Sociedad anum¨¦rica
Los lectores escriben sobre el escaso conocimiento cient¨ªfico de algunos periodistas, la mirada masculina sobre la mujer, la diversidad ling¨¹¨ªstica y la salud mental
Estamos acostumbrados a que en Espa?a incluso personas te¨®ricamente cultas muestren una profunda ignorancia respecto a temas de ciencia b¨¢sica, pero hay veces en que sus manifestaciones rozan el esperpento. El otro d¨ªa, por ejemplo, escuch¨¦ en la radio que dec¨ªan que los embalses de la Comunidad de Madrid hab¨ªan ganado estos d¨ªas dos hect¨®metros c¨²bicos, aclarando a continuaci¨®n que eran 2.000 litros. Aunque cualquier escolar de primaria sabe ¡ªen la actualidad tengo mis dudas¡ª que dos hect¨®metros c¨²bicos son ?2.000 millones de litros!, pens¨¦ que se trataba de un lapsus. Sin embargo, en el programa siguiente se repiti¨® el incidente en los mismos t¨¦rminos. ?Nos imaginamos el rid¨ªculo de un ministro de Econom¨ªa diciendo que las exportaciones han aumentado en 2.000 euros cuando realmente lo han hecho en 2.000 millones de euros? La ciencia es patrimonio de todos y su conocimiento y disfrute derecho y deber a la vez. Los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan ser ejemplo de un uso correcto de los conceptos cient¨ªficos elementales, no de lo contrario.
F¨¦lix G¨¢lvez Ponce. Arroyomolinos (Madrid)
Mirada masculina
Las mujeres somos listas, que no inteligentes. Espabiladas, que no resolutivas. Somos hist¨¦ricas, dram¨¢ticas, obsesivas, celosas, depresivas, emocionales, lloronas, instintivamente maternales, egoc¨¦ntricas, quejicas, el sexo d¨¦bil, el sexo fatal, el sexo inferior, el segundo sexo, como dir¨ªa Beauvoir. Se habla del espacio dom¨¦stico, pero no del espacio domesticado. Se habla del cuerpo sujeto, pero no del cuerpo sujetado. Se habla de la subyugaci¨®n, pero no de la mujer subyugada. Se habla de la mujer d¨®cil, pero no de la mujer docilizada. Todo se ve a trav¨¦s de los ojos del hombre, una mirada que ha hecho de la mujer, de su anatom¨ªa y de su vida, algo insignificante.
Rosa Segarra Montero. Valencia
Diversidad ling¨¹¨ªstica
Estamos en 2023 y todav¨ªa hay gente realmente sorprendida, molesta incluso, de que en Espa?a se hablen otras lenguas: est¨¢n at¨®nitos. Cre¨ªan que solo las hablaban en el mercado las se?oras de los pueblos. No cre¨ªan, por ejemplo, que los ni?os las estudiaran en las escuelas, que leyeran novelas cultas escritas en ellas, que recurrieran a ellas para hablar con sus familias desde que nacieron, que las utilizaran para ejercer cualquiera de sus derechos en el Ayuntamiento de su localidad. Creen, de verdad, que el espa?ol es lo com¨²n para los dem¨¢s, lo primero que a todos nos viene a la mente a la hora de expresarnos, porque claro, ?estamos en Espa?a! ?C¨®mo no puede uno en Espa?a pensar y hablar y sentir en espa?ol por defecto?
Julia Salas Ballesteros. Valencia
La soledad es mortal
Soy un enfermo mental y siento que contando mi historia puedo ayudar a mucha gente. He tenido muchos diagn¨®sticos a lo largo de mi vida empezando por autista-asperger, seguido por un episodio delirante agudo, depresi¨®n y ahora, trastorno bipolar. A pesar de todos estos diagn¨®sticos, puedo decir que he tenido una vida cumplida: carrera de inform¨¢tica, m¨¢ster de psicolog¨ªa, hablo franc¨¦s e ingl¨¦s, y he tenido pareja durante seis a?os. Cuento todo esto para que, si alguien ha sufrido mis vivencias, se sienta menos solo porque la soledad, en el contexto de la salud mental, es mortal.
Joan Capell Gracia. Lleida
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