Arde el Mediterr¨¢neo
La combinaci¨®n de temperaturas extremas y una larga sequ¨ªa somete a m¨²ltiples pa¨ªses a una ola devastadora de incendios
Una ola de calor que ha llevado a alt¨ªsimas temperaturas en toda la regi¨®n mediterr¨¢nea despu¨¦s de meses de sequ¨ªa persistente ha creado las condiciones para que el fuego se adue?e de un territorio que lleva acumulando masa cal¨®rica desde hace demasiado tiempo. El cambio clim¨¢tico est¨¢ convirtiendo el Mediterr¨¢neo en un punto cr¨ªtico. Sus efectos no solo amenazan la seguridad de la poblaci¨®n, sino la principal actividad econ¨®mica de una parte importante de su territorio, el turismo, que en el caso de Grecia emplea a uno de cada cinco trabajadores. Es la zona del planeta donde ya se ha registra...
Una ola de calor que ha llevado a alt¨ªsimas temperaturas en toda la regi¨®n mediterr¨¢nea despu¨¦s de meses de sequ¨ªa persistente ha creado las condiciones para que el fuego se adue?e de un territorio que lleva acumulando masa cal¨®rica desde hace demasiado tiempo. El cambio clim¨¢tico est¨¢ convirtiendo el Mediterr¨¢neo en un punto cr¨ªtico. Sus efectos no solo amenazan la seguridad de la poblaci¨®n, sino la principal actividad econ¨®mica de una parte importante de su territorio, el turismo, que en el caso de Grecia emplea a uno de cada cinco trabajadores. Es la zona del planeta donde ya se ha registrado una de las mayores subidas de la temperatura media y, por tanto, lleva camino de convertirse en una de las mayores damnificadas por la falta de acci¨®n para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los incendios que otros veranos se hab¨ªan convertido en una cat¨¢strofe para el medio natural est¨¢n alcanzando este a?o una dimensi¨®n tr¨¢gica por el elevado n¨²mero de v¨ªctimas, m¨¢s de 50 en el ¨²ltimo recuento. Los incendios m¨¢s devastadores han afectado a Argelia, donde las temperaturas se han disparado hasta los 48¡ãC en Annaba o Yibel. M¨¢s de 100 incendios se han propagado por el norte del pa¨ªs, con efectos devastadores en las provincias de Buira y Buj¨ªa, donde se han producido al menos 40 muertos, 10 de ellos soldados.
Adem¨¢s de Argelia y T¨²nez, el fuego afecta tambi¨¦n a diferentes zonas de Grecia, Italia, Croacia y Portugal. Las lluvias de junio parecen haber puesto afortunadamente a recaudo, al menos de momento, a Espa?a, aunque no hay que bajar la guardia. El fuego se ha cebado especialmente en algunas islas griegas e italianas, azuzado por el viento y las altas temperaturas. Cinco muertos se contabilizaban ayer en Sicilia, donde hubo que cerrar el aeropuerto de Palermo, y Grecia cuenta ya cinco muertos tambi¨¦n. En las islas griegas de Rodas, Eubea y Corf¨², las personas rescatadas por los servicios de emergencia se cuentan por decenas de miles. Diversos frentes incontrolados segu¨ªan propag¨¢ndose ayer en esas islas con llamas de 30 metros de altura mientras prend¨ªan nuevos incendios en la isla francesa de C¨®rcega.
En muchos de estos lugares se ha puesto de manifiesto la precariedad de los recursos de extinci¨®n disponibles cuando coinciden tantos fuegos a la vez. El recuerdo de la tragedia de Mati, que en julio de 2018 provoc¨® la muerte de 103 personas atrapadas en un incendio a 40 kil¨®metros de Atenas, alimenta el temor de que pueda ocurrir lo mismo en cualquier otro lugar. Los bosques mediterr¨¢neos est¨¢n sobrecargados de maleza seca y cuando el fuego alcanza una determinada dimensi¨®n resulta ya muy dif¨ªcil detenerlo; de ah¨ª la importancia de disponer de servicios de extinci¨®n suficientes y ¨¢giles, capaces de intervenir r¨¢pidamente, antes de que el fuego alcance una dimensi¨®n incontrolable.
Lo m¨¢s preocupante de este verano es la sucesi¨®n de olas de calor con temperaturas cada vez m¨¢s extremas. En el Peloponeso se han alcanzado los 46 ¡ãC y en la regi¨®n italiana de Catania, 47,6 ¡ãC. Mientras las poblaciones afectadas asisten impotentes a los efectos de la sequ¨ªa y el avance del fuego, sigue habiendo responsables pol¨ªticos que se permiten negar el cambio clim¨¢tico o poner en cuesti¨®n las pol¨ªticas aprobadas por la Uni¨®n Europea para combatirlo, ignorando que el precio de no actuar de forma m¨¢s contundente para frenar el calentamiento global es ya superior al coste de aplicarlas.