Ensue?os y fantas¨ªas en Waterloo
Si no fuera posible el retorno triunfal como presidente, a Carles Puigdemont siempre le quedar¨ªa un regreso discreto y la retirada de la pol¨ªtica
El regreso triunfal. La jornada hist¨®rica. Otra fecha, la cuarta, en la aventura catalana. Como Maci¨¤ aquel 14 de abril del 31, tras el ¨¦xito republicano en las elecciones municipales. Como Companys, el 1 de marzo del 36, tras la victoria del Frente Popular, amnistiado de la condena a 30 a?os de c¨¢rcel por rebeli¨®n. Como Tarradellas, en octubre del 77, al regreso del exilio, reconocido como presidente catal¨¢n por el r¨¦gimen mon¨¢rquico preconstitucional.
Nadie lo quiere. Ni Junqueras ni Aragon¨¨s. Tampoco Illa. No lo quieren cuantos abrigan alguna esperanza de alcanzar la presidencia, que no son pocos, incluso dentro de Junts. Demasiado bello. Las siguientes elecciones ser¨ªan un paseo. Otro desastre para Esquerra. Y una nueva oportunidad para mantener el ¨®rdago.
Dif¨ªcil atisbar c¨®mo se producir¨ªa. Sugestiva la insinuaci¨®n de Abascal: ¡°[La amnist¨ªa] es una agresi¨®n de la que el pueblo espa?ol tiene el deber y derecho de defenderse y lo har¨¢. Despu¨¦s no vengan ustedes lloriqueando¡±. Un horizonte emocionante. El oto?o de 2017 quedar¨ªa como un aperitivo. Habr¨ªa que hacer bien o muy bien lo que entonces se hizo tan mal.
La duda, como siempre, est¨¢ en Catalu?a, y sobre todo en Barcelona. Las mismas elites que hace a?os animaban al nacionalismo a echar por la calle de en medio, ahora quieren que PP y PSOE se entiendan para prescindir de Vox, pero tambi¨¦n del independentismo, el catal¨¢n y el vasco. Prefer¨ªan incluso que Junts pactara con Feij¨®o en vez de S¨¢nchez. Habr¨ªa garant¨ªa de irreversibilidad para lo que se consiguiera, mientras que ahora todo se lo pueden llevar por delante las siguientes elecciones. La bofetada a Esquerra, al PSC y a S¨¢nchez ser¨ªa gloriosa.
Hay una duda ¨ªntima. ?No ser¨¢ el cuento de la lechera? Esos seis a?os fuera del pa¨ªs, encerrado en la Casa de la Rep¨²blica, son para enloquecer y perder el sentido de la orientaci¨®n. Waterloo es una extravagancia en la Europa de la pandemia, la guerra y la crisis migratoria. En ning¨²n caso un problema pol¨ªtico relevante. Si S¨¢nchez no consigue la investidura ahora, se puede perder todo lo conseguido, que es mucho m¨¢s de lo que se conoce, adem¨¢s de la lengua y el grupo parlamentario.
?Pagar un precio? Eso ser¨ªa no volver a hacerlo, claro, y decirlo bien claro. Queda descartado, aunque sea evidente la imposibilidad objetiva de un nuevo octubre independentista. Y no por los principios, sino por la dignidad, m¨¢s personal que pol¨ªtica. Para no tener que escuchar acusaciones de traici¨®n.
Arrestos para repetir no faltan, pero las condiciones, escasas ya en 2017, empeorar¨¢n en los pr¨®ximos a?os. Si no fuera posible el retorno triunfal como presidente, siempre quedar¨ªa un regreso discreto y la retirada de la pol¨ªtica. El trago m¨¢s amargo es admitir que regresa imparable el catalanismo pragm¨¢tico de toda la vida.
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