores y que los cielos negros anuncian tormenta. Sabes que pap¨¢ te protege de los lobos, que al hermano hay que cuidarlo y que mam¨¢ es casa, como dices cuando jugamos al pilla-pilla. Conoces ya muchas canciones, entre las cuales hay un par del Romancero de Durruti, as¨ª que a veces vas por casa cantando ¡°por all¨ª viene Durruti con un libro en el morral donde apunta los millones que ha robado el capital¡±.

A¨²n no sabes contar y te equivocas con los d¨ªas de la semana ¨Dincluso te has inventado uno nuevo, el m¨¢rteles¨D, pero sabes decir te quiero, por favor y gracias. Podr¨ªas enumerarle a cualquiera que te lo pidiera los atributos de Atenea, que una noche te mand¨® una lechuza peque?a a cambio de tus esfuerzos memor¨ªsticos. Distingues los ni?os de los mayores y las mujeres de los hombres, aunque sean materias cada vez m¨¢s complicadas para algunos adultos.

Tambi¨¦n sabes lo que es Espa?a, pero sospecho que crees que es solo una bandera, como les pasa a otros que hace mucho que pasaron los dos a?os. Eres consciente, incluso, de que aqu¨ª los bares son un lugar importante, porque piensas que el Rivera es una extensi¨®n de casa y el de Kike, uno de los camareros, fue el primer nombre que aprendiste a decir. Tambi¨¦n sabes lo que es el mundo, porque hace poco o¨ª como pap¨¢ te preguntaba que d¨®nde estaba, refiri¨¦ndose seguramente a tu pelota de globo terr¨¢queo, y le respondiste que ¡°por todas partes¡±.

Cu¨¢ntas esquinas de ¨¦l te quedan por conocer. Pero lo importante ya lo sabes. Porque, como cantaba Facundo Cabral ¨Dy esto tambi¨¦n lo sabes porque lo ponemos en el coche¨D, hay que volar bajo porque abajo est¨¢ la verdad. Por eso nunca como ahora que apenas llegas al metro de altura, nunca como ahora que desconoces todo lo accesorio, vas a saber tantas cosas importantes.