Los criados de Machu Picchu
Los ¨²ltimos an¨¢lisis cient¨ªficos del tesoro arqueol¨®gico peruano arrojan datos que no se recogen en ninguna gu¨ªa tur¨ªstica
Todo el mundo ha ido a Machu Picchu menos yo, pero os puedo comunicar algo que todav¨ªa no os habr¨¢ dicho ning¨²n gu¨ªa. Ya sab¨¦is que ese poblado precolombino construido por los incas a dos kil¨®metros y medio de altura, en los Andes peruanos, se les escap¨® por completo a los conquistadores espa?oles del siglo XVI ¡ªnunca hemos destacado en ciencias¡ª y que no fue hasta 1911 que el profesor de Yale Hiram Bingham y su traductor al quechua Melchor Arteaga dieron a conocer al mundo esa maravilla arqueol¨®gica. Encaramada a esos riscos andinos hermosos y puntiagudos, con terrazas agr¨ªcolas, acueductos y restos evidentes de una urbanizaci¨®n sofisticada, Machu Picchu ha sido confirmada como una de las pucaras, o fortificaciones, y tambos, o posadas, con que el imperio inca organizaba los movimientos humanos y el comercio a lo largo de sus vastos territorios.
Bingham hizo un gran trabajo, pero padec¨ªa una fiebre imaginativa que solo un arque¨®logo sabr¨ªa disculpar. Como la mayor¨ªa de los esqueletos que exhum¨® eran femeninos, dedujo que Machu Picchu era un santuario de las V¨ªrgenes del Sol, nada menos, una ¨¦lite de mujeres que habitaban en los templos de la religi¨®n inca con su voto de castidad, su manejo de la comida ritual ¡ªdrogas, supongo¡ª y no s¨¦ qu¨¦ danzas con los ropajes o sin ellos que al parecer hac¨ªan las delicias del emperador. Por desgracia para la fogosa fantas¨ªa del explorador de Yale, la investigaci¨®n posterior ha mostrado que all¨ª hab¨ªa tantos hombres como mujeres, j¨®venes, viejos y de una desconcertante variedad de tipolog¨ªas para un pueblo tan peque?o. Y justo este jueves hemos descubierto por qu¨¦. Sigue leyendo, que ahora viene lo que a¨²n no sabe tu gu¨ªa.
Lucy Salazar, de Yale (como su antecesor Bingham), Lars Fehren-Schmitz, de la Universidad de California en Santa Cruz, y una docena de colegas de medio mundo publican en Science Advances un an¨¢lisis gen¨®mico de 34 personas enterradas en Machu Picchu y otras tantas de la ¨¦poca cuyos restos se han recuperado de amplias zonas circundantes en el actual Per¨² (Cusco, valle de Urubamba y otras). Para su sorpresa, los investigadores han hallado una extraordinaria diversidad gen¨¦tica en los antiguos habitantes de Machu Picchu. De hecho, son mucho m¨¢s diversos que sus vecinos de la regi¨®n. Sus ancestros gen¨¦ticos vienen de todo el antiguo imperio inca y de m¨¢s all¨¢, incluidas lejanas partes del Amazonas. El hallazgo indica con fuerza que esas personas eran yanacona y aclla, los hombres y mujeres que serv¨ªan de criados a los poderosos de aquel lugar anta?o tan misterioso. Los tra¨ªan de lugares remotos para servir de criados. Nada muy extraordinario, ?verdad?
Pero bueno, el mero hecho de que los enterraran en Machu Pichu insin¨²a que estaban m¨¢s o menos integrados en el palacio de los se?oritos. Un buen sirviente bien vale un funeral.
Ay Bingham, qu¨¦ mala es la calentura voluptuosa. Tus v¨ªrgenes sagradas del templo han resultado meras criadas de palacio, y encima de ambos sexos. Cuando Einstein dijo que la imaginaci¨®n alcanza m¨¢s all¨¢ que el conocimiento, no se refer¨ªa a esa clase de imaginaci¨®n. La arqueolog¨ªa es una disciplina admirable que nos ha reportado un tesoro de datos. Sus interpretaciones son una cuesti¨®n completamente diferente.
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