Amnesia

El 21 de noviembre del a?o 2000, ETA asesin¨® en Barcelona al exministro socialista Ernest Lluch. Le mat¨® en el garaje de su casa, tras acosarle entre los veh¨ªculos aparcados. Pese a lo que en un rapto de lirismo buenista dijo una falsa ingenua, Lluch nunca hubiera pretendido dialogar con sus asesinos (como si fuese ¡°di¨¢logo¡± lo que uno mantiene con el pistolero que viene a buscarnos) sino escapar, salvando el pellejo. Aquellos euskobestias no se lo permitieron y fue una mujer ¡ª?mujer?¡ª la que seg¨²n parece le dio el tiro de desgracia. En aquellos d¨ªas eran frecuentes bodas de sangre como esa y algunas se hac¨ªan borrosas por la tr¨¢gica costumbre: hab¨ªa muertos de primera, de segunda y hasta de tercera, que pasaban por all¨ª. Pero del asesinato de Lluch nos acordamos muy bien todos los que lo vivimos, de cualquier color pol¨ªtico, y no como los j¨®venes antifascistas de hoy, que como solo saben lo que les cuentan en la lecci¨®n de catecismo no ¡°recuerdan¡± m¨¢s que a los fusilados por Franco. Hace ya 23 a?os de aquello, casi una eternidad.

En cada aniversario, el PSOE ha recordado en sus redes al asesinado y a sus asesinos. Pero en 2023, el tuit ritual s¨®lo mencionaba la muerte del exministro socialista, catal¨¢n y por tanto espa?ol, pero no la nombrad¨ªa de los criminales, vascos y por tanto espa?oles tambi¨¦n. ?De qu¨¦ hab¨ªa muerto Lluch? Ah, vaya usted a saber, hay tanto virus suelto. Este olvido escandaliz¨® incluso en estos tiempos en que tragamos con todo y a las pocas horas se rectific¨® el tuit con cierto sonrojo. Pues me parece mal. Cinco d¨ªas antes, el socialista S¨¢nchez se hab¨ªa amancebado con Bildu para sacar su investidura. Algunos c¨®mplices hasta se atrevieron a decir que a Lluch le hubiera encantado la componenda. ?Hip¨®critas! De verdad, mejor la amnesia.