Las ¡®corcholatas¡¯ mexicanas

Hay una palabra en M¨¦xico que domina la conversaci¨®n en Twitter. Est¨¢ tan alejada de las redes sociales como una carrera de chapas y, sin embargo, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador la convirti¨® en el epicentro de todo el debate pol¨ªtico. El t¨¦rmino es corcholatas, como se conocen los tapones met¨¢licos de los refrescos, y el juego es la carrera por el relevo del presidente. Cada aspirante es una corcholata y la competici¨®n, que se ha formalizado las ¨²ltimas semanas y concluir¨¢ en septiembre a trav¨¦s de una encuesta, se libra a golpe de tuit en medio de una campa?a interna que trae consigo aspiraciones de poder, giras territoriales, dardos, pero sobre todo ganas de exhibirse.

Los precandidatos de Morena, fuerza de izquierdas y al mismo tiempo movimiento atr¨¢palo-todo, ya han renunciado a sus cargos. La parrilla de salida est¨¢ lista y tambi¨¦n lo est¨¢n las sobreactuaciones. Claudia Sheinbaum, hasta hace diez d¨ªas jefa de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico, fue durante los meses previos a este proceso la dirigente favorita de la militancia, seg¨²n la mayor¨ªa de los estudios de opini¨®n. Pero las campa?as son otro terreno de juego y ella misma pidi¨® a su equipo trabajar como si estuviera en una posici¨®n de desventaja. El s¨¢bado cumpl¨ªa 61 a?os y lo celebr¨® con un mitin en la ciudad de Quer¨¦taro con coronas de flores, bailes y un homenaje a la pr¨®cer de la independencia Josefa Ortiz de Dom¨ªnguez.

¡°Es tiempo de mujeres¡±, es el lema de Sheinbaum, al igual que el excanciller Marcelo Ebrard est¨¢ dispuesto a exprimir hasta el ¨²ltimo s¨ªmil el significante ¡°so?ar¡± y el exsecretario de Gobernaci¨®n Ad¨¢n Augusto L¨®pez explota en cada mensaje el valor m¨¢s seguro ¡ªy desgastado¡ª de la pol¨ªtica, la idea de pueblo. El primero ya colg¨® el cors¨¦ diplom¨¢tico y se fue el fin de semana a un festival de mariachis en Puerto Vallarta, en la costa del Pac¨ªfico. En los ¨²ltimos d¨ªas supimos gracias a su cuenta de Twitter que aprendi¨® a orde?ar en Sinaloa, se interes¨® por el pez totoaba de Baja California y que conoci¨® a cantidad de vecinos, incluida a una beb¨¦ a la que present¨® como ¡°la fan m¨¢s peque?a de los Pumas¡±. El segundo lleg¨® a celebrar un momento de descanso a la sombra de un ¨¢rbol exclamando ¡°?qu¨¦ agusticidad!¡±.

El caso es que esta es una campa?a rara. El reglamento impide formular propuestas de gobierno, por lo que por ejemplo se qued¨® en agua de borrajas la idea de Ebrard de nombrar a un hijo de L¨®pez Obrador como secretario o ministro de la Cuarta Transformaci¨®n, el movimiento y maquinaria de guerra cultural de Morena. Precisamente, el partido se refiere a la disputa interna como el proceso para elegir al ¡°coordinador de los comit¨¦s de defensa de la Cuarta Transformaci¨®n¡±, un ardid para sortear las sanciones de las autoridades electorales a pesar de que todos saben que est¨¢ en juego la sucesi¨®n y todos se han abonado a una imp¨¢vida propaganda personal.

El exsenador Ricardo Monreal lanz¨®, por ejemplo, una serie de v¨ªdeos con la etiqueta #monreality, unos retazos de vida cotidiana en los que lo mismo juega con sus perritos, se pasea por el rancho o presenta a su equipo. La carrera de chapas ha empezado, dentro y fuera de Twitter, y no solo acapara la actualidad y toda la atenci¨®n de los mexicanos, sino que se concibe como la votaci¨®n m¨¢s importante del pr¨®ximo ciclo electoral. Casi unas presidenciales antes de las presidenciales, convocadas para junio de 2024. Esta percepci¨®n, que remite a las d¨¦cadas en las que el PRI no ten¨ªa rivales, se debe a la crisis de la oposici¨®n y a una jugada del propio L¨®pez Obrador. Fue el jefe de Estado quien hace m¨¢s de un a?o puso a calentar a las corcholatas y ahora acaba de marcar la salida. Una de las reglas no escritas ya ha quedado clara: todo por un tuit.