?Viva el orden, carajo!
Milei limita las manifestaciones justo cuando sus amigos de Vox y PP m¨¢s las practican
Qu¨¦ interesante. Los amigos de Vox y de los m¨¢s radicales del PP se han dado prisa para anunciar mano dura contra las protestas callejeras justo cuando ellos (Vox y PP) m¨¢s las practican. Milei ha puesto en marcha un protocolo contra las manifestaciones y su ministra de Seguridad lo ha explicado as¨ª: ¡°Sin orden no hay libertad y sin libertad no hay progreso¡±. Y amenaz¨®: ¡°Que sepan que, si se toman las calles, habr¨¢ consecuencias¡±. No deben de estar al d¨ªa sobre los disturbios en Ferraz.
La libertad para protestar es una de las grand¨ªsimas virtudes de la democracia. Y resulta parad¨®jico observar c¨®mo la derecha denuncia la llegada a Espa?a de una dictadura mientras aplaude a un presidente que se estrena limit¨¢ndola en Argentina.
Sin quererlo, Milei nos ha regalado una espl¨¦ndida excusa para reflexionar precisamente sobre ese concepto del que se ha apropiado la derecha como una bandera ilusionante frente a una izquierda que parece ideol¨®gicamente paralizada.
Ayuso supo leer como nadie el momento y dar un salto de gigante: de perder las elecciones de 2019 (se invisti¨® presidenta de Madrid siendo la segunda m¨¢s votada) pas¨® a una mayor¨ªa rotunda en 2021 que a¨²n ampli¨® m¨¢s en 2023. En el camino, un solo lema en medio del confinamiento al que oblig¨® la pandemia: libertad. La perplejidad de la izquierda ante la maniobra ideol¨®gica a¨²n contin¨²a.
La misma bandera ha sido agitada por Milei, que de la caja de herramientas pol¨ªticas eligi¨® dos: la motosierra y su grito de guerra ¡°?Viva la libertad, carajo!¡± Hoy, acaba de recordarnos que, como en el franquismo, por encima de la libertad est¨¢ el orden y que la protesta es bienvenida cuando no es contra ti.
Y as¨ª llegamos a los conceptos en los que se dirime hoy la enorme brecha ideol¨®gica que divide el mundo, sea en EE UU, Am¨¦rica Latina o Europa: la libertad entendida como rebeli¨®n frente a los l¨ªmites que impone el propio funcionamiento del Estado de derecho en su obligaci¨®n de proteger; la identidad nacional frente a la diversidad que llega de fuera; y, ahora lo sabemos claramente, el orden. Bajo este concepto se a¨²nan la limitaci¨®n de las protestas de Milei, los muros de Trump o la expulsi¨®n de inmigrantes que comparten la Inglaterra de Sunak o la Hungr¨ªa de Orb¨¢n.
Libertad, identidad y orden son hoy las consignas exitosas de la derecha, frente a una izquierda estancada en un ¨²nico lema: el cord¨®n sanitario. Urgen los esfuerzos por agitar debates y dotarse de banderas que ilusionen m¨¢s all¨¢ de frenar a los ultras. Eso no es suficiente.
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