S¨¢nchez, ante su mayor reto: amnist¨ªa, s¨ª; refer¨¦ndum, no

Pedro S¨¢nchez ha logrado tantas cosas aparentemente imposibles en la pol¨ªtica espa?ola que casi nadie se atreve ya a apostar a su fracaso. La investidura fallida de Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha dejado algo muy claro: el l¨ªder del PP pone todas sus cartas en una posible repetici¨®n electoral, una segunda oportunidad para lograr la mayor¨ªa con Vox que no obtuvo por cuatro esca?os el 23-J. S¨¢nchez, por el contrario, jugar¨¢ muy fuerte las pr¨®ximas semanas para conformar una mayor¨ªa y evitar esas elecciones.

El presidente se enfrenta a una negociaci¨®n complej¨ªsima, al reto definitivo de un pol¨ªtico que ya logr¨® hacerse con la secretar¨ªa general cuando era un completo desconocido, en 2014; que volvi¨® en 2017 cuando lo hab¨ªan echado, algo in¨¦dito en la pol¨ªtica europea; que logr¨® ganar una improbable moci¨®n de censura en 2018, la primera exitosa en la historia de Espa?a; que gan¨® unas elecciones en 2019, se arriesg¨® a repetirlas y mantuvo el poder, aunque debilitado; que super¨® una pandemia sin perder el puesto, al contrario que la mayor¨ªa de sus colegas europeos y americanos, y que acaba de lograr algo que en primavera parec¨ªa impensable: recuperarse y ganar un mill¨®n de votos en las elecciones generales, evitando as¨ª que sumara la derecha, dos meses despu¨¦s de una catastr¨®fica derrota en las auton¨®micas y municipales.

Todos estos antecedentes llevan a su entorno, y al propio l¨ªder, a tener una fe inquebrantable en sus posibilidades de ¨¦xito. Sobre el papel, las dificultades son enormes, y m¨¢s despu¨¦s de que los independentistas aprobaran en el Parlament que no habr¨¢ investidura si el Gobierno no garantiza las ¡°condiciones objetivas para la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum¡±. S¨¢nchez, que hab¨ªa ordenado silencio total a los suyos, habl¨® con Salvador Illa, l¨ªder del PSC, y tom¨® una decisi¨®n arriesgada: lanzar un comunicado rotundo que conten¨ªa, aunque sin citar ninguna de las dos palabras clave, un mensaje claro que todos los actores de esta compleja partida de ajedrez han entendido de forma n¨ªtida: amnist¨ªa, s¨ª; refer¨¦ndum, no.

S¨¢nchez, Illa y la propia Yolanda D¨ªaz, en clara sinton¨ªa con el presidente en esta cuesti¨®n, han marcado en p¨²blico un terreno de negociaci¨®n que ya estaba muy claro en privado: el PSOE y Sumar est¨¢n dispuestos a ser muy generosos con una amnist¨ªa completa que cierre el cap¨ªtulo judicial del proc¨¦s, y asumir el coste pol¨ªtico que eso supone, con manifestaciones de la derecha y cr¨ªticas incluso en referentes del PSOE hist¨®rico como Felipe Gonz¨¢lez. Pero no tienen ning¨²n margen para explorar ninguna f¨®rmula de refer¨¦ndum. Por ah¨ª no hay agua, ese camino solo conduce a elecciones, se?alan en el Gobierno.

La historia pol¨ªtica de Espa?a depende de que se encuentre un espacio de negociaci¨®n dentro de esos l¨ªmites. Todo se juega ah¨ª. Si lo encuentran, habr¨¢ mayor¨ªa. Si no, se abrir¨¢ paso a una repetici¨®n electoral en enero, que podr¨ªa cambiar todo y permitir un Gobierno del PP con la ultraderecha, precisamente lo que m¨¢s ha movilizado a los votantes progresistas para evitarlo, seg¨²n el an¨¢lisis m¨¢s extendido entre los encuestadores.

Los socialistas saben que los independentistas nunca renunciar¨¢n a la autodeterminaci¨®n, nadie les va a pedir eso. Pero s¨ª que la saquen de la negociaci¨®n, como hizo ERC en 2020. De hecho, lo m¨¢s sorprendente de estos d¨ªas es que ha sido precisamente ERC ¨Dque en la legislatura pasada ten¨ªa m¨¢s voluntad negociadora frente al no a todo de Junts¨D quien ha apretado m¨¢s para poner la autodeterminaci¨®n sobre la mesa, al menos como posici¨®n p¨²blica, mientras el grupo de Carles Puigdemont parec¨ªa m¨¢s dispuesto a seguir en la senda de la amnist¨ªa, que es lo que de verdad se est¨¢ hablando, y con bastante detalle, seg¨²n coinciden fuentes de los dos sectores.

