Algoritmos empresariales

Desde hace unos a?os, el uso de los algoritmos para la gesti¨®n empresarial se est¨¢ abriendo paso para permitir una mayor automatizaci¨®n de las decisiones organizativas basadas en datos. Esta digitalizaci¨®n implica servirse de procedimientos que utilizan los datos generados por el mercado y por las propias empresas para tomar decisiones sobre producci¨®n, la organizaci¨®n de los recursos y la evaluaci¨®n del desempe?o del personal, optimizando las capacidades empresariales y mejorando los m¨¢rgenes de rentabilidad. Aunque los niveles de automatizaci¨®n de la gesti¨®n pueden ser muy diferentes entre empresas, el uso de estas herramientas est¨¢ creciendo en aspectos como el control horario, la organizaci¨®n de los flujos de trabajo, el perfilado de trabajadores y los aspectos relacionados con la supervisi¨®n y la evaluaci¨®n de sus desempe?os profesionales.

En muchas ocasiones, el uso de algoritmos poco transparentes, o con sesgos predise?ados, termina por desproteger a los empleados, que se ven sometidos a un proceso de toma de decisiones automatizado sobre el que no tienen ning¨²n control ni capacidad de respuesta. Se trata en ¨²ltima instancia de un marco de gesti¨®n que puede erosionar la negociaci¨®n colectiva y reducir el ya mermado poder de negociaci¨®n de los trabajadores. Tanto la normativa europea como la Carta de Derechos Digitales, aprobada por Espa?a en 2021, se?alan el derecho de la ciudadan¨ªa a obtener informaci¨®n transparente y efectiva sobre el uso de los algoritmos utilizados por las empresas para tomar decisiones que les afectan. Este derecho resulta esencial, ya que un algoritmo mal dise?ado o con sesgos de programaci¨®n puede afectar severamente a la capacidad de las plantillas de ejercer sus derechos en un entorno de trabajo seguro, justo y equilibrado. Incorporar la supervisi¨®n del funcionamiento de los algoritmos a la negociaci¨®n colectiva supone, por eso mismo, un importante paso.

La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo est¨¢ trabajando en determinar los alcances y contenidos de ese control colectivo sobre los algoritmos. En un momento en que el mundo empresarial quiere promover modelos m¨¢s democr¨¢ticos, transparentes y sensibles, mantener la inteligencia artificial dentro de un marco de supervisi¨®n acordado entre las partes es no solo una decisi¨®n de futuro, sino de un presente que cambia aceleradamente. Es por eso positivo que las organizaciones sindicales presionen para incorporar este aspecto al marco general de la negociaci¨®n colectiva y el di¨¢logo social. Aprovechar el potencial de la digitalizaci¨®n y la inteligencia artificial requiere de marcos institucionales preparados para poder supervisar, gestionar y, en su caso, limitar su extensi¨®n cuando esta se considera lesiva para los derechos de las personas. De lo contrario, corre el riesgo de convertirse en una nueva fuente de desigualdad econ¨®mica y social.