El (mal) sue?o de una noche de verano de Vox
El partido presenta un programa inviable y disparatado que supondr¨ªa la reforma de la Constituci¨®n y los estatutos de autonom¨ªa
Vox ha presentado su programa electoral y, a primera vista, merece ser calificado como disparatado pol¨ªticamente y de dif¨ªcil, cuando no, inviable, ejecuci¨®n en t¨¦rminos jur¨ªdicos. Nos enfrentamos a un documento, en primer lugar, cuajado de propuestas lisa y llanamente inconstitucionales, cuya puesta en marcha requerir¨ªan cambiar nuestra norma suprema, con las mayor¨ªas hipercualificadas (dos tercios o tres quintos, dependiendo del caso) que tal operaci¨®n implica. As¨ª sucede con la supresi¨®n de la progresividad del impuesto sobre la renta, un tributo al que, como a todos los dem¨¢s, el art¨ªculo 31 de la Constituci¨®n exige que su regulaci¨®n respete la capacidad econ¨®mica del contribuyente e igualmente la nota de progresividad. Tambi¨¦n, la pretensi¨®n de eliminar el aborto impondr¨ªa una revisi¨®n de la Constituci¨®n, puesto que tal derecho fundamental, seg¨²n ha proclamado expresamente el Tribunal Constitucional en su ¨²ltima sentencia en la materia, se encuentra incardinado en el art¨ªculo 15 del texto. La ilegalizaci¨®n de partidos independentistas, por su parte, choca frontalmente con el pluralismo, valor superior de nuestro ordenamiento. Su viabilidad es pr¨¢cticamente inexistente, m¨¢xime cuando la espa?ola no es una democracia militante y permite cualquier ideolog¨ªa (siempre que no se recurra a la violencia).
Devolver al Estado las competencias auton¨®micas en materia de sanidad y educativas y suprimir las polic¨ªas auton¨®micas all¨ª donde existen ¡ªEuskadi y Catalu?a¡ª tampoco es una operaci¨®n jur¨ªdicamente balad¨ª. Una vez incorporadas tales competencias a los estatutos de autonom¨ªa respectivos, el Estado carece de potestad para suprimirlas de manera unilateral. Por lo tanto, la viabilidad de las medidas propuestas pasar¨ªa inexorablemente por la v¨ªa de la reforma estatutaria, lo que, en todo caso, debe activarse en el seno de las comunidades aut¨®nomas que as¨ª lo decidan, sin que el Estado central lo pueda imponer. Finalmente, todo el paquete relativo a la derogaci¨®n de las leyes sobre violencia de g¨¦nero o trans, dado su car¨¢cter org¨¢nico, requerir¨ªa contar con mayor¨ªa absoluta en el Parlamento.
Que nadie se llame a enga?o: que las propuestas de Vox puedan convertirse en realidad es misi¨®n pr¨¢cticamente imposible. Es m¨¢s el (mal) sue?o de una noche de verano que una propuesta con visos de concretarse en la pr¨¢ctica.
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