El equilibrio es muy delicado. Puigdemont y Oriol Junqueras ¡ªl¨ªder de ERC¡ª, dos rivales aparentemente irreconciliables, que optaron por v¨ªas completamente diferentes en el momento cr¨ªtico del proc¨¦s ¡ªel expresidente huy¨® de Espa?a y evit¨® la c¨¢rcel, el jefe de los republicanos pas¨® cuatro a?os en prisi¨®n hasta que lleg¨® el indulto de S¨¢nchez¡ª compiten por el liderazgo del independentismo y siempre se miran de reojo. Nadie puede aceptar algo por debajo del otro. Los dos llevan negociaciones paralelas con el Gobierno y quieren exhibir ante sus votantes los logros conseguidos.

Ambos hablaron el s¨¢bado para reivindicar el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Llega el 1 de octubre, el sexto aniversario de esa consulta ilegal, y nadie quiere bajarse de ah¨ª. ¡°Ni queremos ni podemos renunciar a la autodeterminaci¨®n. La amnist¨ªa no es un punto final, sino un paso m¨¢s hacia la independencia¡±, dijo Junqueras. ¡°Nunca renunciaremos a defender el 1 de octubre, es nuestro destino. Todo lo que hagamos debe servir a ese prop¨®sito¡±, dijo Puigdemont.

Pero lo importante para el Ejecutivo no es que lo reivindiquen como su gran proyecto pol¨ªtico, sino que no lo incluyan como condici¨®n para la investidura. Y ninguno de los dos l¨ªderes independentistas lo plante¨® como tal en sus discursos de este s¨¢bado. Por tanto, a¨²n no se rompe nada, aunque esta semana ha crujido todo y la repetici¨®n electoral ha vuelto a pasearse como un fantasma por el Congreso.

Seg¨²n la interpretaci¨®n m¨¢s extendida entre los socialistas y Sumar, es precisamente esta competici¨®n eterna entre los independentistas la que ha llevado al ¡°incidente¡± de esta semana, como califican en el Ejecutivo a la moci¨®n aprobada en el Parlament.

Eso, la guerra interna en el independentismo, es lo ¨²nico que hace temer realmente entre los socialistas y Sumar que pueda haber una repetici¨®n electoral, algo que en cualquier caso todos los dirigentes consultados, tambi¨¦n entre los independentistas, siguen viendo como la opci¨®n menos probable.

Los primeros sorprendidos por las dimensiones que alcanz¨® la pol¨¦mica por la resoluci¨®n del Parlament fueron los propios independentistas. ¡°Viven en su mundo y no son conscientes de la repercusi¨®n que tiene fuera lo que hacen, y m¨¢s en plena negociaci¨®n de una investidura. La competici¨®n entre ellos los bloquea¡±, resume un dirigente socialista. ¡°Pero, ?c¨®mo se va a romper una negociaci¨®n por una resoluci¨®n del Parlament que solo habla de trabajar en las condiciones objetivas de un refer¨¦ndum? El PSOE se ha pasado de frenada. No tiene ning¨²n efecto pr¨¢ctico¡±, resumen desde el lado independentista.

Nadie ha roto nada; la negociaci¨®n sigue, los contactos est¨¢n abiertos a todos los niveles y el campo de juego fundamental sigue siendo la amnist¨ªa, seg¨²n fuentes de los dos lados.

Hay algo muy llamativo en el an¨¢lisis que comparten no solo dirigentes del PSOE y Sumar, sino tambi¨¦n de los dem¨¢s aliados necesarios para la investidura: PNV, Bildu y BNG. S¨¢nchez aspira adem¨¢s a incorporar a Coalici¨®n Canaria para llegar a 179 s¨ªes, mayor¨ªa absoluta c¨®moda, 12 m¨¢s de los 167 con los que logr¨® llegar al Gobierno en 2020, en segunda votaci¨®n. Todos ellos creen que si se aplica la l¨®gica pol¨ªtica y se buscan los incentivos, la forma habitual de analizar las decisiones de los partidos, no hay discusi¨®n: habr¨¢ Gobierno y no repetici¨®n electoral.

