Convulsi¨®n en Portugal
La dimisi¨®n del primer ministro, Ant¨®nio Costa, investigado por corrupci¨®n, conmociona a un pa¨ªs convertido los ¨²ltimos a?os en ejemplo de estabilidad institucional
La dimisi¨®n este martes del primer ministro portugu¨¦s, el socialista Ant¨®nio Costa, investigado en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, supone un terremoto pol¨ªtico en un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªa convertido en un ejemplo de normalidad institucional y estabilidad democr¨¢tica. Costa, quien defiende su inocencia y ha expresado su voluntad de colaborar plenamente con la just...
La dimisi¨®n este martes del primer ministro portugu¨¦s, el socialista Ant¨®nio Costa, investigado en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, supone un terremoto pol¨ªtico en un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªa convertido en un ejemplo de normalidad institucional y estabilidad democr¨¢tica. Costa, quien defiende su inocencia y ha expresado su voluntad de colaborar plenamente con la justicia, present¨® al presidente de la Rep¨²blica, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, su dimisi¨®n del cargo y le avanz¨® su renuncia a ser candidato en las probables nuevas elecciones adelantadas. En los comicios del a?o pasado, Costa obtuvo mayor¨ªa absoluta en el Parlamento. Se abre as¨ª, inesperadamente, un periodo de incertidumbre pol¨ªtica en un importante socio estrat¨¦gico de Espa?a.
El dimisionario primer ministro luso, en el cargo desde 2015, est¨¢ siendo investigado en el curso de un sumario abierto por corrupci¨®n, tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n en proyectos relacionados con la transici¨®n energ¨¦tica. La polic¨ªa realiz¨® este martes decenas de registros y detuvo a cinco personas, entre ellas el jefe de gabinete de Costa, V¨ªtor Esc¨¢ria, y el empresario Diogo Lacerda Machado, miembro del c¨ªrculo ¨ªntimo del l¨ªder socialista, quien le confi¨® en el pasado adem¨¢s uno de los proyectos estrella de su Gobierno: la nacionalizaci¨®n de TAP, la l¨ªnea a¨¦rea de bandera portuguesa.
Pero lo que precipit¨® la salida de Costa fue la confirmaci¨®n de que el Tribunal Supremo ha abierto una investigaci¨®n separada para determinar su papel en la concesi¨®n de dos explotaciones de litio en las localidades de Montalegre y Covas do Barroso, as¨ª como de un proyecto de producci¨®n de hidr¨®geno verde en Sines.
Aunque se trata de un esc¨¢ndalo pol¨ªtico de primer orden, conviene destacar dos circunstancias. En primer lugar, la actitud de Costa, quien, pese a disponer de un amplio respaldo parlamentario, ha dimitido consciente del da?o que permanecer en el cargo durante el proceso judicial podr¨ªa causar a las instituciones y a la gobernabilidad del pa¨ªs. Y, en segundo lugar, la independencia del poder judicial portugu¨¦s, que est¨¢ realizando su labor sin detenerse en el rango de las personas investigadas. A todo ello se une el papel moderador del presidente de la Rep¨²blica, quien, tras aceptar la dimisi¨®n del primer ministro, ha convocado para este mi¨¦rcoles a todos los partidos pol¨ªticos con presencia en la Asamblea de la Rep¨²blica y para el jueves, al Consejo de Estado. Solo despu¨¦s de hablar con todos se dirigir¨¢ a la naci¨®n, previsiblemente para convocar elecciones. El mensaje a los ciudadanos portugueses es, pues, que las instituciones del pa¨ªs funcionan y est¨¢n preparadas para afrontar esta crisis.