Blancanieves en lo social, Cenicienta en la econom¨ªa
La ampliaci¨®n y profundizaci¨®n de la agenda progresista del Gobierno de coalici¨®n fue el gran asunto de la intervenci¨®n de S¨¢nchez, junto a la concordia con todos los catalanes mediante la amnist¨ªa
Seguramente era el discurso m¨¢s dif¨ªcil de Pedro S¨¢nchez. Nunca afront¨® un acoso tan amplio y denso. Llegaba asediado por tierra, mar y aire, desde los rivales pol¨ªticos, algunos sectores de altos cuerpos del Estado, de patronales y grandes empresas¡ y desde el espacio p¨²blico f¨ªsico, que no hab¨ªa sido okupado por la derecha desde que ...
Seguramente era el discurso m¨¢s dif¨ªcil de Pedro S¨¢nchez. Nunca afront¨® un acoso tan amplio y denso. Llegaba asediado por tierra, mar y aire, desde los rivales pol¨ªticos, algunos sectores de altos cuerpos del Estado, de patronales y grandes empresas¡ y desde el espacio p¨²blico f¨ªsico, que no hab¨ªa sido okupado por la derecha desde que Manuel Fraga proclam¨® en 1976: ¡°La calle es m¨ªa¡±.
As¨ª que su margen para horadar ese rechazo de cemento era estrecho, pues deb¨ªa contrarrestarlo al mismo tiempo que pugnaba por rescatar el apoyo de los suyos, en muchos casos desconcertados. Aunque apoyado en que el Estado de derecho segu¨ªa en pie, como demostraba la negativa del Supremo a suspender cautelarmente la investidura, esa disparatada petici¨®n de los ultras.
El aspirante us¨® un doble registro para desarticular el m¨²ltiple envite. Con la mano izquierda m¨¢s flexible, procur¨® recoger desde la complicidad las inquietudes de los opositores, sobre todo las protestas de los ciudadanos de base. Brind¨® respeto a su derecho a manifestarse contra sus propias medidas. Y alab¨® su voluntad de participaci¨®n. Eso ser¨¢ normal en casi toda Europa, pero es menos frecuente en Espa?a, y a¨²n menos en un dirigente tan acusado de orgulloso, cuando no de soberbio, quiz¨¢ porque encubra timidez con automatismo met¨¢lico.
Con la mano izquierda m¨¢s firme, desgran¨® el mantenimiento, ampliaci¨®n y profundizaci¨®n del proyecto social enhebrado por el Gobierno de coalici¨®n que busca revalidarse: fue la Blancanieves triunfante, el gran asunto de su homil¨ªa, junto a la concordia con todos los catalanes mediante la amnist¨ªa: los pilares de su propuesta para cuatro a?os.
Los grandes momentos ret¨®ricos fueron el deslinde entre los programas nacionales (e internacionales) ¡°reaccionarios¡± y los ¡°progresistas¡±. No solo en la vertiente pol¨ªtica. Tambi¨¦n en la pol¨ªtica social.
As¨ª acudi¨® a la tradicional comparaci¨®n (en su favor, claro) de c¨®mo la gente vivi¨® el anterior mandato y el suyo: ¡°En 2018, cuando gobernaba el PP en Espa?a, era legal despedir a un enfermo¡±; o pagar salarios de 700 euros al mes; o vender las viviendas de protecci¨®n oficial a fondos buitre; o cobrar un copago farmac¨¦utico a los pacientes m¨¢s vulnerables.
Y, de atr¨¢s hacia adelante, prometi¨® simplificar el ingreso m¨ªnimo vital para aumentar el n¨²mero de beneficiarios; mejorar el acceso a la vivienda mediante todas las palancas que anunci¨® en las elecciones; cabalgar m¨¢s en la igualdad hombre-mujer con normas de paridad plena; crear nuevas infraestructuras en la Espa?a vaciada y reformar de una vez por todas la financiaci¨®n auton¨®mica, quitas de las deudas regionales incluidas, de modo que se evite repetir recortes sociales.
Prioriz¨® la recuperaci¨®n del poder adquisitivo como tarea en que ¡°vamos a dejarnos la piel¡± y anunci¨® la prolongaci¨®n de las medidas de reducci¨®n de los precios alimentarios hasta junio, nuevos alivios hipotecarios, y apoyos a los j¨®venes. Recre¨®, pues, y con amplitud, las 48 p¨¢ginas del programa de gobierno PSOE-Sumar (¡°Espa?a avanza¡±). Aunque solo muy ligeramente en lo relativo a su objetivo del pleno empleo.
Y fue escueto, demasiado escueto ¡ªCenicienta arrinconada¡ª, en el desarrollo del plan econ¨®mico con que financiar¨¢ esos avances: igual es que dio el asunto por supuesto, o lo dej¨® para el debate presupuestario. Debi¨® sonar a insuficiente en muchos o¨ªdos, dada la inquietud por las guerras en curso, la inflaci¨®n, el rigorismo de los tipos de inter¨¦s y laca¨ªda del comercio mundial.
Las dos grandes inc¨®gnitas de fondo y a largo plazo de la econom¨ªa, c¨®mo aumentar la productividad y c¨®mo reducir la deuda p¨²blica, quedaron en sordina. En cuanto a la productividad, S¨¢nchez adelant¨® al menos un compromiso nuevo, el de ¡°incorporar incentivos¡± que faciliten la reducci¨®n de la jornada laboral semanal a 37,5 horas.
Sobre el saneamiento de las finanzas p¨²blicas, apenas algunas alusiones a la necesidad de allegar m¨¢s recursos, mediante el aumento de la progresividad en el impuesto sobre la renta, la lucha contra la econom¨ªa sumergida, y una firme fiscalidad a bancos, el¨¦ctricas y capas altas: ¡°Los ricos tienen que pagar m¨¢s impuestos y mientras nosotros gobernemos van a pagar m¨¢s que el resto¡±. No dio detalles, pero dio la cara.