?Viva el Partido Popular (polaco)!
La victoria de los dem¨®cratas polacos frente a la ultraderecha no debe quedar sepultada por las malas noticias. Para el mundo entero, el punto final a ocho a?os de Gobierno del partido Ley y Justicia ¡ªPiS, socio de Vox y de Hermanos de Italia en la Euroc¨¢mara¡ª confirma que los populismos reaccionarios no son eternos. Antes ya capotaron Donald Tr...
La victoria de los dem¨®cratas polacos frente a la ultraderecha no debe quedar sepultada por las malas noticias. Para el mundo entero, el punto final a ocho a?os de Gobierno del partido Ley y Justicia ¡ªPiS, socio de Vox y de Hermanos de Italia en la Euroc¨¢mara¡ª confirma que los populismos reaccionarios no son eternos. Antes ya capotaron Donald Trump en EE UU y Jair Bolsonaro en Brasil.
Para la UE y el europe¨ªsmo, la noticia es vibrante. Rompe el t¨¢ndem iliberal que junto a Hungr¨ªa erosionaba su perfil democr¨¢tico, boicoteaba iniciativas y obstru¨ªa decisiones. No solo adelgaza la minor¨ªa de gobiernos autoritarios y antieuropeos; ampl¨ªa la mayor¨ªa de los dem¨®cratas proactivos y m¨¢s europe¨ªstas. No en vano, el que ser¨¢ primer ministro (salvo cat¨¢strofe) es Donald Tusk.
Tusk es un viejo conocido, muy valorado en este rinc¨®n. Lidera la Plataforma C¨ªvica, que pertenece al Partido Popular Europeo (PPE). Y, aunque como presidente del Consejo Europeo tuvo vaivenes en las tensiones del Brexit o en la inmigraci¨®n, es un dem¨®crata de pura cepa: el tipo de derecha liberal con que sue?a un conservador respetable.
As¨ª que su triunfo es el de la democracia cristiana aut¨¦ntica sobre su minor¨ªa extremista que busca encadenarse a la ultraderecha. La lidera su jefe parlamentario en Estrasburgo, Manfred Weber, patr¨®n de la ultra Giorgia Meloni. Su modelo es el de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (y su yerno) con Silvio Berlusconi, con quien se uni¨®. Y el que practica en casa Alberto N¨²?ez Feij¨®o por tierra mar y aire.
La amplia victoria del bloque de Tusk y sus aliados socialdem¨®cratas y de tercera v¨ªa, supone la derrota de esos extremistas. Cuando en 2019 fue elegido presidente del PPE, propugn¨® un cord¨®n sanitario contra los ultras: ¡°No sacrificaremos valores como las libertades civiles, el Estado de derecho y la decencia en la vida p¨²blica en el altar de la seguridad y el orden¡± de los ultras. Y cuando el PP de Castilla y Le¨®n se colig¨® con Vox en 2022, Tusk se distanci¨®: ¡°Espero que sea solo un accidente y no una tendencia¡±, digno augurio en el que, sin embargo, err¨®.
Huelgan pues las forzadas alegr¨ªas de nuestros populares dom¨¦sticos. No disimularon su contrariedad porque en Polonia ganase un bloque transversal/feminista (como en Espa?a) al reaccionario PiS, la lista m¨¢s votada. Su fracasado l¨ªder, Mateusz Morawiecki, que hac¨ªa inc¨®modo t¨¢ndem con la a¨²n m¨¢s ultra Confederaci¨®n, dec¨ªa que de su victoria depend¨ªa que Polonia siguiese ¡°existiendo¡±.
Ya le imita Isabel D¨ªaz Ayuso: ¡°Si esta felon¨ªa [quiz¨¢ no sepa deletrear amnist¨ªa] se consuma, pronto no habr¨¢ espa?oles¡±. Nivel.