El resultado ha sido tan endiablado, que Junts no puede tener una posici¨®n mejor: es imprescindible para todo. Pero tambi¨¦n lo es ERC. Incluso Bildu y el PNV, aunque algo menos porque tienen seis y cinco esca?os, y no siete como los independentistas. Pero con 171 noes garantizados a casi todo ¡ªcon la duda del 172 que es Coalici¨®n Canaria¡ª Junts y ERC tienen una situaci¨®n ideal. Es casi imposible mejorarla en unas nuevas elecciones, y muy f¨¢cil empeorarla: porque haya suma de la derecha, lo que los volver¨ªa irrelevantes, o porque mejore algo el bloque progresista, lo que los har¨ªa menos imprescindibles. No solo perder¨ªan la posibilidad de una amnist¨ªa, tambi¨¦n su situaci¨®n de eje de la balanza nacional.

Y, sin embargo, muchos dirigentes a?aden una cautela: no ser¨ªa la primera vez que Junts y ERC, enfrascados en su batalla, no toman decisiones basadas solo en el c¨¢lculo racional, sino en impulsos pasionales de los que luego es dif¨ªcil volver atr¨¢s.

Los independentistas, por el contrario, creen que es el PSOE el que est¨¢ obligado a buscar f¨®rmulas para satisfacer sus demandas y dar un horizonte de salida al conflicto pol¨ªtico que, ahora s¨ª, los socialistas reconocen como tal. Algunos independentistas recuerdan que en 2020, para lograr la investidura, los socialistas ya aceptaron en el texto suscrito que los acuerdos de la mesa de di¨¢logo se someter¨ªan a ¡°validaci¨®n democr¨¢tica a trav¨¦s de consulta a la ciudadan¨ªa de Catalu?a¡±.

Los dirigentes independentistas hablan tambi¨¦n en privado en t¨¦rminos ¨¦picos, se?alando que si han pasado por c¨¢rcel, por salidas del pa¨ªs, por inhabilitaciones muy largas que les impiden presentarse a cargos pol¨ªticos, ahora no se van a asustar por una repetici¨®n electoral o unos esca?os de m¨¢s o de menos.

Pero todas estas posiciones ¨Dtanto las del PSOE que dice que si hay que ir a repetici¨®n electoral, ir¨¢n, porque ERC y Junts tienen m¨¢s que perder, como la de los independentistas que aseguran que no les temen a las urnas¨D parecen m¨¢s un farol para evitar mostrarse d¨¦biles ante la negociaci¨®n. En el fondo, todos tienen muy claro que una repetici¨®n electoral es la peor de las salidas por el enorme riesgo que implica, y por eso insisten en responsabilizar en cualquier caso al otro.

El martes, S¨¢nchez recibir¨¢ con toda probabilidad el encargo del Rey para intentar su investidura. El presidente comparecer¨¢ poco despu¨¦s ante la prensa y ah¨ª empezar¨¢ el juego de verdad. Durante las ¨²ltimas semanas, ha habido mucha negociaci¨®n discreta para tener el trabajo avanzado, sobre todo el de la amnist¨ªa, el m¨¢s complejo t¨¦cnica y pol¨ªticamente tambi¨¦n. Pero ser¨¢ S¨¢nchez quien arranque la partida final.

El PSOE y Sumar saben que se enfrentar¨¢n a una ofensiva muy fuerte de la derecha, en la pol¨ªtica, en los medios y en las calles. Santiago Abascal ya avis¨® en el Congreso: ¡°La amnist¨ªa es una agresi¨®n de la que el pueblo espa?ol tiene el derecho y el deber de defenderse. Y lo har¨¢. Despu¨¦s, no vengan ustedes lloriqueando¡±.

Pero cuentan con algunas ventajas: primero, precisamente el rechazo a la ultraderecha, especialmente en Catalu?a, que empuja hacia el acuerdo. Segundo, la cuesti¨®n interna ni en el PSOE ni en Sumar parece un problema importante. Tercero, argumentar¨¢n que la amnist¨ªa, como antes los indultos, lejos de reforzar a los independentistas, les quitar¨¢ un argumento fundamental y los debilitar¨¢. Cuarto, el respaldo europeo. S¨¢nchez insiste en que hay mucha ¡°envidia¡± en Europa porque Espa?a ha frenado a la ultraderecha.

Hay muchas fuerzas empujando para que haya Gobierno. Y otras muchas en sentido contrario. Todo se puede torcer en cualquier momento. La Moncloa no quiere ponerse fechas, aunque tiene una insalvable: el 27 de noviembre. De las pr¨®ximas semanas depende c¨®mo se escriben las pr¨®ximas p¨¢ginas de la convulsa historia pol¨ªtica espa?ola.