La decisi¨®n del Rey
La acertada resoluci¨®n de Felipe VI fue hecha p¨²blica en un comunicado que introduce cierta confusi¨®n al hacer referencia a una supuesta ¡°costumbre¡± a la que no procede apelar en este caso
Tras finalizar sus consultas con los interlocutores designados por los distintos grupos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria, el Rey ha propuesto a Alberto N¨²?ez Feij¨®o como candidato a la presidencia del Gobierno. La propuesta es plenamente respetuosa con las previsiones constitucionales. Desde esta ¨®ptica conviene se?alar que el contenido de las consultas es vinculante para el Rey. Las consultas tienen por objeto proporcionar al jefe del Estado la informaci¨®n relativa a los apoyos ciertos con los que cuentan los distintos posibles candidatos. Y al terminar la ronda de consultas, una vez confirmado el apoyo de Vox, la candidatura de Feijo¨® contaba con el respaldo de 172 diputados. La candidatura del l¨ªder socialista, Pedro S¨¢nchez, ten¨ªa un respaldo notablemente inferior. Y en este contexto no vale alegar que a trav¨¦s de determinadas concesiones de muy dudosa constitucionalidad (como puede ser la aprobaci¨®n de una ley de amnist¨ªa) el hoy presidente en funciones podr¨ªa lograr m¨¢s apoyos. Todo eso son futuribles que el jefe del Estado ha hecho muy bien en obviar. La preservaci¨®n de la neutralidad de la Corona requiere de la existencia de un criterio objetivo para la formulaci¨®n de la propuesta, y ese criterio no es otro que el de proponer a quien cuenta con m¨¢s respaldo parlamentario en el momento mismo en que se hace la propuesta.
La acertada decisi¨®n del Rey fue hecha p¨²blica mediante un comunicado que, sin embargo, introduce cierta confusi¨®n en el procedimiento al hacer referencia a una supuesta ¡°costumbre¡± seg¨²n la cual si ninguno de los aspirantes a la presidencia cuenta con apoyos suficientes para ser investido ¡ªcomo es el caso¡ª procede proponer como candidato al l¨ªder del grupo ¡°que ha obtenido mayor n¨²mero de esca?os¡±. Aunque es cierto que el derecho constitucional est¨¢ integrado tambi¨¦n por normas consuetudinarias, en el caso es que nos ocupa no procede apelar a una eventual ¡°costumbre constitucional¡±. Si hasta ahora lo habitual era que fuera propuesto el l¨ªder del partido m¨¢s votado, ello no se deb¨ªa a la existencia de costumbre alguna, sino al hecho de que se trataba del aspirante que contaba con m¨¢s respaldo parlamentario. Si de la informaci¨®n proporcionada en las consultas, el Rey hubiera concluido que S¨¢nchez contaba con el apoyo incondicionado de 173 diputados ¡ªuno m¨¢s que N¨²?ez Feijo¨® y aunque tambi¨¦n fueran insuficientes¡ª hubiera sido dif¨ªcil de justificar en una supuesta ¡°costumbre¡± la preterici¨®n del l¨ªder socialista.
Si ning¨²n aspirante tiene el respaldo suficiente, la Constituci¨®n exige al Rey proponer a un ¡°perdedor¡± para que tras la investidura fallida se inicie el plazo de dos meses para la disoluci¨®n de las Cortes. No le impone un plazo para ello. Por ello, tambi¨¦n cab¨ªa la posibilidad de que el Rey no propusiera a ning¨²n candidato. Desde su posici¨®n neutral y atendiendo exclusivamente al inter¨¦s general y a la garant¨ªa del funcionamiento regular de las instituciones, el jefe del Estado ha considerado oportuno no demorar m¨¢s la situaci¨®n de interinidad. El Rey ha cumplido ejemplarmente su funci¨®n. Lamentablemente, los partidos pol¨ªticos no lo han hecho y no han alumbrado una mayor¨ªa de gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.