La UE, el ant¨ªdoto contra el veneno de un mundo binario
Quienes observan con inquietud los riesgos de una geopol¨ªtica de bloques y de pol¨ªticas nacionales hiperpolarizadas tienen en un proyecto comunitario m¨¢s fuerte la mejor respuesta
Poderosas fuerzas empujan la pol¨ªtica internacional, y muchas pol¨ªticas nacionales, hacia tristes escenarios binarios, l¨®gicas de suma cero, la voladura completa de puentes que incapacitan incluso las m¨¢s obvias colaboraciones entre partes en b¨²squeda del inter¨¦s colectivo.
A escala mundial, el riesgo de escenario binario es aquel que deriva de la competici¨®n de las dos superpotencias ¡ªEEUU y China¡ª y de la coagulaci¨®n alrededor de ellas de dos bloques en confrontaci¨®n ¡ªel de las democracias, con las europeas y las de Asia/Pac¨ªfico; el de los reg¨ªmenes, con Rusia, Ir¨¢n, Corea del Norte¡ª. No estamos ah¨ª, pero se han plantado semillas y muchos riegan para que brote esa flor del mal.
La reuni¨®n entre Xi Jinping y Joe Biden en California esta semana es una noticia positiva por cuanto engrasa el di¨¢logo, pero no permite respirar tranquilos. La carrera armament¨ªstica es fuerte; la competici¨®n tecnol¨®gica, dura; los motivos de fricci¨®n, grandes. Las elecciones en EE UU ¡ªcon el serio riesgo de que gane Trump¡ª y en Taiw¨¢n componen un cuadro complicado para 2024. Mientras, Putin seguir¨¢ a lo suyo, con Pyongyang que le env¨ªa trenes llenos de munici¨®n, y Teher¨¢n, drones.
Esto es lo que hay, y la UE debe seguir perfilando su estrategia para este mundo y aquellos riesgos. Ha dado pasos; muchos m¨¢s tendr¨¢ que dar.
La cuesti¨®n de fondo es: ?queremos ser parte de un polo democr¨¢tico? ?O queremos ser un polo aut¨®nomo con estrechos lazos con otros pa¨ªses democr¨¢ticos? Quiz¨¢s muchos tengan el instinto de preferir lo segundo. Bien. Pero quien lo desee debe luego asumir cosas como invertir mucho en defensa y ceder nuevas competencias nacionales a la UE.
La Espa?a que acaba de dar luz verde a un nuevo Gobierno est¨¢ en el furg¨®n de cola de la UE en gasto de defensa: ?es ello compatible con desear una posici¨®n aut¨®noma de la UE en el mundo? Hay que responder a eso.
EE UU quiere impedir que China tenga microchips avanzados y Holanda, que dispone de tecnolog¨ªa clave para ello, ha secundado. Como Holanda es parte del mercado com¨²n, una represalia de Pek¨ªn cortando el suministro de ciertos productos podr¨ªa afectarnos a todos. ?Deber¨ªamos introducir mecanismos comunitarios en la definici¨®n de bienes cuya exportaci¨®n se restringe por intereses estrat¨¦gicos y de seguridad? Hay que responder a eso.
Son solo dos ejemplos, pero la paleta de decisiones e iniciativas pendientes es muy grande.
Quienes no desean un mundo binario deben ver que la UE es el mejor ant¨ªdoto para evitarlo, porque tiene m¨¢s peso que la India, m¨¢s cohesi¨®n que el sur global. Quienes aprecian la idea de una UE leal compa?era de otras democracias, pero dotada de un alto grado de independencia en el mundo, deben ver que es necesario prepararla mejor para ello.
La UE, adem¨¢s, es tambi¨¦n el ant¨ªdoto a la realidad binaria que se va imponiendo en muchos escenarios nacionales. La polarizaci¨®n se exacerba en tantos pa¨ªses, facilitada hoy por las redes sociales, y pronto, es de temer, cada vez m¨¢s por la inteligencia artificial. Los escenarios pol¨ªticos bipolares son tan leg¨ªtimos como otros, y pueden ser eficaces, pero cuando derivan en un encono sin cuartel que lastima las instituciones comunes, exacerba los ¨¢nimos de la ciudadan¨ªa y quema todo espacio para pol¨ªticas de Estado se tornan en un lastre colectivo. El riesgo de esas corrientes es que unos las empiezan ¡ªy la historia les juzgar¨¢ por ello¡ª, pero otros se acoplan y, en un momento dado, las pueden acabar alimentando, con reacciones sin contemplaciones, rebajando sus propios est¨¢ndares, entreg¨¢ndose a la l¨®gica del fin que justifica los medios, produciendo un remolino infinito y perverso.
El espacio comunitario tambi¨¦n puede sucumbir a la miope l¨®gica frentista. Pero, de momento, sigue pareciendo un espacio mejor preparado para resistir a esa ceguera. Su propia naturaleza reduce el riesgo, aunque no lo anule. M¨¢s UE es el mejor ant¨ªdoto contra un mundo binario y unas pol¨ªticas binarias, contra ese veneno que aniquila la capacidad de colaborar para el inter¨¦s colectivo.
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