Un programa ultra, pero detallado
La propuesta econ¨®mica de Vox es una enmienda a todas las pol¨ªticas p¨²blicas emprendidas desde el fin de la dictadura
El programa econ¨®mico de Vox ¡ª¡±Para lo que importa¡±¡ª es la s¨ªntesis de distintos catecismos ultras, nacionales y exteriores. A diferencia del ¡°Proyecto¡± del PP, un listado del todo inconcreto, este exhibe la ventaja del detallismo en sus medidas. Aunque de forma similar, hurta una estimaci¨®n de su coste.
El plan de la extrema derecha exhibe otra ventaja: la rotundidad de sus prop¨®sitos. No solo suponen la erradicaci¨®n de todas las pol¨ªticas p¨²blicas de la izquierda, sino una enmienda casi a la totalidad de las emprendidas desde el fin de la dictadura. As¨ª, propugna la eliminaci¨®n de la reforma laboral del Gobierno de coalici¨®n ¡ªque en su opini¨®n incentiva la precariedad en vez de reducir el trabajo temporal¡ª y una protecci¨®n social heredera del Fuero del Trabajo de 1938, sin intermediaci¨®n del contrato social: contra sindicatos y patronales, a los que desprovee de su constitucionalizaci¨®n y soporte p¨²blico. Y una agenda social de sesgo caritativo, sin defensa de la mujer, sino de la fecundidad y la familia tradicional. Defiende un proteccionismo econ¨®mico antiliberal, contrario al mercado europeo y a la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, tanto de inspiraci¨®n aut¨¢rquica heredera del primer franquismo (¡°producido en Espa?a¡±) como trumpista/antiglobalista. Detalla una agenda de completa regresi¨®n medioambiental en favor de una agricultura (¡°extensi¨®n de los regad¨ªos¡±) y una miner¨ªa intensivas. Y una pol¨ªtica de la vivienda inspirada en Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: volver a la liberalizaci¨®n extrema del suelo que ocasion¨® la burbuja inmobiliaria y a la privatizaci¨®n de las viviendas p¨²blica de alquiler, en lo que destac¨® el municipio madrile?o bajo mandato de Ana Botella, pr¨¢cticamente lo ¨²nico que salva entre lo realizado desde la Transici¨®n.
Y la base de todo ello es una antiqu¨ªsima pol¨ªtica fiscal, lo m¨¢s detallado en sus 178 p¨¢ginas, que postula las recetas ultraliberales y desfiscalizadoras m¨¢s extremas, cercanas al cuasi cero impositivo de la etapa anterior a 1975. Carga as¨ª contras las principales figuras impositivas construidas durante la etapa de la democracia: busca el aplanamiento del Impuesto de la Renta en dos tramos (15% para ingresos inferiores a 70.000 euros y al 25% los superiores) y la reducci¨®n de Sociedades al 15% (hoy del 25% nominal), as¨ª como una m¨¢s bien ret¨®rica minimizaci¨®n del IVA de primera necesidad. Ret¨®rica y contradictoria, pues propone al mismo tiempo su supresi¨®n y su minimizaci¨®n al tipo superreducido del 4%. Y no se alude a la necesaria consolidaci¨®n fiscal (control de deuda y d¨¦ficit) ni siquiera a ritmo prudente y a medio plazo.
Claro que en el fondo los autores del texto son conscientes de la jibarizaci¨®n del Estado que provocar¨ªa la miseria recaudatoria consecuente a esas medidas. Pero al mismo tiempo se pretende un Estado fuerte que practique un ¡°bloqueo naval¡± a la inmigraci¨®n del Estrecho; se oponga a las medidas de la UE en cuanto al desarrollo del mercado interior y los tratados comerciales con terceros pa¨ªses de nueva generaci¨®n; y persiga la autonom¨ªa y la actividad de sindicatos y patronales, de las asociaciones ecologistas y de las ONG humanitarias. Y eso cuesta un dinero. Ah¨ª, en la resoluci¨®n del dilema financiero entre poco Estado aparente y mucha represi¨®n pr¨¢ctica, es donde tambalea todo el edificio. Porque se pretende financiar ese estatalismo de viejo cu?o con la destrucci¨®n del Estado auton¨®mico consagrado en la Constituci¨®n. Ampar¨¢ndose en la benem¨¦rita idea de la eliminaci¨®n de duplicidades administrativas: algo en lo que enfatiz¨® hist¨®ricamente el centroderecha de Ciudadanos y que, seg¨²n expertos fiscales han calculado, generar¨ªa ahorros m¨¢s bien simb¨®licos: en el caso de la supresi¨®n de las diputaciones, unos 1.000 millones de euros. De forma que el detalle abunda en relaci¨®n con el programa del Partido Popular al que Vox est¨¢ asociado, pero tampoco indica c¨®mo sus cuentas podr¨ªan cuadrar.
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