Que te vote Txapote, una patente del PP

Una princesa con el uniforme de gala del Ej¨¦rcito de Tierra; 82 aeronaves; 210 caballos; 4.177 militares; por primera vez una mujer, la caba Mar¨ªa del Carmen G¨®mez Hurtado, protagonizando la parte m¨¢s vistosa: el descenso en paraca¨ªdas con una bandera de 55 metros cuadrados y 15 kilos de peso... Y, sin embargo, fue el nombre de un terrorista, Txapote, el protagonista en X (antes Twitter) de la Fiesta Nacional. V¨ªctimas del terrorismo han mostrado en multitud de ocasiones el dolor que les causa escuchar la ¡°indigna¡± frase ¡°Que te vote Txapote¡±, pero eso fue lo que corearon asistentes al desfile en Madrid. Los abucheos a Pedro S¨¢nchez se han convertido en una tradici¨®n dentro de la tradici¨®n; el lema ya es una especie de himno popular que este jueves son¨® antes y despu¨¦s del oficial.

¡°Quienes siguen entonando ese doloroso y repugnante eslogan¡±, tuite¨® Consuelo Ord¨®?ez, hermana de Gregorio Ord¨®?ez, concejal donostiarra del PP asesinado por ETA en 1995, ¡°lo hacen a sabiendas del dolor que nos causa. Las v¨ªctimas de Txapote es lo ¨²ltimo que les importa, ni siquiera saben sus nombres. Pero qu¨¦ vamos a esperar con el ejemplo que reciben de algunos de sus l¨ªderes pol¨ªticos¡±.

Fue la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, quien lo puso de moda. En febrero utiliz¨® el ¡°Que te vote Txapote¡± como argumento para zanjar un debate parlamentario. Miembros de Nuevas Generaciones, las juventudes del PP, posaron sonrientes en Twitter con camisetas con el lema; Rafael Hernando, exportavoz del PP en el Congreso, lo coreaba en sus redes sociales: ¡°Yo conoc¨ª personalmente a Goyo Ord¨®?ez y fui amigo suyo durante mucho tiempo hasta que lo asesinaron. Respeto la opini¨®n de su hermana, pero ella no puede monopolizar lo que sienten todas las v¨ªctimas de ETA. Es m¨¢s, si Goyo viviera, le dir¨ªa a Pedro S¨¢nchez: ¡®Que te vote Txapote¡±. ¡°Para ser tan amigo¡±, le contest¨® Ord¨®?ez, presidenta del Colectivo de V¨ªctimas del Terrorismo (Covite), ¡°en estos 28 a?os no te he conocido. Es obvio es que no aprendiste nada de ¨¦l. No hay peor inmundicia que la de aquellos que os atrev¨¦is a decir lo que pensar¨ªa Goyo si estuviera vivo¡±.

No existe mayor atrevimiento que decirle a cualquier v¨ªctima c¨®mo debe sentirse. Con que una sola manifestase que el lema le causa dolor deber¨ªa bastar para proscribirlo, pero lejos de eso, Ord¨®?ez ha recibido m¨²ltiples ataques en Twitter por censurar la frivolidad de la frase. Quiz¨¢ tenga que ver con el hecho de que ha denunciando ¡°la hipocres¨ªa¡± del partido de su hermano al criticar al Gobierno socialista por el acercamiento de presos de la banda, mientras que el PP no estaba en monta?as lejanas, sino en el poder, cuando traslad¨® a 466 etarras a c¨¢rceles pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco ¡ªcon la banda activa y matando¡ª. O cuando Aznar se mostr¨® dispuesto ¡°al perd¨®n y a la generosidad¡± y autoriz¨® contactos con lo que llam¨® ¡°el Movimiento Vasco de Liberaci¨®n¡±. Tambi¨¦n fue Ord¨®?ez, y el colectivo que preside, quien denunci¨® p¨²blicamente la inclusi¨®n de condenados con delitos de sangre en las listas de EH Bildu para las pasadas elecciones municipales, hasta que renunciaron.

Ha sido una mala semana en las redes para todo tipo de v¨ªctimas. El reduccionismo maniqueo de algunos pol¨ªticos ha equiparado a los palestinos con Ham¨¢s, como si ETA hubiese sido Los Vascos. Con todo, en la negrura, aparecen r¨¢fagas de luz. Me cuenta Ord¨®?ez que la indignaci¨®n compartida por el ¡°Que te vote Txapote¡± le ha permitido conocer en Twitter a otras v¨ªctimas que ya son ¡°amigas del alma¡±. Y no solo a v¨ªctimas. La hija de un preso de ETA escribi¨® recientemente a la hija de un asesinado por la banda, Fernando Buesa, para condenar la profanaci¨®n de su tumba, y este jueves us¨® la misma red social para apoyar a Ord¨®?ez y criticar el lema coreado en el desfile: ¡°Siguen la corriente sin pensar en lo que supone a quien lo sufre. Muchas veces nos subimos al carro sin preocuparnos ad¨®nde nos lleva. Subir es f¨¢cil, bajarse, no tanto. Si lo sabr¨¦ yo¡±.