Solo soy una chica de internet
Del ¡®girl math¡¯ al ¡®girl mess¡¯, la gente se divide entre quienes se abrazan a unas etiquetas absurdas como ejercicio de subversi¨®n femenina y los defienden que esta fiebre esconde algo de misoginia
Resulta que durante media vida he practicado el girl math y yo sin enterarme. Han tenido que ser las aventajadas mentes de Twitter y de TikTok las que este verano pusieron nombre a mi secreta ciencia exacta, la calculadora mental que llevaba en silencio, pero totalmente integrada en mi cerebro. Me explico: el #GirlMath, o matem¨¢ticas de chicas, es hacer la cola virtual para gastarse 100 euros en un concierto de Taylor Swift programado para julio de 2024 y, cuando llegue ese d¨ªa, pensar que en...
Resulta que durante media vida he practicado el girl math y yo sin enterarme. Han tenido que ser las aventajadas mentes de Twitter y de TikTok las que este verano pusieron nombre a mi secreta ciencia exacta, la calculadora mental que llevaba en silencio, pero totalmente integrada en mi cerebro. Me explico: el #GirlMath, o matem¨¢ticas de chicas, es hacer la cola virtual para gastarse 100 euros en un concierto de Taylor Swift programado para julio de 2024 y, cuando llegue ese d¨ªa, pensar que en realidad te ha salido gratis, porque entonces no tendr¨¢s que pagarlo. Es creer que, si pagas en efectivo, b¨¢sicamente no lo est¨¢s haciendo, porque en la app del banco tu cuenta corriente sigue inmutable. Es comprarte esas botas tan caras autoconvenci¨¦ndote de que por supuesto que las vas a amortizar, porque te las pondr¨¢s much¨ªsimo y, entonces s¨ª, te salen a cuenta. Una ganga, vamos.
El fen¨®meno, del que esta semana ha hablado en S Moda, la revista femenina de EL PAIS, la analista de tendencias digitales Janira Planes y que acumula 500 millones de visualizaciones en TikTok, se suma a la obsesi¨®n digital por convertir en nichos identificables las experiencias femeninas. Porque, adem¨¢s de las matem¨¢ticas de chicas, est¨¢n los hot girl walkings (o quedadas para pasear, como las se?oras que se juntan cada tarde para andar), los lazy job girls (o trabajos que, aunque sean alienantes y no vocacionales, pagan bien y no invaden tu vida personal), las okokok o las lalala girls (las que asienten a todo o a las que les resbala lo m¨¢s grande) o el girl mess, que b¨¢sicamente consiste en encontrar belleza en el desorden y abandonarse a ser un desastre andante.
En la conversaci¨®n virtual ¡ªdonde el 75% del contenido no deber¨ªa tomarse tan en serio como la crisis de los misiles de Cuba, pero s¨ª dice much¨ªsimo de c¨®mo nos vemos¡ª, la gente se divide entre quienes se abrazan con alegr¨ªa a estas etiquetas absurdas como un ejercicio de subversi¨®n femenina y quienes defienden que toda esta fiebre por las ¡°cosas de chicas¡± esconde algo de misoginia esencialista. En una semana en la que hemos debatido arduamente por qu¨¦ los hombres piensan a diario en el Imperio Romano y qu¨¦ pasa con las chicas que calculan su sueldo en vestidos de Zara, qu¨¦ es todo este entuerto sino otra vuelta de tuerca a aquel gastado y pol¨¦mico debate que la d¨¦cada pasada defend¨ªa que los hombres son de Marte y las mujeres, de Venus. Solo que aqu¨ª y ahora, adem¨¢s, no hay se?oras a la vista en esta divisi¨®n por g¨¦neros. Aunque la mayor parte de esos v¨ªdeos los protagonicen adultas que hace a?os abandonaron la adolescencia, en internet parece que solo las chicas son dignas de diversi¨®n y de su mejor versi¨®n. ?Convertirse en mujer? Como defend¨ªa un tuit altamente viral: ¡°El camino directo hacia la muerte¡±.
Sobre la fiebre por los nichos de infantilizaci¨®n femenina, la periodista Rebecca Jennings ha publicado un interesant¨ªsimo reportaje en el que rescata un ensayo de Robin Wasserman. All¨ª se desvela que esto, en realidad, no va de tener una determinada edad, sino de desempe?ar una etapa vital. Las historias de chicas, en realidad, van de ser alguien y no de ser la esposa de alguien o la madre de alguien. Incluso la serie Las chicas de oro, ¡°una impresionante inversi¨®n de la trama matrimonial¡±, ca¨ªa en este patr¨®n porque aquellas mujeres ya no se aten¨ªan a los deberes de la maternidad y el matrimonio y pod¨ªan regresar a la b¨²squeda de la autorrealizaci¨®n: pod¨ªan volver a ser, simplemente, chicas. Todo lo que, en 2023, sue?a ser una mujer en internet.